Cues­tión de tiem­po – Txen­te Rekondo

Al tiem­po que pare­cía que demos­tra­ban un sal­to cua­li­ta­ti­vo en las mis­mas. Todo pare­ce indi­car que esta sopa de micro­gru­pos, o al menos algu­nos de ellos, han logra­do tam­bién supe­rar la gra­ve situa­ción estruc­tu­ral que habían teni­do en el pasa­do, cuan­do la mayo­ría de los datos y aná­li­sis coin­ci­dían en seña­lar la alta posi­bi­li­dad que algu­nos de ellos estu­vie­ran cla­ra­men­te infil­tra­dos por par­te de ele­men­tos de la segu­ri­dad bri­tá­ni­cos y demás segurócratas.

La uti­li­za­ción de tec­no­lo­gía moder­na, jun­to al uso de méto­dos más tra­di­cio­na­les de explo­si­vos, pare­ce que les ha con­fe­ri­do la capa­ci­dad de lle­var a cabo esa cam­pa­ña. Ade­más, no debe­mos olvi­dar que nos encon­tra­mos en vís­pe­ras de unas elec­cio­nes en los seis con­da­dos del nor­te de Irlan­da, al tiem­po que se cum­ple el trein­ta ani­ver­sa­rio de las huel­gas de ham­bre que supu­sie­ron entre otras cosas la muer­te de diez pre­sos polí­ti­cos repu­bli­ca­nos (sie­te del IRA y tres del INLA).

Nadie pue­de dudar ya que estos gru­pos pue­den seguir su cam­pa­ña de aten­ta­dos, y pro­ba­ble­men­te en las pró­xi­mas sema­nas inten­ten mos­trar su capa­ci­dad ope­ra­ti­va y en cier­ta medi­da con­di­cio­nar esa cita elec­to­ral. No obs­tan­te, el peso y el apo­yo que a día de hoy reci­ben esos disi­den­tes den­tro de la comu­ni­dad que dicen repre­sen­tar es muy peque­ño, y pro­ba­ble­men­te el pró­xi­mo cin­co de mayo la mayo­ría de la comu­ni­dad nacio­na­lis­ta vol­ve­rá a mos­trar su apo­yo abru­ma­dor a la línea polí­ti­ca que repre­sen­ta el Sin Féin.

Tal vez por ello con­ven­ga tam­bién des­ta­car la otra cara de la disi­den­cia repu­bli­ca­na, que al mis­mo tiem­po que lle­va esas accio­nes arma­das, las com­bi­na con otros ata­ques dia­léc­ti­cos y físi­cos con­tra los miem­bros del Sinn Féin. Así hemos vis­to las ame­na­zas de muer­te con­tra miem­bros del par­ti­do repu­bli­cano y con­tra impor­tan­tes per­so­nas de la comu­ni­dad nacio­na­lis­ta, como el ex-pre­so Séa­mus Finu­ca­ne, cuyo her­mano, el abo­ga­do Pat Finu­ca­ne fue muer­to a tiros en 1989 por un coman­do lea­lis­ta en cla­ra cola­bo­ra­ción con las fuer­zas bri­tá­ni­cas. O los insul­tos que están reci­bien­do estos días los miem­bros del Sinn Féin que lle­van ade­lan­te la cam­pa­ña de su par­ti­do en zonas de Armagh.

El recien­te éxi­to del Sinn Féin en las elec­cio­nes del sur de la isla y las gran­des expec­ta­ti­vas de cara a la cita elec­to­ral de mayo con­tras­tan por tan­to con la agen­da que man­tie­ne la disi­den­cia repu­bli­ca­na a día de hoy. Sus can­di­da­tos, las pocas veces que ha deci­di­do pre­sen­tar­se a las urnas, han obte­ni­do unos resul­ta­dos irri­so­rios, lo que demues­tra una vez más que la comu­ni­dad nacio­na­lis­ta tie­ne cla­ro que el camino que impul­sa el Sinn Féin es el correc­to, con sus caren­cia y defectos.

Des­de que el pro­ce­so de paz se visua­li­zó y logró mate­ria­li­zar el Acuer­do de Vier­nes San­to y todas las pos­te­rio­res trans­for­ma­cio­nes que han teni­do lugar, se han segui­do oyen­do voces dis­con­for­mes, pero que a día de hoy no han logra­do arti­cu­lar una alter­na­ti­va seria a la que defien­de el movi­mien­to repu­bli­cano. Y su accio­nar arma­do está a años luz de con­for­mar una situa­ción pare­ja a la que man­tu­vo en IRA en las déca­das ante­rio­res. Tal vez una de las dife­ren­cias más nota­bles entre el IRA y los gru­pos disi­den­tes (a pesar que éstos inten­ten repe­tir accio­nes mili­ta­res simi­la­res) es el apo­yo que unos y otros han teni­do den­tro de la comu­ni­dad, lo que pro­por­cio­nó en el caso del IRA la posi­bi­li­dad de man­te­ner una cam­pa­ña arma­da con­tra Gran Bre­ta­ña y final­men­te poner en mar­cha el pro­ce­so de paz.

El Real IRA (RIRA), Con­ti­nuity IRA (CIRA), Oglaigh na hEi­reann (OnH) o Repu­bli­can Action Against Drugs (RAAD) van a seguir con su estra­te­gia, pero a día de hoy la expe­rien­cia del pasa­do debe­ría hacer­les ver que en la actual coyun­tu­ra su cam­pa­ña mili­tar tie­ne poco futu­ro y nin­gu­na posi­bi­li­dad de con­di­cio­nar ni la socie­dad irlan­de­sa ni a Gran Bre­ta­ña. Tal vez si pudie­ran arti­cu­lar un movi­mien­to polí­ti­co de cala­do sus argu­men­tos lle­ga­rían a más gen­te, pero como hemos vis­to, a día de hoy el apo­yo popu­lar hacia esas for­ma­cio­nes es muy peque­ño, sin olvi­dar a demás las con­ti­nuas fisu­ras y divi­sio­nes que siguen pro­du­cién­do­se en ese micro­cos­mos disidente.

Gabi­ne­te Vas­co de Aná­li­sis Inter­na­cio­nal (GAIN)

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