Un sin­di­ca­lis­mo con alter­na­ti­vas y capa­ci­dad de movi­li­za­ción – Adol­fo Muñoz, Txiki

El movi­mien­to sin­di­cal que ELA repre­sen­ta no va a ser cóm­pli­ce del empo­bre­ci- mien­to colec­ti­vo y del saqueo con­tra los dere­chos labo­ra­les y socia­les exi­gi­do por el capi­tal y rea­li­za­do por los gobier­nos. ¿En qué con­sis­te el saqueo? Se tra­ta de apro­ve­char una cri­sis capi­ta­lis­ta de la que nues­tros dere­chos no son res­pon­sa­bles para vol­ver a trans­fe­rir ren­ta de nues­tros bol­si­llos a las gran­des empre­sas y a la banca.

Esta­mos ante una cace­ría. Han caza­do varias pie­zas y quie­ren más. En el últi­mo año se ha apro­ba­do la Refor­ma Labo­ral para faci­li­tar y aba­ra­tar el des­pi­do y van a tra­mi­tar la de pen­sio­nes para ale­gría de los fon­dos de pen­sio­nes pri­va­dos que ges­tio­na la Ban­ca. Aho­ra exi­gen una Refor­ma de la Nego­cia­ción Colec­ti­va para ata­car sala­rios, des­truir los con­ve­nios y des­ac­ti­var la acción colec­ti­va de los y las trabajadoras.

Se ha dado luz ver­de a los pre­su­pues­tos más injus­tos de la his­to­ria. Se recor­tan pres­ta­cio­nes socia­les, en sani­dad, edu­ca­ción, des­tru­yen empleo… Por el con­tra­rio, la fis­ca­li­dad no se toca, sal­vo para redu­cir los impues­tos a los ricos. ¿Cuán­to tar­da­rán las hacien­das vas­cas en vol­ver a redu­cir el Impues­to de Sociedades?

Quie­ren nues­tro empo­bre­ci­mien­to y abu­san de la mani­pu­la­ción en una socie­dad don­de prohí­ben el deba­te y la dis­cu­sión de alter­na­ti­vas. Ocul­tan que el défi­cit públi­co no es res­pon­sa­bi­li­dad de los dere­chos socia­les, ni de los sala­rios. Del défi­cit es res­pon­sa­ble la des­ca­pi­ta­li­za­ción fis­cal rea­li­za­da por el PP, PSOE, PNV, UPN y CiU; es res­pon­sa­ble la eco­no­mía espe­cu­la­ti­va ali­men­ta­da por el Ban­co de Espa­ña y los suce­si­vos gobier­nos; las ingen­tes can­ti- dades de dine­ro que dan a la ban­ca, las ayu­das de todo tipo para la patro­nal (la más sub­ven­cio­na­da y pará­si­ta de toda Euro­pa)… Son los res­pon­sa­bles y los que, por para­dó­ji­co que parez­ca, impo­nen la agen­da de los recor­tes socia­les para que lo suyo no corra peli­gro. Por eso es un saqueo, una estafa.

Apro­ve­chan el ser­vi­lis­mo de la mayor par­te de la cla­se polí­ti­ca. Sufri­mos una catás­tro­fe polí­ti­ca que deja muchos dam­ni­fi­ca­dos. ¿Aca­so no es una catás­tro­fe que los ciu­da­da­nos ten­gan difi­cul­ta­des para dis­tin­guir en qué se dife­ren­cian las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas de Ber­lus­co­ni, Zapa­te­ro, Mer­kel, Came­ron, Sócra­tes, Patxi López, José Luis Bil­bao, o Mar­kel Olano? Todos, en la medi­da de sus com­pe­ten­cias, hacen lo mismo.

Aho­ra toca el Pac­to de Com­pe­ti­ti­vi­dad. En él son los res­pec­ti­vos esta­dos los que se some­ten volun­ta­ria­men­te para que la Comi­sión Euro­pea ‑con­tro­la­da por el poder eco­nó­mi­co- haga de poli­cía y se encar­gue de ase­gu­rar polí­ti­cas con­ser­va­do­ras, de derechas.

