El Minis­te­rio del Inte­rior paró con dine­ro y pre­ben­das los jui­cios de los GAL en Fran­cia – La Haine

Ima­gen: Foto del archi­vo poli­cial fran­quis­ta del con­fi­den­te Jacin­to Gue­rre­ro (los​de​la​sie​rra​.info)

Jacin­to Ángel Gue­rre­ro Lucas, alto gra­do de la maso­ne­ría fran­ce­sa, espía y ase­sor del Minis­te­rio del Inte­rior en la eta­pa del Gobierno de Feli­pe Gon­zá­lez, era el encar­ga­do por el enton­ces secre­ta­rio de Esta­do de Inte­rior, Rafael Vera, de ralen­ti­zar y con­tro­lar los asun­tos de los Gru­pos Anti­te­rro­ris­tas de Libe­ra­ción en Fran­cia. Para lle­var a cabo ese come­ti­do, Gue­rre­ro Lucas repar­tió pre­ben­das entre poli­cías galos y obse­quió con via­jes y aten­cio­nes a los jue­ces y altos car­gos fran­ce­ses. Todos esos fas­tos fue­ron finan­cia­dos por el Minis­te­rio del Inte­rior español.

Gue­rre­ro Lucas comen­zó a cola­bo­rar con Inte­rior en 1983, tras la pri­me­ra acción ofi­cial de los GAL: el secues­tro y pos­te­rior des­apa­ri­ción de Lasa y Zaba­la. El agen­te guar­dó toda la corres­pon­den­cia per­so­nal y ofi­cial que man­tu­vo entre 1989 y 2004 con todos sus inter­lo­cu­to­res: Minis­te­rio del Inte­rior, Pre­si­den­cia del Gobierno y repre­sen­tan­tes del Par­ti­do Socia­lis­ta. Comen­zó a cola­bo­rar con Inte­rior en 1983, tras la pri­me­ra acción ofi­cial de los GAL: el secues­tro y pos­te­rior des­apa­ri­ción de Lasa y Zaba­la. Lle­gó a acu­mu­lar un total de 60 cajas con mate­rial deli­ca­do y sen­si­ble sobre ETA, los mer­ce­na­rios de los GAL, el secues­tro de Publio Cor­dón, la remu­ne­ra­ción de algu­nos poli­cías galos y los via­jes y rega­los que reci­bie­ron magis­tra­dos franceses.

Entre las car­tas de Gue­rre­ro Lucas tam­bién está la corres­pon­den­cia que man­tu­vo con Feli­pe Gon­zá­lez duran­te los años que este fue pre­si­den­te del Gobierno y con pos­te­rio­ri­dad. Esas car­tas con­fir­man que el ex pre­si­den­te esta­ba pun­tual­men­te infor­ma­do de todo lo con­cer­nien­te a la lucha anti­te­rro­ris­ta a tra­vés del agen­te de Inte­rior. Esa corres­pon­den­cia tam­bién se man­tu­vo tras los aten­ta­dos del 11‑M, según se dedu­ce de una car­ta en la que Gue­rre­ro se ofre­ce a Gon­zá­lez y Alfre­do Pérez Rubal­ca­ba con «datos que con­si­de­ro de la máxi­ma impor­tan­cia para la Segu­ri­dad […] y que no he que­ri­do poner aho­ra en manos del poder saliente».

Un con­fi­den­te infil­tra­do en el anarquismo

Sus ex com­pa­ñe­ros de Defen­sa Inte­rior, el gru­po anar­quis­ta que se hizo res­pon­sa­ble de aquel aten­ta­do, han seña­la­do en reite­ra­das oca­sio­nes a Gue­rre­ro Lucas como el con­fi­den­te de la poli­cía fran­quis­ta que infor­mó, fal­sa­men­te, sobre la auto­ría del aten­ta­do y seña­ló a Gra­na­do y Del­ga­do. La con­se­cuen­cia de aquel chi­va­ta­zo poli­cial fue la muer­te en agos­to de 1963 de dos ino­cen­tes por medio del garro­te vil.

