Otra vez las calles de Buenos Aires se volvieron a llenar de ikurriñas (la bicrucífera bandera vasca) con motivo de una ruidosa protesta protagonizada por varias organizaciones sociales y políticas argentinas que apoyan la lucha del pueblo vasco. Al mediodía de este viernes, los manifestantes convocados por Euskal Herriaren Lagunak (Amigas y Amigos del Pueblo Vasco, capítulo Argentina), llegaron ‑precedidos por una pancarta reivindicativa de la libertad para los presos y presas vascas- hasta prácticamente las puertas del Consulado español. Allí, se encontraron con un importante contingente policial que resguardaba la sede diplomática e impedía con vallas de hierro el paso a lo largo de toda la calle. Todo lo ocurrido esta vez forma parte de una acción callejera en el marco de la Semana Internacional de Solidaridad con Euskal Herria, que ha sumado actos en todo el mundo.
A pesar de que un imprevisto paro ferroviario impidió que llegaran hasta el acto muchos militantes que viven en las afueras de la Ciudad, no fueron pocos los que eludiendo el inconveniente, sí se sumaron al señalamiento del Consulado como representante de “los represores españoles que secuestran, torturan, encarcelan, desaparecen y matan a muchos ciudadanos vascos” , tal cual rezaba un volante que fue repartido profusamente en el lugar.
Participaron del escrache, entre otras organizaciones, numerosos militantes del Movimiento Asambleas del Pueblo, del MTR , la Organización de Liberación Nacional y Social Fogoneros y Convocatoria por la Liberación Nacional y Social. Además, apoyaron el acto, la Coordinadora Vasco-Argentina, el Frente de Acción Revolucionaria, Resumen Latinoamericano, el movimiento TORRE, el PRT, las Organizaciones Libres del Pueblo (OLP), Quebracho, la agrupación Monte, Amauta y el Movimiento de Victimas del Terrorismo de Estado en Colombia (MOVICE), entre otros.
Sobre las vallas policiales fueron colocadas banderas vascas, el estandarte que demanda la vuelta de los presos a Euskal Herría, y la enseña verde de la Red “Independentistak”. Después de irradiarse por los parlantes la música emblemática del grupo vasco “Negu Gorriak”, hablaron varios de los convocantes, poniendo todos ellos el acento en destacar que en Argentina, la solidaridad con el pueblo vasco se da naturalmente. “Como lo hicieron los fascistas y Franco en Guernica, hoy el pueblo vasco sigue siendo reprimido por los herederos de aquellos que se disfrazan de socialistas”, señaló Rubén Saboulard, de las Asambleas del Pueblo. También se refirió al momento actual en que “las armas han callado” y sin embargo el Estado español sigue hostigando represivamente a los que no piensan como impone Madrid.
El director del periódico Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, recordó que las cárceles españolas son verdaderas mazmorras para los más de 750 presos y presas, y a ello hay que sumarle la ilegalización de casi todas las organizaciones políticas de la izquierda independentista, lo que dibuja un panorama que no es otra cosa que un estado de excepción”.
Roberto Perdía, de la OLP, se preguntaba: “¿Qué quiere el gobierno español, qué pretende?, refiriéndose a las continuas acciones represivas “ahora que la organización armada ETA ha decretado un alto el fuego indefinido y la gran mayoría del pueblo vasco apuesta a la vía política para seguir peleando por la independencia y el socialismo”.
Elsa, en representación del MTR y Ernesto, de Fogoneros, pusieron el acento en remarcar la importancia de la solidaridad pueblo a pueblo y destacaron que “el imperialismo español siempre persiguió y masacró a los pueblos originarios”. A su vez, Carlos Ponce de León, del PRT, destacó el actual momento mundial, donde los pueblos árabes se rebelan contra dictadores y monarcas, y apuntó que el pueblo vasco recorre ese mismo camino hacia la independencia y el socialismo. Con palabras de apoyo a la lucha internacionalista y de solidaridad con la izquierda revolucionaria vasca, se adhirió al acto, el representante del Movimiento TORRE.
Por último, la sindicalista estatal y dirigente de Convocatoria, Carina Maloberti, destacó el papel de las mujeres sindicalistas de la izquierda abetzale y volvió a renovar el compromiso de “todos y todas las que estamos frente a esta sede imperialista española, con la lucha rebelde y hacia el socialismo de la nación vasca”.
Dos horas después de haber comenzado, los manifestantes internacionalistas dieron por terminado el acto, vivando a Euskal Herria, a los luchadores presos y al socialismo, arrojaron cientos de volantes firmados por EHL y abandonaron con el mismo bullicio inicial una de las zonas más acomodadas de la ciudad porteña, que esta vez sirvió de marco a un fraternal acercamiento con un país pequeño pero peleón que pugna por ser libre en la Europa capitalista.