¡El que se que­mó fue usted, pre­si­den­te Chá­vez! – Agen­cia Boli­va­ria­na de Noti­cias (ABP)

¡El que se quemó fue usted, presidente Chávez!
Cito horro­ri­za­do al pre­si­den­te Chá­vez: “Yo soy el res­pon­sa­ble, no es Nico­lás, Nico­lás cum­plió una orden, Tarek El Ais­sa­mi, cum­plió una orden, mía. ¡Por que yo tomo las deci­sio­nes y asu­mo mis responsabilidades!”
Joa­quín Pérez Bece­rra no fue cap­tu­ra­do ni en Sue­cia ni en Ale­ma­nia por que en ambos paí­ses se cono­cen y se apli­can las nor­mas del Dere­cho Inter­na­cio­nal Huma­ni­ta­rio y del Dere­cho Inter­na­cio­nal de los Dere­chos Huma­nos. Esto es, que sien­do un asi­la­do polí­ti­co no podia ser arres­ta­do por un reque­ri­mien­to del país del cual huyó para sal­var su vida pues­to que era obvio el matiz polí­ti­co y vin­di­ca­ti­vo de éste. Por esa sim­ple razón, estos dos paí­ses segu­ro se abs­tu­vie­ron de hacerlo.

Aun­que en ver­dad yo dudo mucho que la tal cir­cu­lar roja haya exis­ti­do en el momen­to en que Joa­quín Pérez tran­si­ta­ba por esos lares. Yo creo que la cir­cu­lar roja fue expe­di­da duran­te el vue­lo hacia Vene­zue­la para sol­tar­le la papa calien­te a su gobierno, como bien usted lo reco­no­ce. Pero resul­ta que usted, pre­su­ro­so por que­dar bien con su buen ami­go “Chucky”, corrió diz­que a “depor­tar­lo”. La depor­ta­ción no ope­ra­ba hacia Colom­bia pues Joa­quín Pérez Bece­rra no era Colom­biano ni se embar­có en Colom­bia. Ope­ra­ba legal­men­te hacia Sue­cia, su país, o hacia Ale­ma­nia, puer­to de embar­que. En eso, usted falló pre­si­den­te Chá­vez. La tram­pa era para usted y no para Joa­quín Pérez Bece­rra. Ade­más que a Joa­quín Pérez Bece­rra lo mal­tra­ta­ron y le nega­ron todos sus dere­chos huma­nos e inclu­so los con­sa­gra­dos en la Cons­ti­tu­ción Boli­va­ria­na que usted juró obe­de­cer y cumplir.

Sola­men­te los gobier­nos tota­li­ta­rios con­si­de­ran “chan­ta­je” el que los pue­blos pidan dere­chos. Por­que el gran núme­ro de per­so­nas que se mani­fes­tó en las afue­ras de SEBIN, de la Can­ci­lle­ría y de la Asam­blea Nacio­nal –y que a pro­pó­si­to fue­ron gasea­dos- sólo pedían dere­chos para un ciu­da­dano extran­je­ro. Pero esos dere­chos usted los negó sin el más míni­mo sen­ti­mien­to huma­ni­ta­rio. Y no sólo eso, se le nega­ron dere­chos a dipu­tados de la Asam­blea Nacio­nal y se cen­su­ró a los medios alter­na­ti­vos y ofi­cia­les. Usted con su pro­ce­der, nos hizo recor­dar los peo­res tiem­pos de las dic­ta­du­ras de Amé­ri­ca Lati­na. ¿No le dije­ron a usted pre­si­den­te Chá­vez que Joa­quín había ingre­sa­do varias veces a Vene­zue­la a even­tos aca­dé­mi­cos y socia­les sin nin­gún pro­ble­ma? ¿No le resul­tó a usted o a las auto­ri­da­des vene­zo­la­nas sos­pe­cho­so que para esas fechas no exis­tie­ra esto de la cir­cu­lar roja?

