No más gue­rras humanitarias.Que los pue­blos ára­bes resuel­van sus pro­ble­mas sobe­ra­na­men­te – Luis Ocampo

Lo pri­me­ro que hemos de reco­no­cer es que el impe­ria­lis­mo anglo-ame­ri­cano, man­tie­ne una capa­ci­dad impor­tan­te de acción y de reacción.

Esas voces que se oyen a veces, situán­do­lo en una situa­ción ago­ni­zan­te, son pro­duc­to o bien de una con­fu­sión entre los deseos y la reali­dad, o sim­ple­men­te de una abso­lu­ta inca­pa­ci­dad para ana­li­zar la reali­dad con un míni­mo de objetividad.

Los acon­te­ci­mien­tos que están ocu­rrien­do en el Mun­do Ára­be, con carac­te­rís­ti­cas espe­cí­fi­cas en cada Esta­do y que inclu­so en algún caso tie­nen cir­cuns­tan­cias abso­lu­ta­men­te dife­ren­cia­das, están demos­tran­do que la lucha de cla­ses ha entra­do en una fase de inten­si­fi­ca­ción en esa región del mun­do, pero tam­bién que el impe­ria­lis­mo anglo-ame­ri­cano tie­ne capa­ci­dad de adap­ta­ción a las nue­vas cir­cuns­tan­cias y siem­pre con un cla­ro obje­ti­vo, man­te­ner su domi­nio polí­ti­co, ideo­ló­gi­co y mili­tar a nivel mundial.

Inten­tan apro­ve­char todas las opor­tu­ni­da­des, inclu­so aque­llas que apa­ren­te­men­te y en prin­ci­pio, se les plan­tean como más adver­sas. De esa acti­tud tene­mos mucho que aprender.

¿Quie­re esto decir que el impe­ria­lis­mo no es vul­ne­ra­ble?. En abso­lu­to, a lo lar­go de la his­to­ria recien­te se ha demos­tra­do que se les pue­de derro­tar, pero para ello lo pri­me­ro es no sub­es­ti­mar­los y lo segun­do es hacer las cosas mejor que ellos. Para lo cual se requie­re estu­dio, refle­xión, volun­tad y cohe­ren­cia. En sín­te­sis cono­ci­mien­tos, inte­li­gen­cia y corazón.

El impe­ria­lis­mo tie­ne a su favor diver­sos ele­men­tos de gran tras­cen­den­cia: los medios de comu­ni­ca­ción inter­na­cio­na­les, cues­tión de gran impor­tan­cia. Las estruc­tu­ras cul­tu­ra­les. El poder mili­tar. En resu­men la hege­mo­nía infor­ma­ti­va, cul­tu­ral y militar.

Los Pue­blos tie­nen a su favor la gran poten­cia­li­dad de la jus­te­za de sus deman­das, pero para que estas se mate­ria­li­cen los erro­res deben ser mínimos.

El movi­mien­to popu­lar a dife­ren­cia del impe­ria­lis­mo paga muy caros sus errores.

Las amplí­si­mas movi­li­za­cio­nes popu­la­res que se suce­den en Túnez; Egip­to; Yemen … tie­nen una expli­ca­ción más que sufi­cien­te en las pro­pias con­di­cio­nes socia­les y polí­ti­cas que se dan en esos Esta­dos: Fal­ta de liber­ta­des, ausen­cia de jus­ti­cia social. Cada vez mayo­res des­igual­da­des, incre­men­to de la repre­sión poli­cial, corrup­ción gene­ra­li­za­da. Exis­ten­cia de una pobla­ción joven, cuan­ti­ta­ti­va­men­te muy impor­tan­te en el con­jun­to social y con un alto nivel de for­ma­ción, cuyas expec­ta­ti­vas se corres­pon­den cada vez menos con lo que sus regí­me­nes res­pec­ti­vos les ofre­cen. Sus rei­vin­di­ca­cio­nes se pue­den resu­mir en estas cues­tio­nes principales:

*Demo­cra­ti­za­ción polí­ti­ca: Dere­cho a inter­ve­nir y a influir en el deve­nir de sus socie­da­des res­pec­ti­vas, es decir tener Poder Real.

*Jus­ti­cia social: Que haya una dis­tri­bu­ción de la rique­za colec­ti­va, que no siga ade­lan­te el pro­ce­so de que una mino­ría cada vez más exigua se apro­pie de las rique­zas del País, a cos­ta del empo­bre­ci­mien­to pro­gre­si­vo de la mayoría.

*Opor­tu­ni­da­des para la gen­te del común, espe­cial­men­te para la juventud.

*Cas­ti­go para los cul­pa­bles de la repre­sión de los movi­mien­tos popu­la­res e inha­bi­li­ta­ción para la acti­vi­dad publi­ca de los corruptos.

Estas cues­tio­nes son las que siguen recla­man­do mayo­ri­ta­ria­men­te en la pla­za de Tah­rir del Cai­ro y pare­cen ser las mas sen­ti­das en las movi­li­za­cio­nes de Tunez, Yemen, Omán,…

Has­ta aquí lo que pare­ce el aspec­to común en el ori­gen de las movi­li­za­cio­nes en el Mun­do Árabe.

