Estras­bur­go tira de las ore­jas al esta­do espa­ñol, por con­de­nar­le por «inju­rias al rey» vio­lan­do su liber­tad de expresión

ESTRASBURGO-. El Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos con­de­na al Esta­do espa­ñol a pagar a Arnal­do Ote­gi 20.000 euros por daños mora­les y a abo­nar los 3.000 euros de las cos­tas del pro­ce­di­mien­to, al enten­der que la con­de­na de un año de pri­sión que le impu­sie­ron por «inju­rias gra­ves al rey» espa­ñol fue «des­pro­por­cio­na­da» y «par­ti­cu­lar­men­te seve­ra», ya que el dere­cho a la liber­tad de expre­sión es «pre­cio­so» para todos pero más aún para «un car­go ele­gi­do por el pue­blo», como era enton­ces el diri­gen­te independentista.

Los magis­tra­dos defien­den que sus decla­ra­cio­nes eran «un jui­cio de valor» que pue­den enmar­car­se «en un deba­te más amplio sobre la res­pon­sa­bi­li­dad de las Fuer­zas de Segu­ri­dad del Esta­do en casos de malos tratos».

«Una pena de pri­sión impues­ta por una infrac­ción come­ti­da en el terreno del dis­cur­so polí­ti­co no es com­pa­ti­ble con la liber­tad de expre­sión garan­ti­za­da por el artícu­lo 10 del Con­ve­nio Euro­peo de Dere­chos Huma­nos», afir­ma la resolución.

La sala Ter­ce­ra del Tri­bu­nal de Estras­bur­go sos­tie­ne que «en el con­tex­to de un deba­te sobre una cues­tión con un inte­rés públi­co legí­ti­mo, nada pue­de jus­ti­fi­car la impo­si­ción de tal pena de prisión».

Los jue­ces euro­peos sos­tie­nen que las mani­fes­ta­cio­nes de Ote­gi «pin­tan un cua­dro nega­ti­vo sobre el rey» pero a pesar de ello no ani­man al uso de la vio­len­cia y «no se tra­ta de un dis­cur­so de odio».

La sen­ten­cia afir­ma que «el hecho de que el rey ocu­pe una posi­ción de neu­tra­li­dad en el deba­te polí­ti­co, una posi­ción de árbi­tro y de sím­bo­lo de la uni­dad del Esta­do, no pue­de poner­le al abri­go de todas las crí­ti­cas en el ejer­ci­cio de sus fun­cio­nes oficiales».

Y aña­de que «el hecho de que el rey no sea res­pon­sa­ble penal­men­te, según la Cons­ti­tu­ción, no impi­de por sí mis­mo un deba­te libre sobre sus posi­bles res­pon­sa­bi­li­da­des ins­ti­tu­cio­na­les e inclu­so sim­bó­li­cas, a la cabe­za del Esta­do», todo ello «den­tro de los lími­tes de res­pe­to a su repu­tación como persona».

Para Estras­bur­go, «una pro­tec­ción amplia­da en mate­ria de ofen­sas median­te una ley espe­cial no es con­for­me, en prin­ci­pio, con el espí­ri­tu del Con­ve­nio» Euro­peo de DDHH.

En febre­ro de 2003

Los hechos se remon­tan al 26 de febre­ro de 2003, jor­na­da en la que el rey espa­ñol inau­gu­ró una cen­tral eléc­tri­ca en Biz­kaia, jun­to al lehen­da­ka­ri, Juan José Iba­rretxe. Tras esta visi­ta, Arnal­do Ote­gi, por­ta­voz enton­ces de Bata­su­na, ofre­ció una con­fe­ren­cia de pren­sa en la que pre­gun­tó cómo Iba­rretxe se deja­ba foto­gra­fiar con el rey, al que cali­fi­có de «jefe supre­mo del Ejér­ci­to espa­ñol y res­pon­sa­ble de los torturadores» .

Tras estas decla­ra­cio­nes la Fis­ca­lía se que­re­lló con­tra el diri­gen­te aber­tza­le por «inju­rias gra­ves al Rey».

El TSJPV sen­ten­ció pri­me­ro a favor del elgoi­bar­ta­rra, pero tras el recur­so plan­tea­do por el Minis­te­rio Fis­cal, el Tri­bu­nal Supre­mo espa­ñol con­de­nó a Ote­gi a un año de pri­sión como autor de un «deli­to de inju­rias gra­ves al Rey». El Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal ni siquie­ra admi­tió el recur­so de ampa­ro presentado.

En diciem­bre de 2008, el Tri­bu­nal de Estras­bur­go admi­tió a trá­mi­te la deman­da pre­sen­ta­da por Ote­gi con­tra el Rei­no de Espa­ña por la condena.

La izquier­da aber­tza­le ins­ta al Gobierno espa­ñol a «tomar nota» de los pro­nun­cia­mien­tos internacionales

La izquier­da aber­tza­le recuer­da que la sen­ten­cia hecha públi­ca hoy por el Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos sobre Arnal­do Ote­gi es la segun­da reso­lu­ción con­de­na­to­ria con­tra el Esta­do espa­ñol en una sema­na, tras la rela­ti­va a la denun­cia de tor­tu­ras de Aritz Beris­tain.

Este pro­nun­cia­mien­to, aña­de, se suma a la decla­ra­ción efec­tua­da por un gru­po de par­la­men­ta­rios sui­zos y a la pre­sen­ta­da por la Aso­cia­ción Ame­ri­ca­na de Juris­tas ante el Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos de la ONU.

En una nota, des­ta­ca que todo ello demues­tra «que a nivel inter­na­cio­nal se sigue con aten­ción y preo­cu­pa­ción la situa­ción de vul­ne­ra­ción de dere­chos en Eus­kal Herria».

«En Euro­pa y a nivel inter­na­cio­nal se rati­fi­ca que Espa­ña no está cum­plien­do los están­da­res demo­crá­ti­cos euro­peos e inter­na­cio­na­les», subraya.

La izquier­da aber­tza­le, no obs­tan­te, obser­va «con preo­cu­pa­ción el enro­que que el Esta­do espa­ñol man­tie­ne en la uti­li­za­ción de rece­tas repre­si­vas diver­sas», que a su jui­cio «nada apor­tan a la situa­ción abier­ta en Eus­kal Herria».

Tras cen­su­rar que «has­ta hace poco Madrid alar­dea­ba de que Euro­pa rati­fi­ca­ba su estra­te­gia repre­si­va», ins­ta al Gobierno espa­ñol a «tomar bue­na cuen­ta de los diver­sos pro­nun­cia­mien­tos que se están dan­do a nivel inter­na­cio­nal res­pec­to a la situa­ción crea­da en Eus­kal Herria».

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