¿Cree usted pre­si­den­te Chá­vez que la que­ma de sus dos minis­tros fue sola­men­te por el caso de Joa­quín Pérez Bece­rra? Usted sabe que no. Hay des­con­ten­to en la base y sim­ple­men­te lo de Joa­quín sir­vió de catar­sis a una rabia que se está acu­mu­lan­do día a día. Lo que pasa es que a usted sus áuli­cos no le dejan ver ni le dejan oír ni le dejan hablar con esa base. Usted está rodea­do de gen­te pero está muy solo. No es hacien­do la labor del “papá che­que­ra” que los pro­ble­mas en la base se van a solu­cio­nar. La prue­ba es que muchas de las mani­fes­ta­cio­nes de repu­dio a su accio­nar con­tra Joa­quín vie­nen acom­pa­ña­das de expre­sio­nes que ven sus aumen­tos sala­ria­les como algo cos­mé­ti­co para los reales cam­bios estruc­tu­ra­les que el pue­blo revo­lu­cio­na­rio espe­ra y que al pasar los años no se han concretado.

Pre­si­den­te Chá­vez, yo veo que usted está siguien­do los pasos de Mua­mar el Gada­fi. Gada­fi se ha entre­ga­do de lleno a su pue­blo (lo que está muy bien), pero pecó en creer que acer­cán­do­se a los vie­jos y actual impe­rios para levan­tar el infa­me blo­queo iban a per­do­nar­le su socia­lis­mo. Gada­fi entre­gó revo­lu­cio­na­rios, se des­ar­mó, depo­si­tó los dine­ros de su pue­blo en ban­cos de los impe­rios y hoy, usted mis­mo lo ha denun­cia­do, Libia es sal­va­je­men­te inva­di­da y ata­ca­da por quie­nes Gada­fi con­si­de­ra­ba sus nue­vos ami­gos. Aho­ra vemos a Gada­fi pidien­do soli­da­ri­dad e invi­tan­do a visi­tar Libia a muchos de los ami­gos de los que él expul­só y entre­gó para que vea­mos con nues­tros pro­pios ojos lo que allí está pasan­do. Oja­lá pre­si­den­te Chá­vez no vea­mos esto en Vene­zue­la por­que enton­ces usted va a nece­si­tar a los ver­da­de­ros ami­gos y a algu­nos de los cua­les ha entre­ga­do y depor­ta­do, como mi ami­go Joa­quín Pérez Becerra.

Pre­si­den­te Chá­vez, esta nue­va ver­sión, a la boli­va­ria­na, del tene­bro­so Plan Cón­dor debe parar aho­ra por­que mucho me temo que la pró­xi­ma víc­ti­ma pue­da ser usted o uno de los miem­bros de su gabi­ne­te. Me expli­co: Es cier­to que la INTERPOL aho­ra ope­ra como el sinies­tro DAS de Colom­bia. Mien­tras la INTERPOL se ha nega­do a expe­dir la cir­cu­lar roja orde­na­da por un Juez de la Audien­cia Nacio­nal de Espa­ña con­tra los ase­si­nos esta­dou­ni­den­ses del perio­dis­ta José Couso, vio­lan­do sus pro­pios prin­ci­pios, mien­tras la INTERPOL tam­bién se negó a expe­dir­la para los ban­que­ros vene­zo­la­nos pedi­dos por la Fis­ca­lía vene­zo­la­na y en cuyos casos la INTERPOL adu­jo que no lo hacía por­que los con­si­de­ra­ba casos de “per­se­cu­ción polí­ti­ca”, con lo de Joa­quín Pérez Bece­rra fue­ron extra­ña­men­te dema­sia­do pre­su­ro­sos y muy clan­des­ti­nos. ¿Aca­so lo de Joa­quín Pérez Bece­rra no es de con­te­ni­do polí­ti­co? Cla­ro que lo es y la INTERPOL se ha pres­ta­do para este jue­go, a sabien­das que supo que la CADENA DE CUSTODIA de los tales compu­tado­res de Reyes se rom­pió y eso vicia­ba la prue­ba sin des­con­tar que esa INTERPOL con­fir­ma­ba la mani­pu­la­ción de archi­vos. Ade­más, un infor­me de Noti­cias UNO, tele­no­ti­cie­ro colom­biano inde­pen­dien­te, en su emi­sión del pri­me­ro de diciem­bre de 2008, mos­tra­ba el con­te­ni­do del expe­dien­te sobre los “indes­truc­ti­bles” super­compu­tado­res en los que un ofi­cial de inte­li­gen­cia de la poli­cía colom­bia­na decla­ra­ba bajo juramento:

