La OTAN, la gue­rra, la men­ti­ra y los nego­cios – Fidel Cas­tro Ruz

Como algu­nos cono­cen, en sep­tiem­bre de 1969, Muam­mar al-Gad­da­fi, un mili­tar ára­be beduino de pecu­liar carác­ter e ins­pi­ra­do en las ideas del líder egip­cio Gamal Abdel Nas­ser, pro­mo­vió en el seno de las Fuer­zas Arma­das un movi­mien­to que derro­có al Rey Idris I de Libia, un país desér­ti­co casi en su tota­li­dad y de esca­sa pobla­ción, situa­do al nor­te de Áfri­ca, entre Túnez y Egipto.

Los impor­tan­tes y valio­sos recur­sos ener­gé­ti­cos de Libia fue­ron des­cu­brién­do­se progresivamente.

Naci­do en el seno de una fami­lia de la tri­bu bedui­na de pas­to­res nóma­das del desier­to, en la región de Trí­po­li, Gad­da­fi era pro­fun­da­men­te anti­co­lo­nia­lis­ta. Se ase­gu­ra que un abue­lo paterno murió luchan­do con­tra los inva­so­res ita­lia­nos cuan­do Libia fue inva­di­da por éstos en 1911. El régi­men colo­nial y el fas­cis­mo cam­bia­ron la vida de todos. Se dice, igual­men­te, que el padre sufrió pri­sión antes de ganar­se el pan como obre­ro industrial.

Inclu­so, los adver­sa­rios de Gad­da­fi ase­gu­ran que se des­ta­có por su inte­li­gen­cia como estu­dian­te; fue expul­sa­do del liceo por sus acti­vi­da­des anti­mo­nár­qui­cas. Logró matri­cu­lar­se en otro liceo y des­pués gra­duar­se en leyes en la Uni­ver­si­dad de Ben­ga­si a los 21 años. Ingre­sa des­pués en el Cole­gio Mili­tar de Ben­ga­si don­de creó lo que se deno­mi­nó el Movi­mien­to Secre­to Unio­nis­ta de Ofi­cia­les Libres, con­clu­yen­do pos­te­rior­men­te sus estu­dios en una aca­de­mia mili­tar británica.

Estos ante­ce­den­tes expli­can la nota­ble influen­cia que ejer­ció des­pués en Libia y en otros líde­res polí­ti­cos, estén hoy a favor o en con­tra de Gaddafi.

Había ini­cia­do su vida polí­ti­ca con hechos incues­tio­na­ble­men­te revolucionarios.

En mar­zo de 1970, tras mani­fes­ta­cio­nes masi­vas nacio­na­lis­tas, logró la eva­cua­ción de los sol­da­dos bri­tá­ni­cos del país y, en junio, Esta­dos Uni­dos des­alo­jó la gran base aérea cer­ca de Trí­po­li , entre­ga­da a ins­truc­to­res mili­ta­res egip­cios, país alia­do a Libia.

En 1970, varias com­pa­ñías petro­le­ras occi­den­ta­les y socie­da­des ban­ca­rias con par­ti­ci­pa­ción de capi­ta­les extran­je­ros fue­ron afec­ta­das por la Revo­lu­ción. A fines de 1971, la famo­sa Bri­tish Petro­leum corrió la mis­ma suer­te. En el área agro­pe­cua­ria todos los bie­nes ita­lia­nos fue­ron con­fis­ca­dos, los colo­nos y sus des­cen­dien­tes expul­sa­dos de Libia.

La inter­ven­ción esta­tal se orien­tó al con­trol de las gran­des empre­sas. La pro­duc­ción de ese país pasó a dis­fru­tar de uno de los nive­les más altos del mun­do ára­be. Se prohi­bió el jue­go y el con­su­mo de alcohol. El esta­tus jurí­di­co de la mujer, tra­di­cio­nal­men­te limi­ta­do, fue elevado.

El líder libio se enfras­có en teo­rías extre­mis­tas que se opo­nían tan­to al comu­nis­mo como al capi­ta­lis­mo. Fue una eta­pa en la que Gad­da­fi se dedi­có a la teo­ri­za­ción, que no tie­ne sen­ti­do incluir en este aná­li­sis, aun­que sí seña­lar que en el artícu­lo pri­me­ro de la Pro­cla­ma Cons­ti­tu­cio­nal de 1969 se esta­ble­cía el carác­ter “Socia­lis­ta” de la Jamahi­ri­ya Ára­be Libia Popular.

