El Nor­te revuel­to y bru­tal – Fidel Castro

Esta­ba leyen­do mate­ria­les y libros en abun­dan­cia para cum­plir mi pro­me­sa de con­ti­nuar la Refle­xión del 14 de abril sobre la Bata­lla de Girón, cuan­do eché una ojea­da a las noti­cias fres­cas de ayer, que son abun­dan­tes como todos los días. Se pue­den acu­mu­lar mon­ta­ñas en cual­quier sema­na, que van des­de el terre­mo­to en Japón, al triun­fo de Ollan­ta Huma­la sobre Kei­ko, hija de Alber­to Fuji­mo­ri, ex pre­si­den­te de Perú.

Perú es gran expor­ta­dor de pla­ta, cobre, zinc, esta­ño y otros mine­ra­les; posee gran­des yaci­mien­tos de ura­nio que pode­ro­sas trans­na­cio­na­les aspi­ran a explo­tar. Del ura­nio enri­que­ci­do salen las más terri­bles armas que cono­ció la huma­ni­dad, y el com­bus­ti­ble de las cen­tra­les elec­tro­nu­clea­res que, pese a las adver­ten­cias de los eco­lo­gis­tas, se esta­ban cons­tru­yen­do a rit­mo ace­le­ra­do en Esta­dos Uni­dos, Euro­pa y Japón.

No sería jus­to, des­de lue­go, cul­par a Perú de esto. Los perua­nos no crea­ron el colo­nia­lis­mo, el capi­ta­lis­mo y el impe­ria­lis­mo. Tam­po­co se pue­de cul­par al pue­blo de Esta­dos Uni­dos, que es tam­bién víc­ti­ma del sis­te­ma que ha engen­dra­do allí a los polí­ti­cos más ato­lon­dra­dos que ha cono­ci­do el planeta.

El pasa­do 8 de abril los amos del mun­do die­ron a la luz su acos­tum­bra­do infor­me anual sobre las vio­la­cio­nes de los “dere­chos huma­nos”, que moti­vó un agu­do aná­li­sis en el sitio web Rebe­lión, sus­cri­to por el cubano Manuel E. Yepe, basa­do en la res­pues­ta del Con­se­jo de Esta­do de Chi­na, enu­me­ran­do hechos que demues­tran la desas­tro­sa situa­ción de tales dere­chos en Esta­dos Unidos.

“…Esta­dos Uni­dos es el país don­de más se agre­den los dere­chos huma­nos, tan­to en su pro­pio país como en todo el mun­do, y es una de las nacio­nes que menos garan­ti­za la vida, la pro­pie­dad y la segu­ri­dad per­so­nal de sus habitantes.

“Cada año, una de cada 5 per­so­nas es víc­ti­ma de un cri­men, la tasa más alta del pla­ne­ta. Según cifras ofi­cia­les, las per­so­nas mayo­res de 12 años sufrie­ron 4,3 millo­nes de actos violentos.

“La delin­cuen­cia cre­ció alar­man­te­men­te en las cua­tro mayo­res ciu­da­des del país (Fila­del­fia, Chica­go, Los Ange­les y Nue­va York) y se regis­tra­ron nota­bles incre­men­tos res­pec­to al año pre­vio en otras gran­des urbes (San Luis y Detroit).

“El Tri­bu­nal Supre­mo dic­ta­mi­nó que la pose­sión de armas para la defen­sa per­so­nal es un dere­cho cons­ti­tu­cio­nal que no pue­de ser igno­ra­do por los gobier­nos esta­dua­les. Noven­ta de los 300 millo­nes de habi­tan­tes del país poseen 200 millo­nes de armas de fuego.

“En el país se regis­tra­ron 12.000 homi­ci­dios cau­sa­dos por armas de fue­go, mien­tras que el 47 por cien­to de los robos se come­tie­ron igual­men­te con uso de armas de fuego.

“A la som­bra de la sec­ción de “acti­vi­da­des terro­ris­tas” del Acta Patrió­ti­ca, la tor­tu­ra y la extre­ma vio­len­cia para obte­ner con­fe­sio­nes de sos­pe­cho­sos son prác­ti­cas comu­nes. Las con­de­nas injus­tas se evi­den­cian en las 266 per­so­nas, 17 de ellas ya en el corre­dor de la muer­te, que han sido absuel­tas gra­cias a prue­bas de ADN.

“Washing­ton abo­ga por la liber­tad en Inter­net para hacer de la red de redes una impor­tan­te herra­mien­ta diplo­má­ti­ca de pre­sión y hege­mo­nía, pero impo­ne estric­tas res­tric­cio­nes en el ciber­es­pa­cio en su pro­pio terri­to­rio y tra­ta de esta­ble­cer un cer­co legal para lidiar con el desa­fío que repre­sen­ta Wiki­leaks y sus filtraciones.

“Con una alta tasa del des­em­pleo, la pro­por­ción de ciu­da­da­nos esta­dou­ni­den­ses que vive en la pobre­za alcan­zó un nivel récord. Uno de cada ocho ciu­da­da­nos que par­ti­ci­pó el pasa­do año en los pro­gra­mas de cupo­nes para alimentos.

“El núme­ro de fami­lias aco­gi­das en cen­tros para des­am­pa­ra­dos aumen­tó un 7 por cien­to y las fami­lias tuvie­ron que per­ma­ne­cer más tiem­po en los cen­tros de aco­gi­da. Los deli­tos vio­len­tos con­tra estas fami­lias sin techo aumen­tan sin cesar.