“PREGUNTADO: Infor­me al des­pa­cho si uste­des halla­ron en los ele­men­tos elec­tró­ni­cos incau­ta­dos a Raúl Reyes archi­vos corres­pon­dien­tes a los correos elec­tró­ni­cos envia­dos y reci­bi­dos por él. RONALD HAYDEN COY ORTIZ: Pan­ta­lla­zo de correo elec­tró­ni­co no se ha halla­do has­ta el momen­to. Se han halla­do gran can­ti­dad de direc­cio­nes que per­te­ne­cen a correos elec­tró­ni­cos. Pero Reyes alma­ce­na­ba la infor­ma­ción en Word y en pro­gra­mas de Microsoft”.

Vale recor­dar los párra­fos 66 y 67 del “Infor­me foren­se de INTERPOL sobre los orde­na­do­res y equi­pos infor­má­ti­cos de las FARC deco­mi­sa­dos por Colom­bia – Infor­me Públi­co”. Estos, efec­ti­va­men­te, no hablan de correos elec­tró­ni­cos, aun­que sí de direc­cio­nes electrónicas.

Pero los dos dis­cos duros exter­nos apa­re­cie­ron a mitad de camino, aun­que hay que acla­rar que éstos supues­ta­men­te sólo con­tie­nen músi­ca, videos e imá­ge­nes, y todo fue ingre­sa­do a ambas pie­zas con fecha futu­ra. Tam­bién regis­tra fecha futu­ra uno de los compu­tado­res, que a su vez alber­ga sólo un archivo.

En la sec­ción de Ane­xos del mis­mo infor­me, en la pri­me­ra comu­ni­ca­ción a INTERPOL, con el asun­to “Soli­ci­tud exper­to téc­ni­co foren­se”, el gene­ral Oscar Naran­jo, direc­tor de la Poli­cía Nacio­nal, soli­ci­ta la valo­ra­ción ofi­cial de “tres (3) compu­tado­res y tres (3) dis­po­si­ti­vos USB”. El secre­ta­rio gene­rad­le INTERPOL, Ronald K. Noble, con­tes­ta el 5 de mar­zo a la enton­ces direc­to­ra del ser­vi­cio secre­to, DAS, María del Pilar Hur­ta­do, con­fir­man­do por escri­to una pre­via con­ver­sa­ción tele­fó­ni­ca: “Con­cre­ta­men­te, han pedi­do Vds. a INTERPOL que les pro­por­cio­ne ayu­da espe­cia­li­za­da en mate­ria de inves­ti­ga­ción infor­má­ti­ca foren­se en rela­ción con los datos alma­ce­na­dos en tres (3) orde­na­do­res y tres (3) USB que fue­ron deco­mi­sa­dos en el mar­co de una operación…”

Al día siguien­te, la mis­ma direc­to­ra del polé­mi­co DAS le escri­be a Noble, con la refe­ren­cia “Soli­ci­tud de asis­ten­cia téc­ni­ca”, “esta­ble­cer el ori­gen y mane­jo téc­ni­co dado a la infor­ma­ción obte­ni­da de los pro­ce­sos de bús­que­da de los archi­vos alma­ce­na­dos en los tres compu­tado­res por­tá­ti­les, tres memo­rias USB, y dos dis­cos exter­nos, que son obje­to de aná­li­sis por par­te de la Poli­cía Nacio­nal de Colombia…”.

El 28 de agos­to, la lec­to­ra Lucy Roess­ler acer­ta­da­men­te comen­ta: “En la pági­na 53 del infor­me Inter­pol se lee que se le soli­ci­tó ofi­cial­men­te al orga­nis­mo: ‘la valo­ra­ción ofi­cial de tres (3) compu­tado­res y tres (3) dis­po­si­ti­vos de alma­ce­na­mien­to USB…’”, y remi­te a un artícu­lo suyo en Indymedia.