Lo que deseo enfa­ti­zar es que a Esta­dos Uni­dos y sus alia­dos de la OTAN nun­ca le inte­re­sa­ron los dere­chos humanos.

La olla de gri­llos que tuvo lugar en el Con­se­jo de Segu­ri­dad, en la reu­nión del Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos con sede en Gine­bra, y en la Asam­blea Gene­ral de la ONU en Nue­va York, fue puro teatro.

Com­pren­do per­fec­ta­men­te las reac­cio­nes de los líde­res polí­ti­cos envuel­tos en tan­tas con­tra­dic­cio­nes y esté­ri­les deba­tes, dada la urdim­bre de intere­ses y pro­ble­mas que deben atender.

Todos sabe­mos muy bien que el carác­ter de miem­bro per­ma­nen­te, el poder de veto, la pose­sión de armas nuclea­res, y no pocas ins­ti­tu­cio­nes son fuen­tes de pri­vi­le­gios e intere­ses impues­tos por la fuer­za a la huma­ni­dad. Se pue­de estar o no de acuer­do con muchas de ellas, pero jamás acep­tar­las como medi­das jus­tas o éticas.

El impe­rio pre­ten­de aho­ra hacer girar los acon­te­ci­mien­tos en torno a lo que hizo o no Gad­da­fi, por­que nece­si­ta inter­ve­nir mili­tar­men­te en Libia y gol­pear la ola revo­lu­cio­na­ria des­ata­da en el mun­do ára­be. Has­ta aho­ra no se decía una pala­bra, se guar­da­ba silen­cio y se hacían negocios.

Pro­mo­vi­da la laten­te rebel­día libia por los órga­nos de inte­li­gen­cia yan­ki, o por los erro­res del pro­pio Gad­da­fi, es impor­tan­te que los pue­blos no se dejen enga­ñar, ya que muy pron­to la opi­nión mun­dial ten­drá sufi­cien­tes ele­men­tos para saber a qué atenerse.

A mi jui­cio, y así lo expre­sé des­de el pri­mer momen­to, había que denun­ciar los pla­nes de la beli­co­sa OTAN.

Libia, igual que muchos paí­ses del Ter­cer Mun­do, es miem­bro del Movi­mien­to de Paí­ses No Ali­nea­dos, del Gru­po de los 77 y otras orga­ni­za­cio­nes inter­na­cio­na­les, a tra­vés de las cua­les se esta­ble­cen rela­cio­nes inde­pen­dien­te­men­te de su sis­te­ma eco­nó­mi­co y social.

A gran­des ras­gos: la Revo­lu­ción en Cuba, ins­pi­ra­da en prin­ci­pios Mar­xis­tas-Leni­nis­tas y Mar­tia­nos, había triun­fa­do en 1959 a 90 millas de Esta­dos Uni­dos, que nos impu­so la Enmien­da Platt y era pro­pie­ta­rio de la eco­no­mía de nues­tro país.

Casi de inme­dia­to, el impe­rio pro­mo­vió con­tra nues­tro pue­blo la gue­rra sucia, las ban­das con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rias, el cri­mi­nal blo­queo eco­nó­mi­co, y la inva­sión mer­ce­na­ria de Girón, cus­to­dia­da por un por­ta­avio­nes y su infan­te­ría de mari­na lis­ta para des­em­bar­car si la fuer­za mer­ce­na­ria obte­nía deter­mi­na­dos objetivos.

Ape­nas año y medio des­pués nos ame­na­zó con el pode­río de su arse­nal nuclear. Una gue­rra de ese carác­ter estu­vo a pun­to de estallar.

Todos los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos, con la excep­ción de Méxi­co, par­ti­ci­pa­ron del cri­mi­nal blo­queo que toda­vía per­du­ra, sin que nues­tro país jamás se rin­die­ra. Es impor­tan­te recor­dar­lo para los que care­cen de memo­ria histórica.

En enero de 1986, esgri­mien­do la idea de que Libia esta­ba detrás del lla­ma­do terro­ris­mo revo­lu­cio­na­rio, Reagan orde­nó rom­per rela­cio­nes eco­nó­mi­cas y comer­cia­les con ese país.