¿Es simi­lar el caso de Libia?

Pare­ce evi­den­te que no. No duda­mos de que en Libia haya sec­to­res socia­les sig­ni­fi­ca­ti­vos que deseen mejo­ras polí­ti­cas y socia­les, segu­ro que así es.

No duda­mos de que el régi­men Libio haya come­ti­do erro­res gra­ves en el pasa­do recien­te y tam­bién actualmente.

No duda­mos de que haya movi­li­za­cio­nes en la calle que son reprimidas.

Pero todo ello no expli­ca lo fun­da­men­tal de lo que esta ocu­rrien­do en Libia.

En Libia se esta cons­tru­yen­do un pro­ce­so de liqui­da­ción insu­rrec­cio­nal del régi­men actual con una más que evi­den­te impli­ca­ción exte­rior, prin­ci­pal­men­te de la mano del impe­ria­lis­mo anglo-ame­ri­cano con un cier­to apo­yo de la U.E. así como de otras estruc­tu­ras del capi­ta­lis­mo internacional.

Ese pro­ce­so pare­ce que tenía un plan A, que con­sis­tía en echar aba­jo en pocos días al régi­men de Gada­fí. Hace una sema­na algu­nos comen­ta­ris­tas de la SER como Miguel Angel Agui­lar daban un pla­zo de seis o sie­te días para que el tema estu­vie­ra zan­ja­do, e inclu­so se per­mi­tían la bra­vu­co­na­da de hacer apues­tas sobre la cues­tión a tra­vés de la antena.

Ese plan A, pare­ce que ha falla­do y aho­ra tra­ba­jan con un plan B, segu­ra­men­te con diver­sas sub­va­rian­tes entre las que está la de lle­gar has­ta la inter­ven­ción mili­tar direc­ta, bien por par­te de los ejér­ci­tos anglo-ame­ri­ca­nos, de la OTAN o de otros ejér­ci­tos, o a tra­vés de cual­quie­ra de las posi­bles variantes.

La gue­rra mediá­ti­ca en mar­cha, es una pre­pa­ra­ción para la inter­ven­ción mili­tar si tal cosa fue­ra necesaria.

¿Pero que ocu­rri­rá en el Mun­do Ára­be si hay una inter­ven­ción mili­tar occi­den­tal direc­ta en Libia?

Gada­fi pare­ce no con­tar con gran­des sim­pa­tías entre las masas ára­bes, en las con­cen­tra­cio­nes de la pla­za de Tah­rir en el Cai­ro, en don­de el vier­nes 25 de febre­ro se vol­vie­ron a con­cen­trar cen­te­na­res de miles de per­so­nas y en la que vol­vie­ron a acam­par de for­ma per­ma­nen­te el domin­go 27 muchos miles, no se veían expre­sio­nes de apo­yo a Gada­fi, pero tam­po­co tenían éxi­to los inten­tos de apo­yar su caída.

Entre los dife­ren­tes gru­pos que orga­ni­za­ban actos en la pro­pia pla­za, todos tenían una afluen­cia de miles de per­so­nas, el dedi­ca­do a exi­gir la caí­da de Gada­fi no lle­ga­ba a los cien asistentes.

Comen­tan­do a la gen­te sobre cual seria la reac­ción si final­men­te había una inter­ven­ción mili­tar occi­den­tal para echar a Gada­fi, sim­ple­men­te con­tes­ta­ban que ello era inad­mi­si­ble, impen­sa­ble. »Han de ser los libios y en todo caso los ára­bes en exclu­si­va los que han de resol­ver el pro­ble­ma». Nada de injerencias.

Sabe­mos que esa era la opi­nión mayo­ri­ta­ria cuan­do la inva­sión de Irak, y que segu­ra­men­te Sadam Husein y el regi­men ira­kí de aquel enton­ces goza­ba de mayor pre­di­ca­men­to que actual­men­te Gada­fi y su régi­men, pero el con­tex­to gene­ral en el Mun­do Ára­be es aho­ra muy dife­ren­te; y la inter­ven­ción por supues­to posi­ble y has­ta pro­ba­ble, si otras accio­nes no son sufi­cien­tes, ten­drá segu­ra­men­te un cos­te mucho mayor para sus responsables.

En Egip­to, el mayor y mas impor­tan­te país Ára­be, la situa­ción esta aún en una encru­ci­ja­da, y pue­de evo­lu­cio­nar en varias direc­cio­nes. La poli­cía esta total­men­te des­apa­re­ci­da del Cai­ro, sal­vo de las adua­nas. El ejér­ci­to está en la calle, los tan­ques y otros vehícu­los blin­da­dos ocu­pan los cen­tros estra­té­gi­cos de la ciu­dad, inclu­so la poli­cía mili­tar con la cola­bo­ra­ción de volun­ta­rios civi­les orga­ni­zan el trá­fi­co, que más bien podría­mos decir que se autoregula.