“La dis­cri­mi­na­ción racial per­mea cada aspec­to de la vida social. Los gru­pos mino­ri­ta­rios son dis­cri­mi­na­dos en sus empleos, tra­ta­dos de mane­ra indig­na y no son teni­dos en cuen­ta para ascen­sos, bene­fi­cios o pro­ce­sos de selec­ción labo­ral. Un ter­cio de los negros sufrió dis­cri­mi­na­ción en sus luga­res de tra­ba­jo aun­que sólo el 16% se atre­vió a ele­var queja.

“La tasa de des­em­pleo entre los blan­cos es de un 16,2 %, entre his­pa­nos y asiá­ti­cos del 22 %, y entre los negros es del 33 %. Los afro­ame­ri­ca­nos y los lati­nos repre­sen­tan el 41 por cien­to de la pobla­ción car­ce­la­ria. La tasa de afro­ame­ri­ca­nos cum­plien­do cade­na per­pe­tua es 11 veces más alta que la de blancos.

“El 90 por cien­to de las muje­res ha sufri­do dis­cri­mi­na­ción sexual de algún tipo en su lugar de tra­ba­jo. Vein­te millo­nes de muje­res son víc­ti­mas de vio­la­ción, casi 60.000 pre­sas han sufri­do agre­sión sexual o vio­len­cia. Una quin­ta par­te de las estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rias son agre­di­das sexual­men­te y el 60 por cien­to de las vio­la­cio­nes en cam­pus uni­ver­si­ta­rios ocu­rre en los dor­mi­to­rios femeninos.

“Nue­ve de cada diez estu­dian­tes homo­se­xua­les, bise­xua­les o tran­se­xua­les sufren aco­so en el cen­tro escolar.

“El Infor­me dedi­ca un capí­tu­lo a recor­dar las vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos de que es res­pon­sa­ble el gobierno de Esta­dos Uni­dos fue­ra de sus fron­te­ras. Las gue­rras de Irak y Afga­nis­tán, diri­gi­das por EEUU, han cau­sa­do cifras exor­bi­tan­tes de víc­ti­mas entre la pobla­ción civil de estos países.

“Las accio­nes ‘anti­te­rro­ris­tas’ de EEUU han inclui­do gra­ves escán­da­los de abu­so a pri­sio­ne­ros, deten­cio­nes inde­fi­ni­das sin car­gos o jui­cios en cen­tros de deten­ción como el de Guan­tá­na­mo y otros luga­res del mun­do, crea­dos para inte­rro­gar a los deno­mi­na­dos ‘pre­sos de gran valor ele­va­do’ don­de se apli­can las peo­res torturas.

“Tam­bién recuer­da el docu­men­to chino que EEUU ha vio­la­do el dere­cho a exis­tir y desa­rro­llar­se a la pobla­ción cuba­na sin aca­tar la volun­tad mun­dial expre­sa­da por la Asam­blea Gene­ral de la ONU duran­te 19 años con­se­cu­ti­vos sobre ‘La nece­si­dad de poner fin al blo­queo eco­nó­mi­co, comer­cial y finan­cie­ro con­tra Cuba’.

“EEUU no ha rati­fi­ca­do con­ven­cio­nes inter­na­cio­na­les sobre los dere­chos huma­nos como el Pac­to Inter­na­cio­nal de Dere­chos Eco­nó­mi­cos, Socia­les y Cul­tu­ra­les; la Con­ven­ción sobre la Eli­mi­na­ción de Todas las For­mas de la Dis­cri­mi­na­ción con­tra la Mujer; la Con­ven­ción sobre los Dere­chos de las Per­so­nas con Dis­ca­pa­ci­dad y la Con­ven­ción sobre los Dere­chos del Niño.

“Los datos que apor­ta el recuen­to pre­sen­ta­do por el gobierno chino demues­tran que el funes­to his­to­rial de EEUU en este terreno lo des­ca­li­fi­can como ‘juez de los dere­chos huma­nos en el mun­do’. Su ‘diplo­ma­cia de los dere­chos huma­nos’ es pura hipo­cre­sía de doble rase­ro al ser­vi­cio de sus intere­ses impe­ria­les estra­té­gi­cos. El gobierno chino acon­se­ja al gobierno de EEUU que tome medi­das con­cre­tas para mejo­rar su pro­pia situa­ción en dere­chos huma­nos, que exa­mi­ne y rec­ti­fi­que sus acti­vi­da­des en ese terreno y deten­ga sus actos hege­mó­ni­cos con­sis­ten­tes en uti­li­zar los dere­chos huma­nos para inter­fe­rir en los asun­tos inter­nos de otros países.”

Lo impor­tan­te de este aná­li­sis, a nues­tro jui­cio, es que se haga tal denun­cia en un docu­men­to sus­cri­to por el Esta­do chino, un país de 1 341 millo­nes de ciu­da­da­nos, que posee 2 millo­nes de millo­nes de dóla­res en sus reser­vas mone­ta­rias, sin cuya coope­ra­ción comer­cial el impe­rio se hun­de. Me pare­cía impor­tan­te que nues­tro pue­blo cono­cie­ra los datos pre­ci­sos con­te­ni­dos en el docu­men­to del Con­se­jo de Esta­do chino.

Si Cuba lo dije­ra, care­ce­ría de impor­tan­cia; lle­va­mos más de 50 años denun­cian­do a esos hipócritas.

Mar­tí había dicho hace 116 años, en 1895: “…el camino que se ha de cegar, y con nues­tra san­gre esta­mos cegan­do, de la ane­xión de los pue­blos de nues­tra Amé­ri­ca, al Nor­te revuel­to y bru­tal que los desprecia…”

“Viví en el mons­truo, y le conoz­co las entrañas”.

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