En mar­zo, una fuer­za de por­ta­avio­nes en el Gol­fo de Sir­te, den­tro de aguas con­si­de­ra­das nacio­na­les por Libia, des­ató ata­ques que oca­sio­na­ron la des­truc­ción de varias uni­da­des nava­les pro­vis­tas de lan­za­mi­si­les y de sis­te­mas de rada­res de cos­ta que ese país había adqui­ri­do en la URSS.

El 5 de abril, una dis­co­te­ca en Ber­lín Occi­den­tal, fre­cuen­ta­da por sol­da­dos de Esta­dos Uni­dos, fue víc­ti­ma de explo­si­vos plás­ti­cos, en el que tres per­so­nas murie­ron, dos de ellas mili­ta­res nor­te­ame­ri­ca­nos y muchos fue­ron heridos.

Reagan acu­só a Gad­da­fi y orde­nó a la Fuer­za Aérea que die­ra res­pues­ta. Tres escua­dro­nes des­pe­ga­ron de los por­ta­avio­nes de la VI Flo­ta y bases en el Rei­no Uni­do, ata­ca­ron con misi­les y bom­bas sie­te obje­ti­vos mili­ta­res en Trí­po­li y Ben­ga­si. Alre­de­dor de 40 per­so­nas murie­ron, 15 de ellas civi­les. Adver­ti­do del avan­ce de los bom­bar­de­ros, Gad­da­fi reu­nió la fami­lia y esta­ba aban­do­nan­do su resi­den­cia ubi­ca­da en el com­ple­jo mili­tar de Bab Al Azi­zi­ya, al sur de la capi­tal. No había con­clui­do la eva­cua­ción cuan­do un misil impac­tó direc­ta­men­te en la resi­den­cia, su hija Han­na murió y otros dos hijos resul­ta­ron heri­dos. El hecho reci­bió un amplio recha­zo; la Asam­blea Gene­ral de la ONU apro­bó una reso­lu­ción de con­de­na por vio­la­ción de la Car­ta de la ONU y el Dere­cho Inter­na­cio­nal. Igual hizo en tér­mi­nos enér­gi­cos el Movi­mien­to de Paí­ses No Ali­nea­dos, la Liga Ára­be y la OUA.

El 21 de diciem­bre de 1988, un Boeing 747 de la com­pa­ñía Pan Am que vola­ba de Lon­dres a Nue­va York se desin­te­gró en pleno vue­lo por el esta­lli­do de una bom­ba, los res­tos caye­ron sobre la loca­li­dad de Loc­ker­bie, y la tra­ge­dia cos­tó 270 vidas de 21 nacionalidades.

En un prin­ci­pio el Gobierno de Esta­dos Uni­dos sos­pe­chó de Irán, como repre­sa­lia por la muer­te de 290 per­so­nas por el derri­bo de un Air­bus de su línea esta­tal. Las inves­ti­ga­cio­nes, según los yan­kis, impli­ca­ban dos agen­tes de la inte­li­gen­cia Libia. Impu­tacio­nes simi­la­res con­tra Libia se hicie­ron por un avión de la aero­lí­nea fran­ce­sa en ruta Brazzaville‑N’Djamena-Paris, impli­can­do a fun­cio­na­rios libios que Gad­da­fi recha­zó extra­di­tar por hechos que negó categóricamente.

Una leyen­da tene­bro­sa se fabri­có con­tra él con la par­ti­ci­pa­ción de Reagan y Bush padre.

Des­de 1975 has­ta la eta­pa final del gobierno de Reagan, Cuba se había con­sa­gra­do a sus debe­res inter­na­cio­na­lis­tas en Ango­la y otros paí­ses de Áfri­ca. Cono­cía­mos de los con­flic­tos que se desa­rro­lla­ron en Libia o en torno a ella por lec­tu­ras y tes­ti­mo­nios de per­so­nas muy vin­cu­la­das a ese país y al mun­do ára­be, así como por las impre­sio­nes que guar­da­mos de nume­ro­sas per­so­na­li­da­des de dis­tin­tos paí­ses con los que tuvi­mos con­tac­tos en aque­llos años.