Gue­rre­ro Lucas, que ya ha cum­pli­do los 67 años, se defi­ne como anar­quis­ta, es pri­mer gra­do de la maso­ne­ría y duran­te muchos años se movió por las are­nas move­di­zas de los ser­vi­cios secre­tos y el mun­di­llo de los cola­bo­ra­do­res y con­fi­den­tes que las poli­cías fran­ce­sa y espa­ño­la uti­li­za­ron duran­te la épo­ca fran­quis­ta, la Tran­si­ción y la democracia.

Pero aún exis­ten posi­bi­li­da­des de que Gue­rre­ro Lucas, más cono­ci­dos por los alias de El Boti­je­ro, El Zapa­to­ne y El Peque, ten­ga que expli­car su paso y actua­cio­nes en Defen­sa Inte­rior. Si la defen­sa de los anar­quis­tas Fran­cis­co Gra­na­do y Joa­quín Del­ga­do deci­de pre­sen­tar un recur­so ante el Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal para recu­pe­rar la memo­ria his­tó­ri­ca de los dos anar­quis­tas, el cola­bo­ra­dor de José Barrio­nue­vo, ex minis­tro de Inte­rior, y de Rafael Vera, ex secre­ta­rio de Esta­do, podría decla­rar en ese pro­ce­so de revisión.

Las inves­ti­ga­cio­nes his­tó­ri­co-perio­dís­ti­cas de Car­los Fon­se­ca y Lala Goma per­mi­tie­ron en 1998 recu­pe­rar la memo­ria de los dos jóve­nes anar­quis­tas, acre­di­tar y acla­rar que ellos no fue­ron los auto­res de aquel aten­ta­do, seña­lar cuál fue el supues­to soplón que uti­li­zó la poli­cía fran­quis­ta y per­mi­tir que Anto­nio Mar­tín y Ser­gio Her­nán­dez reve­la­ran que ellos fue­ron los que real­men­te colo­ca­ron las bom­bas en julio de 1963.

Fon­se­ca, a tra­vés de su libro Garro­te vil para dos ino­cen­tes. El caso Del­ga­do-Gra­na­do (Edi­to­rial Temas de Hoy, 1998), lle­ga has­ta el jefe direc­to de los dos jóve­nes anar­quis­tas en el movi­mien­to Defen­sa Inte­rior, Octa­vio Albe­ro­la : « Hemos lle­ga­do a la con­vic­ción de que Gue­rre­ro Lucas era con­fi­den­te de la Poli­cía y que fue él quién pro­vo­có la caí­da y el ase­si­na­to de Del­ga­do y Granado ».

Siem­pre logra­ba huir

Albe­ro­la tam­bién des­cri­be en la obra de Fon­se­ca cómo se die­ron cuen­ta de que Gue­rre­ro Lucas cola­bo­ra­ba con la poli­cía : « En 1967 Gue­rre­ro Lucas, tras el Pleno de las Juven­tu­des Liber­ta­rias en París, me dijo que esta­ba dis­pues­to a par­ti­ci­par en accio­nes y que con­ta­ra con él. Ese mis­mo año par­ti­ci­pó en el inten­to de secues­tro del jefe mili­tar nor­te­ame­ri­cano en Espa­ña y fue­ron dete­ni­dos los com­pa­ñe­ros Luis Edo y Ali­cia Mur, y él con­si­guió esca­par ». Albe­ro­la, a tra­vés de la obra de Fon­se­ca, tam­bién seña­la otros casos don­de Gue­rre­ro Lucas, de for­ma sor­pren­den­te, nun­ca era dete­ni­do y caían sus com­pa­ñe­ros : « En 1968 fui yo el dete­ni­do en Bél­gi­ca mien­tras pre­pa­rá­ba­mos el secues­tro del emba­ja­dor espa­ñol Alber­to Ullas­tres, y de nue­vo Gue­rre­ro Lucas logró huir sin ser detenido ».

Los miem­bros del gru­po anar­quis­ta Defen­sa Inte­rior sos­pe­cha­ban de la con­duc­ta de El Peque, apo­do que le colo­ca­ron a Gue­rre­ro Lucas por su cor­ta esta­tu­ra, pero toda­vía tenían dudas. Fue en 1974 cuan­do Albe­ro­la des­cu­brió cómo y para quién tra­ba­ja­ba su com­pa­ñe­ro : « Fui dete­ni­do de nue­vo tras pasar varios días con él pre­pa­ran­do otro secues­tro. Fue enton­ces cuan­do me di cuen­ta que era un con­fi­den­te y le denun­cié públi­ca­men­te. Des­apa­re­ció sin dejar ni ras­tro y nun­ca más vol­vi­mos a saber de él ».

