¿Cómo y por qué ha inter­fe­ri­do el Impe­rio en las revuel­tas de Túnez, Egip­to, Yemen…?

El artícu­lo del pro­fe­sor Michel Chos­su­dovsky, «El movi­mien­to de pro­tes­ta en Egip­to. Los dic­ta­do­res no dic­tan, obe­de­cen órde­nes» es fun­da­men­tal para com­pren­der el actual pro­ce­so de inje­ren­cia impe­ria­lis­ta en Túnez, Egip­to, Yemen, Jor­da­nia, etc.

Para Chos­su­dovsky, «Los anti­guos dic­ta­do­res están muy des­acre­di­ta­dos polí­ti­ca­men­te y ya no sir­ven a los intere­ses de sus patro­ci­na­do­res esta­dou­ni­den­ses, por lo que se les debe reem­pla­zar por nue­vos líde­res, reclu­ta­dos en las filas de la opo­si­ción polí­ti­ca, para que man­ten­gan la mis­ma polí­ti­ca exte­rior y de defen­sa al ser­vi­cio de intere­ses extran­je­ros, con el con­sen­ti­mien­to de una pobla­ción fuer­te­men­te mani­pu­la­da. El obje­ti­vo es trans­mi­tir la ilu­sión de un cam­bio polí­ti­co, con el que real­men­te nada cambia».

Antes de ini­ciar la lec­tu­ra del artícu­lo de Chos­su­dovsky, debe­mos recor­dar que el 8 de junio 2006, Carl Gersh­man, pre­si­den­te de la NED (Fun­da­ción Nacio­nal para la Demo­cra­cia, crea­da por la CIA para encu­brir pro­ce­sos de inje­ren­cia) insis­tió en la urgen­cia de aumen­tar el pre­su­pues­to para la “asis­ten­cia a la Demo­cra­cia”. Sos­tu­vo que las ONG en Rusia, Bie­lo­ru­sia, Uzbe­kis­tán, Vene­zue­la y Egip­to, nece­si­ta ampliar su tra­ba­jo pues se enfren­ta a gobier­nos “semi-auto­ri­ta­rios” (Fuen­te: por­tal de la ALBA, párra­fo 22). Es decir, la CIA vie­ne pen­san­do des­de hace mucho tiem­po en un cam­bio de gobierno en Egip­to, a pesar de que el que esta­ba le era pro­pi­cio. La idea es un pro­ce­so de tran­si­ción polí­ti­ca simi­lar al suce­di­do en Espa­ña, a media­dos de los 70 del pasa­do siglo, don­de se reem­pla­zó al dic­ta­dor Fran­co y a su suce­sor, Carre­ro Blan­co, fie­les alia­dos de Esta­dos Uni­dos (pero bas­tan­te des­acre­di­ta­dos inter­na­cio­nal­men­te) por una fal­sa demo­cra­cia tele­di­ri­gi­da por Washington.

Por otra par­te, la gran mayo­ría de los lla­ma­dos medios de comu­ni­ca­ción alter­na­ti­vos están hacien­do un fla­co favor a la cau­sa de los pue­blos, al obviar por com­ple­to este des­ca­ra­do pro­ce­so de inje­ren­cia, pues este ocul­ta­mien­to (incons­cien­te o cons­cien­te) sólo faci­li­ta aún más la mani­pu­la­ción, por par­te de occi­den­te, de las legí­ti­mas pro­tes­tas de los pue­blos tune­cino, egip­cio, yeme­ní, etc., e impi­de que las revuel­tas tomen un camino ver­da­de­ra­men­te revo­lu­cio­na­rio, al limi­tar­se a seguir él tra­za­do por los líde­res for­ma­dos, pro­mo­cio­na­dos y diri­gi­dos por el Imperio.