(Fuen­te: El fin jus­ti­fi­ca los medios, El poder, Fron­te­ras, La gue­rra y la paz)

Recuer­de pre­si­den­te Chá­vez que María del Pilar Hur­ta­do, exdi­rec­to­ra del DAS, es pró­fu­ga de la jus­ti­cia colom­bia­na por serios deli­tos y que usted y su gobierno han sido acu­sa­dos innu­me­ra­bles veces de estar en los compu­tado­res de marras. Y eso no ha para­do de ser uti­li­za­do en su con­tra. Cono­cien­do aho­ra el modus ope­ran­di de la INTERPOL, nada raro que le apli­que en el futu­ro la mis­ma sucia manio­bra a usted o uno de los suyos.

Dice el Preám­bu­lo de la Decla­ra­ción Uni­ver­sal de los Dere­chos Humanos:

“Con­si­de­ran­do esen­cial que los dere­chos huma­nos sean pro­te­gi­dos por un régi­men de Dere­cho, a fin de que el hom­bre no se vea com­pe­li­do al supre­mo recur­so de la rebe­lión con­tra la tira­nía y la opresión”

En el ante­rior acá­pi­te se sus­ten­ta el Dere­cho a la Rebe­lión. Un con­si­de­ra­ble núme­ro de colombianos(as) empu­ñan las armas y se alza­ron con­tra un régi­men des­pó­ti­co y ase­sino (“La más vie­ja demo­cra­cia en Amé­ri­ca Lati­na”) hace más de 50 años. Colom­bia es con­si­de­ra­da en el con­cier­to mun­dial como una de las nacio­nes con mayor índi­ce de vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos e inequi­dad social; como uno de los paí­ses con mayor núme­ro de asi­la­dos, refu­gia­dos y des­pla­za­dos inter­nos. Un país con los más aza­ro­sos regis­tros de eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les, geno­ci­dios, etno­ci­dios, muti­la­cio­nes, tor­tu­ras, des­apa­ri­cio­nes forzadas.

Un país en que los cri­mi­na­les ampa­ra­dos por el Esta­do, lle­ga­ron has­ta jugar fút­bol con la cabe­za de una víc­ti­ma. Un país en dón­de se que­mó a las víc­ti­mas vivas en hor­nos para fabri­car tejas. Un país con el mayor núme­ro de fosas comu­nes. Un país en don­de tres can­di­da­tos pre­si­den­cia­bles fue­ron ase­si­na­dos y un par­ti­do polí­ti­co exter­mi­na­do. Un país en el que has­ta un cer­cano ami­go de Pablo Esco­bar y del Car­tel de Mede­llín lle­gó a ser pre­si­den­te. Un país en que el cere­bro de las eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les de jóve­nes humil­des ofi­cia como pre­si­den­te. Un país don­de mili­ta­res vio­lan niños y lue­go los des­cuar­ti­zan y no pasa nada. Un país con el récord imba­ti­ble de sin­di­ca­lis­tas y perio­dis­tas ase­si­na­dos. De ese país salió al exi­lio Joa­quín Pérez Bece­rra y nun­ca más regre­só. A ese país Joa­quín Pérez Bece­rra le renun­ció a su nacio­na­li­dad y se hizo sue­co. A ese país Vene­zue­la lo depor­tó a sabien­das que era asi­la­do polí­ti­co y ciu­da­dano sue­co. Y que por lo tan­to la depor­ta­ción no ope­ra­ba hacia la cri­mi­nal y mafio­sa Colombia.

Con­ti­núa dicien­do el preám­bu­lo: “Con­si­de­ran­do que los Esta­dos Miem­bros se han com­pro­me­ti­do a ase­gu­rar, en coope­ra­ción con la Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Uni­das, el res­pe­to uni­ver­sal y efec­ti­vo a los dere­chos y liber­ta­des fun­da­men­ta­les del hombre”

El res­pe­to efec­ti­vo a los dere­chos y liber­ta­des fun­da­men­ta­les de Joa­quín Pérez Bece­rra fue con­cul­ca­do por el Esta­do vene­zo­lano. El prin­ci­pio bona fides fue des­co­no­ci­do a Joa­quín Pérez Bece­rra por cuan­to éste exhi­bía su pasa­por­te sue­co, recor­da­ba su cali­dad de asi­la­do poli­ti­co, de perio­dis­ta y el ries­go que para él repre­sen­ta­ba ser envia­do a Colom­bia. Ade­más que hacía su ingre­so legal al país.