Ante este ata­que a los dere­chos de los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, el sin­di­ca­lis­mo no tie­ne otra alter­na­ti­va que dar la cara dejan­do al poder polí­ti­co solo. No es eso lo que están hacien­do CCOO y UGT. El des­gra­cia­do Acuer­do fir­ma­do con patro­nal y Gobierno espa­ñol para bajar las pen­sio­nes se pone como ejem­plo por la dere­cha en la Unión Euro­pea para exten­der­lo a todos los esta­dos y nin­gún sin­di­ca­to en Euro­pa está por la labor.

No hay «diá­lo­go social». Hay uni­la­te­ra­li­dad. El mun­do del tra­ba­jo nece­si­ta refe­ren­cias que no supon­gan un enga­ño. El diá­lo­go social es un enga­ño; una dor­mi­de­ra bien finan­cia­da para silen­ciar al sin­di­ca­lis­mo. Noso­tros no vamos a repre­sen­tar ese papel.

Ade­más, el Esta­do apro­ve­cha la cri­sis para eli­mi­nar ins­tru­men­tos de acción polí­ti­ca, social y tam­bién sin­di­cal en nues­tro país. Y noso­tros que­re­mos capa­ci­dad legis­la­ti­va para poder defen­der unas con­di­cio­nes de tra­ba­jo dig­nas. Para hacer fren­te al ver­da­de­ro pro­ble­ma de la nego­cia­ción colec­ti­va: la pre­ca­rie­dad, los bajos sala­rios, la explo­ta­ción, las lar­gas jor­na­das… ¿Qué pre­cio se cobran CCOO y UGT por lo que están hacien­do? Una refor­ma de la nego­cia­ción colec­ti­va que favo­rez­ca su mono­po­lio repre­sen­ta­ti­vo. De eso están hablando.

Sí, la patro­nal quie­re empo­bre­cer, y CCOO y UGT un mono­po­lio que reduz­ca la influen­cia sin­di­cal de otras orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les, las nues­tras. Les trae sin cui­da­do que eso supon­ga empeo­rar las con­di­cio­nes de tra­ba­jo (eso sig­ni­fi­ca la cen­tra­li­za­ción o faci­li­tar el des­cuel­gue de los con­ve­nios…). Pues bien, que­re­mos deci­dir dón­de y qué nego­cia­mos; exi­gi­mos tener capa­ci­dad para poder deci­dir eso. Recha­za­mos una estruc­tu­ra esta­tal ver­ti­cal y buro­crá­ti­ca que nos pri­ve de ese dere­cho. Recha­za­mos una LOAPA sin­di­cal que impi­da el dere­cho a nego­ciar colec­ti­va­men­te, noso­tros en nues­tro país.

Exi­gi­mos res­pe­to demo­crá­ti­co para que las mayo­rías sin­di­ca­les deci­dan demo­crá­ti­ca­men­te en cada ámbito.

Es nues­tro ámbi­to de deci­sión: el de los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras. Defen­de­mos un Mar­co Vas­co de Rela­cio­nes Labo­ra­les y Pro­tec­ción Social en el que la nego­cia­ción colec­ti­va es esen­cial. Por eso empla­za­mos a los par­ti­dos polí­ti­cos, a todos, espe­cial­men­te a quie­nes dicen defen­der­lo, a que se opon­gan a esta refor­ma. Dejar­se lle­var, tam­bién en este tema, por los intere­ses de la patro­nal, con­lle­va­ría una gra­ví­si­ma deja­ción polí­ti­ca que afec­ta­ría, sin duda, a la cali­dad de vida de la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca y a sus con­di­cio­nes de tra­ba­jo. ELA ha deci­di­do no callar y movi­li­zar­se ante seme­jan­te ataque.

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