Otra de las apor­ta­cio­nes perio­dís­ti­cas sobre el caso corrió a car­go de Lala Goma en 1998. Su repor­ta­je tele­vi­si­vo fue emi­ti­do en el canal Arte de Fran­cia y Gue­rre­ro Lucas des­cri­be una serie de hechos ocu­rri­dos en 1963 que des­pués el pro­pio Albe­ro­la des­mon­ta y demues­tra que eran total­men­te falsos.

El Peque des­apa­re­ció para sus com­pa­ñe­ros anar­quis­tas a fina­les de 1974 y al cabo de los años reapa­re­ció casa­do con la hija de un pre­fec­to fran­cés, con­ver­ti­do en masón, en cola­bo­ra­dor del comi­sa­rio Julián Oter del Valle (fina­les de los 70) y en ase­sor de Rafael Vera, ex secre­ta­rio de Esta­do de Interior.

Gue­rre­ro Lucas ha nega­do que él fue­ra el con­fi­den­te de la poli­cía fran­quis­ta que pro­pi­ció la deten­ción y pos­te­rior muer­te de Gra­na­do y Del­ga­do y ase­gu­ra que todo es un mon­ta­je de un gru­po de « des­pre­cia­bles plumíferos ».

’El Zapa­to­ne’, puen­te entre la juez Levert y Rafael Vera

Jacin­to Angel Gue­rre­ro Lucas fue ase­sor en mate­ria anti­te­rro­ris­ta de Rafael Vera, ex secre­ta­rio de Esta­do de Inte­rior, des­de 1983 has­ta 1994. Este año, Vera aban­do­nó Inte­rior por la lle­ga­da del minis­tro Anto­nio Asunción.

Des­pués, con el PP en el poder, Gue­rre­ro Lucas con­ti­nuó cola­bo­ran­do con el Depar­ta­men­to has­ta que, en 1999, el minis­tro Jai­me Mayor Ore­ja logró des­pren­der­se de él.

Gue­rre­ro Lucas, más cono­ci­do en los ámbi­tos poli­cia­les por El Zapa­to­ne, por­que lle­va pla­ta­for­mas en las sue­las de sus zapa­tos que le hacen ser algo más alto de lo que es en reali­dad, ha des­cri­to en algu­na oca­sión : « Conec­té con Rafael Vera y con el minis­tro Barrio­nue­vo en 1983. Me los encon­tré sin inter­lo­cu­to­res, hechos pol­vos, fran­ca­men­te des­ar­ma­dos para la lucha polí­ti­ca con­tra ETA ».

Los años más acti­vos, infor­ma­ti­va­men­te hablan­do, de Gue­rre­ro Lucas en temas rela­cio­na­dos con ETA y como cola­bo­ra­dor de Inte­rior fue­ron los com­pren­di­dos entre 1983 y 1986. Ese perio­do fue cali­fi­ca­do perio­dís­ti­ca­men­te como el de « los años del plo­mo » y coin­ci­dió con un momen­to de ple­na acti­vi­dad de los GAL con­tra los terro­ris­tas de ETA.

El Zapa­to­ne, masón y con muy bue­nas rela­cio­nes con los ante­rio­res gobier­nos fran­ce­ses, se ha jac­ta­do en varias oca­sio­nes de ser el puen­te entre Lau­ren­ce Levert, la juez fran­ce­sa encar­ga­da de los temas anti­te­rro­ris­tas, y su ex jefe Rafael Vera.

En junio de 1998, el infor­ma­dor y ter­tu­liano San­tia­go Belloch, her­mano del ex minis­tro de Jus­ti­cia e Inte­rior y actual alcal­de de Zara­go­za Juan Alber­to Belloch, hizo una loa de Gue­rre­ro Lucas en una entre­vis­ta a la revis­ta Tiem­po y pre­sen­tó al con­fi­den­te poli­cial como « El hom­bre del Minis­te­rio del Inte­rior que man­tu­vo las rela­cio­nes con Francia ».

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