Artícu­lo 1. “Todos los seres huma­nos nacen libres e igua­les en dig­ni­dad y dere­chos y, dota­dos como están de razón y con­cien­cia, deben com­por­tar­se fra­ter­nal­men­te los unos con los otros”.

Las dig­ni­dad y dere­chos de Joa­quín Pérez Bece­rra fue­ron vio­len­ta­dos al negar­le el acce­so a su repre­sen­tan­te con­su­lar como extran­je­ro que es. Se le con­de­nó sin ser ven­ci­do en jui­cio, se le depor­tó a un país que ya no era el suyo y del cual huyó para sal­var su vida. Se le des­tru­yó la hon­ra y buen nom­bre, su dig­ni­dad de perio­dis­ta y hom­bre libre.

Artícu­lo 2. “Toda per­so­na tie­ne los dere­chos y liber­ta­des pro­cla­ma­dos en esta Decla­ra­ción, sin dis­tin­ción algu­na de raza, color, sexo, idio­ma, reli­gión, opi­nión polí­ti­ca o de cual­quier otra índo­le, ori­gen nacio­nal o social, posi­ción eco­nó­mi­ca, naci­mien­to o cual­quier otra con­di­ción. Ade­más, no se hará dis­tin­ción algu­na fun­da­da en la con­di­ción polí­ti­ca, jurí­di­ca o inter­na­cio­nal del país o terri­to­rio de cuya juris­dic­ción depen­da una per­so­na, tan­to si se tra­ta de un país inde­pen­dien­te, como de un terri­to­rio bajo admi­nis­tra­ción fidu­cia­ria, no autó­no­mo o some­ti­do a cual­quier otra limi­ta­ción de soberanía”.

Es cla­ro que en Colom­bia exis­te el deli­to de opi­nión. En Vene­zue­la lo saben por­que perio­dis­tas de TELESUR lo sufrie­ron en car­ne pro­pia. A Joa­quín Pérez Bece­rra lo per­si­guen por su opi­nión polí­ti­ca en ANNCOL, por­que ANNCOL lla­ma las cosas por su nom­bre, “Chucky” a “Chucky”. En la nar­co­de­mo­cra­cia colom­bia­na se está pena­li­zan­do leer o ser par­te de ANNCOL. Cie­ga­men­te rela­cio­nan a ANNCOL con las insur­gen­cia colom­bia­na. El esta­ble­ci­mien­to colom­biano no per­do­na que ANNCOL sea des­obe­dien­te, que los des­en­mas­ca­re, que los deje en evi­den­cia ante el mun­do. Enton­ces cual­quie­ra que ose allí escri­bir o leer es suje­to de judia­li­za­ción. Un caso para ilus­trar lo abe­rran­te de esta reali­dad fue el del pro­fe­sor Miguel Angel Bel­trán a quien depor­ta­ron de Méxi­co de una mane­ra sucia y repu­dia­ble, muy pare­ci­da a la que sufrió Joa­quín Pérez Bece­rra, lo acu­sa­ron de escri­bir en ANNCOL bajo un seu­dó­ni­mo y por ende ser de las FARC-EP. Es decir, de ser esto cier­to, que no lo es, se le esta­ría juz­gan­do por escri­bir en un medio alter­na­ti­vo de comunicación.

Final­men­te, señor pre­si­den­te Chá­vez, a quien mon­ta­ron en una tram­pa fue a usted y no a Joa­quín Pérez Bece­rra. Por lo tan­to, no hay que hacer un muñe­co para que­mar­lo a usted pues usted mis­mo se quemó.

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*Escri­tor, perio­dis­ta y ana­lis­ta polí­ti­co internacional

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