Muchos cono­ci­dos líde­res afri­ca­nos con los que Gad­da­fi man­te­nía rela­cio­nes estre­chas se esfor­za­ron por bus­car solu­cio­nes a las ten­sas rela­cio­nes entre Libia y el Rei­no Unido.

El Con­se­jo de Segu­ri­dad le había impues­to san­cio­nes a Libia que comen­za­ron a supe­rar­se cuan­do Gad­da­fi acep­tó some­ter a jui­cio, con deter­mi­na­das con­di­cio­nes, a los dos acu­sa­dos por el avión que esta­lló sobre Escocia.

Dele­ga­cio­nes libias comen­za­ron a ser invi­ta­das a reunio­nes inter­eu­ro­peas. En julio de 1999 Lon­dres ini­ció el res­ta­ble­ci­mien­to de rela­cio­nes diplo­má­ti­cas ple­nas con Libia, des­pués de algu­nas con­ce­sio­nes adicionales.

En sep­tiem­bre de ese año, los minis­tros de la Unión Euro­pea acep­ta­ron revo­car las medi­das res­tric­ti­vas al comer­cio toma­das en 1992.

El 2 de diciem­bre, Mas­si­mo D’Alema, pri­mer minis­tro ita­liano, reali­zó la pri­me­ra visi­ta de un jefe de gobierno euro­peo a Libia.

Des­apa­re­ci­da la URSS y el cam­po socia­lis­ta de Euro­pa, Gad­da­fi deci­dió acep­tar las deman­das de Esta­dos Uni­dos y la OTAN.

Cuan­do visi­té Libia en mayo de 2001, me exhi­bió las rui­nas del trai­dor ata­que con que Reagan ase­si­nó a su hija, y estu­vo a pun­to de exter­mi­nar a toda la familia.

A ini­cios del 2002, el Depar­ta­men­to de Esta­do infor­mó que esta­ban en cur­so con­ver­sa­cio­nes diplo­má­ti­cas entre Esta­dos Uni­dos y Libia.

En mayo se había vuel­to a incluir a Libia en la lis­ta de Esta­dos patro­ci­na­do­res del terro­ris­mo, aun­que, en enero, el pre­si­den­te Geor­ge W. Bush no había men­cio­na­do al país afri­cano en su céle­bre dis­cur­so sobre los inte­gran­tes del “eje del mal”.

Al ini­ciar­se el año 2003, en vir­tud del acuer­do eco­nó­mi­co sobre indem­ni­za­cio­nes alcan­za­do entre Libia y los paí­ses deman­dan­tes, Rei­no Uni­do y Fran­cia, el Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU levan­tó las san­cio­nes de 1992 con­tra Libia.

Antes de fina­li­zar el 2003, Bush y Tony Blair infor­ma­ron de un acuer­do con Libia, país que había entre­ga­do a exper­tos de inte­li­gen­cia del Rei­no Uni­do y Washing­ton docu­men­ta­ción de los pro­gra­mas no con­ven­cio­na­les de armas, así como misi­les balís­ti­cos con un alcan­ce supe­rior a 300 kiló­me­tros. Fun­cio­na­rios de ambos paí­ses ya habían visi­ta­do diver­sas ins­ta­la­cio­nes. Era el fru­to de muchos meses de con­ver­sa­cio­nes entre Trí­po­li y Washing­ton, como reve­ló el pro­pio Bush.

Gad­da­fi cum­plió sus pro­me­sas de desar­me. En pocos meses Libia entre­gó las cin­co uni­da­des de misi­les Scud‑C con un alcan­ce de 800 kiló­me­tros y los cien­tos de Scud‑B, cuyo alcan­ce sobre­pa­sa­ba los 300 kiló­me­tros en misi­les defen­si­vos de cor­to alcance.

A par­tir de octu­bre de 2002 se ini­ció el mara­tón de visi­tas a Trí­po­li: Ber­lus­co­ni, en octu­bre de 2002; José María Aznar, en sep­tiem­bre de 2003; Ber­lus­co­ni de nue­vo en febre­ro, agos­to y octu­bre de 2004; Blair, en mar­zo de 2004; el ale­mán Schröe­der, en octu­bre de ese año; Jac­ques Chi­rac, en noviem­bre de 2004. Todo el mun­do feliz. Pode­ro­so caba­lle­ro es don dinero.