La Pla­za de Tah­rir, sigue sien­do y así pare­ce que segui­rá, el lugar de encuen­tro y de toma de deci­sio­nes del movi­mien­to popu­lar. El gobierno nom­bra­do a la caí­da de Muba­rak es polí­ti­ca­men­te irre­le­van­te y las deci­sio­nes impor­tan­tes las toma el Con­se­jo Supre­mo Mili­tar que es la refe­ren­cia ins­ti­tu­cio­nal que sigue gozan­do de un cier­to reco­no­ci­mien­to social y sobre todo de poder real. La evo­lu­ción de las diver­sas corrien­tes inter­nas del ejer­ci­to ten­drá un papel muy sig­ni­fi­ca­ti­vo en la evo­lu­ción glo­bal de la situación.

La gen­te exi­ge que se lle­ven has­ta el final las deman­das que impul­sa­ron las movi­li­za­cio­nes: demo­cra­ti­za­ción y jus­ti­cia social, hacien­do un espe­cial hin­ca­pié en el cas­ti­go a los cul­pa­bles de la repre­sión, espe­cial­men­te de los mas de tres­cien­tos muer­tos, y en la exclu­sión de la vida públi­ca de los corruptos.

No pare­ce fácil que esas exi­gen­cias pue­dan ser obviadas.

La Pla­za de Tah­rir es el Par­la­men­to del Pue­blo, es el pun­to sim­bó­li­co en el que cris­ta­li­za el Poder de la movi­li­za­ción popu­lar, de ahí los reite­ra­dos inten­tos, has­ta aho­ra fra­ca­sa­dos, de liquidarlo.

Hay que des­ta­car tam­bién que pro­gre­si­va­men­te hay una mayor pre­sen­cia del movi­mien­to obre­ro en el proceso.

Tam­bién pare­ce cla­ro que hay una con­ni­ven­cia de sec­to­res de los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia y del ejér­ci­to egip­cio en la fron­te­ra con Libia para impul­sar la ope­ra­ción en mar­cha de liqui­da­ción del régi­men de Gada­fi. De ello no infor­man, o solo lo hacen par­cial­men­te, los medios de comu­ni­ca­ción inclui­da Aljazeera.

Nada esta deci­di­do aún. El cómo se cie­rre este ciclo de la his­to­ria del Mun­do Ára­be y sus reper­cu­sio­nes gene­ra­les, que serán muy impor­tan­tes sin duda, aún no esta defi­ni­ti­va­men­te escrito.

La his­to­ria fun­da­men­tal está aún por escri­bir, será un pro­ce­so com­ple­jo. La pre­sen­cia de los Pue­blos movi­li­za­dos, como suje­tos de acción, es un fac­tor que hay que tener muy en cuen­ta, no se pue­de des­pre­ciar en abso­lu­to des­de nin­gu­na perspectiva.

La arti­cu­la­ción de una estra­te­gia del impe­ria­lis­mo, audaz, para la zona apro­ve­chan­do lo de »río revuel­to…» tam­bién es una evidencia.

Los movi­mien­tos pro­gre­sis­tas en Cas­ti­lla no pode­mos tener una mera posi­ción de obser­va­do­res, hemos de denun­ciar la inter­ven­ción impe­ria­lis­ta, exi­gir que los pro­ble­mas del Mun­do Ára­be los resuel­van l@s ára­bes de for­ma soberana.

La pro­pues­ta del pre­si­den­te Chá­vez, por cier­to casi abso­lu­ta­men­te silen­cia­da, de crear una comi­sión de »paí­ses ami­gos» para encau­zar la cri­sis libia, sir­ve para poner en evi­den­cia el gue­rre­ris­mo que el impe­ria­lis­mo está impul­san­do y mar­ca una línea rea­lis­ta y poten­cial­men­te jus­ta para con­tri­buir a resol­ver los pro­ble­mas que hay sobre la mesa.

El ciclo abier­to en el mun­do ára­be que como decía­mos es la expre­sión regio­nal de una acti­va­ción de la lucha de cla­ses a nivel mun­dial, jus­to en la ori­lla sur del Medi­te­rrá­neo, se pue­de cerrar de dos mane­ras, con un avan­ce de los pro­yec­tos pro­gre­sis­tas y sobe­ra­nis­tas o con un avan­ce del impe­ria­lis­mo y del neoliberalismo.

La solu­ción a esa encru­ci­ja­da en lo que al Mun­do Ára­be se refie­re está en sus pro­pias manos, pero la acti­tud que se ten­ga des­de los Pue­blos del mun­do y muy par­ti­cu­lar­men­te des­de los mas cer­ca­nos, espe­cial­men­te los de la ori­lla nor­te del Medi­te­rrá­neo es muy impor­tan­te. Denun­ciar, com­ba­tir y con­tri­buir a fre­nar las pre­ten­sio­nes inje­ren­cis­tas y gue­rre­ris­tas del impe­ria­lis­mo anglo-ame­ri­cano y de sus mario­ne­tas mediá­ti­cas en el Esta­do Espa­ñol, entre las que des­ta­ca, tam­bién por su estu­pi­dez, como nó, el Gru­po Pri­sa, es una tarea inter­na­cio­na­lis­ta y demo­crá­ti­ca abso­lu­ta­men­te impres­cin­di­ble hoy.

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