Gad­da­fi reco­rrió triun­fal­men­te Euro­pa. Fue reci­bi­do en Bru­se­las en abril de 2004 por Romano Pro­di, pre­si­den­te de la Comi­sión Euro­pea; en agos­to de ese año el líder libio invi­tó a Bush a visi­tar su país; Exxon Mobil, Che­vron Texa­co y Cono­co Phi­lips ulti­ma­ban la reanu­da­ción de la extrac­ción de cru­do a tra­vés de joint ven­tu­res.

En mayo de 2006, Esta­dos Uni­dos anun­ció la reti­ra­da de Libia de la lis­ta de paí­ses terro­ris­tas y el esta­ble­ci­mien­to de rela­cio­nes diplo­má­ti­cas plenas.

En 2006 y 2007, Fran­cia y Esta­dos Uni­dos sus­cri­bie­ron acuer­dos de coope­ra­ción nuclear con fines pací­fi­cos; en mayo de 2007, Blair vol­vió a visi­tar a Gad­da­fi en Sir­te. Bri­tish Petro­leum fir­mó un con­tra­to “enor­me­men­te impor­tan­te” según se decla­ró para la explo­ra­ción de yaci­mien­tos de gas.

En diciem­bre de 2007, Gad­da­fi reali­zó dos visi­tas a Fran­cia y fir­mó con­tra­tos de equi­pa­mien­tos mili­ta­res y civi­les por valor de 10 000 millo­nes de euros; y a Espa­ña, don­de se entre­vis­tó con el pre­si­den­te del Gobierno José Luis Rodrí­guez Zapa­te­ro. Con­tra­tos millo­na­rios se sus­cri­bie­ron con impor­tan­tes paí­ses de la OTAN.

¿Qué es lo que aho­ra ha ori­gi­na­do la reti­ra­da pre­ci­pi­ta­da de las emba­ja­das de Esta­dos Uni­dos y los demás miem­bros de la OTAN?

Todo resul­ta suma­men­te extraño.

Geor­ge W. Bush, el padre de la estú­pi­da gue­rra anti­te­rro­ris­ta, decla­ró el 20 de sep­tiem­bre de 2001 a los cade­tes de West Point “Nues­tra segu­ri­dad reque­ri­rá […] la fuer­za mili­tar que uste­des diri­gi­rán, una fuer­za que debe estar lis­ta para ata­car inme­dia­ta­men­te en cual­quier oscu­ro rin­cón del mun­do. Y nues­tra segu­ri­dad reque­ri­rá que este­mos lis­tos para el ata­que pre­ven­ti­vo cuan­do sea nece­sa­rio defen­der nues­tra liber­tad y […] nues­tra vidas.”

“Debe­mos des­cu­brir célu­las terro­ris­tas en 60 paí­ses o más […] Jun­to a nues­tros ami­gos y alia­dos, debe­mos opo­ner­nos a la pro­li­fe­ra­ción y afron­tar a los regí­me­nes que patro­ci­nan el terro­ris­mo, según requie­ra cada caso.”

¿Qué pen­sa­rá Oba­ma de ese discurso?

¿Qué san­cio­nes impon­drá el Con­se­jo de Segu­ri­dad a los que mata­ron más de un millón de civi­les en Irak y a los que todos los días ase­si­nan hom­bres muje­res y niños en Afga­nis­tán, don­de en días recien­tes la pobla­ción enar­de­ci­da se lan­zó a las calles a pro­tes­tar con­tra la matan­za de niños inocentes?

Un des­pa­cho de la AFP pro­ce­den­te de Kabul, fecha­do hoy 9 de mar­zo, rebe­la que: “El año pasa­do fue el más letal para los civi­les en nue­ve años de gue­rra entre los tali­ba­nes y las fuer­zas inter­na­cio­na­les en Afga­nis­tán, con casi 2.800 muer­tos, un 15% mas que en 2009, indi­có el miér­co­les un infor­me de la ONU, que sub­ra­ya el cos­to humano del con­flic­to para la población.”

“…la insu­rrec­ción de los tali­ba­nes se inten­si­fi­có y ganó terreno en estos últi­mos años, con accio­nes de gue­rri­lla más allá de sus bas­tio­nes tra­di­cio­na­les del sur y del este.”

“Con 2 777 exac­ta­men­te, el núme­ro de civi­les muer­tos en 2010 aumen­tó en 15% con res­pec­to a 2009, indi­ca el infor­me anual con­jun­to de la Misión de Asis­ten­cia de las Nacio­nes Uni­das en Afganistán…”

“El pre­si­den­te Barack Oba­ma expre­só el 3 de mar­zo su “pro­fun­do pesar” al pue­blo afgano por los nue­ve niños muer­tos, y tam­bién lo hicie­ron el gene­ral esta­dou­ni­den­se David Petraeus, coman­dan­te en jefe de la ISAF, y el secre­ta­rio de Defen­sa, Robert Gates.”

“…el repor­te de la UNAMA des­ta­ca que el núme­ro de civi­les muer­tos en 2010 es cua­tro veces supe­rior a los sol­da­dos de las fuer­zas inter­na­cio­na­les caí­dos en com­ba­te en ese mis­mo año.

“El año 2010 ha sido, de lejos, el año más mor­tí­fe­ro para los sol­da­dos extran­je­ros en nue­ve años de gue­rra, con 711 muer­tos, con­fir­man­do que la gue­rri­lla de los tali­ba­nes se inten­si­fi­có pese al envío de 30.000 sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses de refuer­zo el año pasado.”

Duran­te 10 días, en Gine­bra y en Nacio­nes Uni­das, se pro­nun­cia­ron más de 150 dis­cur­sos sobre vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos que fue­ron repe­ti­dos millo­nes de veces por tele­vi­sión, radio, Inter­net y la pren­sa escrita.

El Minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Cuba, Bruno Rodrí­guez, en su inter­ven­ción del pasa­do 1º de mar­zo de 2011 ante los Minis­tros de Rela­cio­nes Exte­rio­res reu­ni­dos en Gine­bra, expresó:

“La con­cien­cia huma­na recha­za la muer­te de per­so­nas ino­cen­tes en cual­quier cir­cuns­tan­cia y lugar. Cuba com­par­te ple­na­men­te la preo­cu­pa­ción mun­dial por las pér­di­das de vidas de civi­les en Libia y desea que su pue­blo alcan­ce una solu­ción pací­fi­ca y sobe­ra­na a la gue­rra civil que allí ocu­rre, sin nin­gu­na inje­ren­cia extran­je­ra, y que garan­ti­ce la inte­gri­dad de esa nación.”

Algu­nos de los párra­fos fina­les de su inter­ven­ción fue­ron lapidarios:

“Si el dere­cho humano esen­cial es el dere­cho a la vida, ¿esta­rá lis­to el Con­se­jo para sus­pen­der la mem­bre­sía de los Esta­dos que des­aten una guerra?”

“¿Sus­pen­de­rá a los Esta­dos que finan­cien y sumi­nis­tren ayu­da mili­tar emplea­da por el Esta­do recep­tor en vio­la­cio­nes masi­vas, fla­gran­tes y sis­te­má­ti­cas de los dere­chos huma­nos y en ata­ques con­tra la pobla­ción civil, como las que ocu­rren en Palestina?

“¿Apli­ca­rá esa medi­da con­tra paí­ses pode­ro­sos que reali­cen eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les en terri­to­rio de otros Esta­dos con empleo de alta tec­no­lo­gía, como muni­cio­nes inte­li­gen­tes y avio­nes no tripulados?

“¿Qué ocu­rri­rá con Esta­dos que acep­ten en sus terri­to­rios cár­ce­les ile­ga­les secre­tas, faci­li­ten el trán­si­to de vue­los secre­tos con per­so­nas secues­tra­das o par­ti­ci­pen de actos de tortura?”

Com­par­ti­mos ple­na­men­te la valien­te posi­ción del líder boli­va­riano Hugo Chá­vez y el ALBA.

Esta­mos con­tra la gue­rra inter­na en Libia, a favor de la paz inme­dia­ta y el res­pe­to pleno a la vida y los dere­chos de todos los ciu­da­da­nos, sin inter­ven­ción extran­je­ra, que solo ser­vi­ría a la pro­lon­ga­ción del con­flic­to y los intere­ses de la OTAN.

Fidel Cas­tro Ruz

Mar­zo 9 de 2011

Fuen­te: Cubadebate

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