(Extrac­tos del artícu­lo «El movi­mien­to de pro­tes­ta en Egip­to. Los dic­ta­do­res no dic­tan, obe­de­cen órde­nes», de Michel Chos­su­dovsky) Si el movi­mien­to de pro­tes­ta no se plan­tea el papel de las poten­cias extran­je­ras inclui­das las pre­sio­nes ejer­ci­das por “inver­sio­nis­tas”, acree­do­res exter­nos e ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras inter­na­cio­na­les, no se logra­rá el obje­ti­vo de la sobe­ra­nía nacio­nal. En cuyo caso, lo que ocu­rri­rá es un pro­ce­so limi­ta­do de “reem­pla­zo de régi­men”, que ase­gu­re la con­ti­nui­dad política.

Los “dic­ta­do­res” son ins­ta­la­dos y remo­vi­dos. Cuan­do están des­acre­di­ta­dos polí­ti­ca­men­te y ya no sir­ven a los intere­ses de sus patro­ci­na­do­res esta­dou­ni­den­ses se les reem­pla­za por un nue­vo líder, reclu­ta­do fre­cuen­te­men­te en las filas de la opo­si­ción política.

En Túnez el gobierno de Oba­ma ya se ha posi­cio­na­do. Se pro­po­ne jugar un papel cru­cial en el “pro­gra­ma de demo­cra­ti­za­ción” (es decir la cele­bra­ción de las deno­mi­na­das elec­cio­nes lim­pias). Tam­bién se pro­po­ne uti­li­zar la cri­sis polí­ti­ca como medio para debi­li­tar el papel de Fran­cia y con­so­li­dar su posi­ción en el nor­te de África.

La cap­ta­ción de los diri­gen­tes de los gran­des par­ti­dos de opo­si­ción y orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil en anti­ci­pa­ción del colap­so de un gobierno títe­re auto­ri­ta­rio for­ma par­te de los cálcu­los de Washing­ton, apli­ca­dos en dife­ren­tes regio­nes del mundo.

El pro­ce­so de cap­ta­ción es imple­men­ta­do y finan­cia­do por fun­da­cio­nes basa­das en EE.UU. que inclu­yen la Fun­da­ción Nacio­nal por la Demo­cra­cia (NED) y Free­dom Hou­se (FH). Tan­to FH como NED tie­nen víncu­los con el Con­gre­so de EE.UU., el Con­se­jo de Rela­cio­nes Exte­rio­res (CFR) y el esta­blish­ment de los nego­cios esta­dou­ni­den­se. Se sabe que tan­to NED como FH están liga­dos a la CIA.

La NED está acti­va­men­te invo­lu­cra­da en Túnez, Egip­to y Arge­lia. Free­dom Hou­se apo­ya a varias orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil en Egipto.

Aun­que EE.UU. ha apo­ya­do al gobierno de Muba­rak duran­te los últi­mos trein­ta años, las fun­da­cio­nes esta­dou­ni­den­ses con víncu­los con el Depar­ta­men­to de Esta­do de EE.UU. y el Pen­tá­gono han apo­ya­do acti­va­men­te a la opo­si­ción polí­ti­ca, inclui­do el movi­mien­to de la socie­dad civil. Según Free­dom Hou­se: “La socie­dad civil egip­cia es al mis­mo tiem­po vibran­te y res­trin­gi­da. Hay cien­tos de orga­ni­za­cio­nes no guber­na­men­ta­les dedi­ca­das a expan­dir los dere­chos civi­les y polí­ti­cos en el país, que ope­ran en un entorno fuer­te­men­te regu­la­do.” (Comu­ni­ca­do de pren­sa de Free­dom House).

En una amar­ga iro­nía, Washing­ton apo­ya la dic­ta­du­ra de Muba­rak, inclui­das sus atro­ci­da­des, mien­tras res­pal­da y finan­cia a sus detrac­to­res, a tra­vés de FH, NED, entre otros.

Bajo los aus­pi­cios de Free­dom Hou­se, disi­den­tes egip­cios y opo­nen­tes de Hos­ni Muba­rak fue­ron reci­bi­dos en mayo de 2008 por Con­do­leez­za Rice en el Depar­ta­men­to de Esta­do y el Con­gre­so de EE.UU. Tam­bién se reu­nie­ron con el Con­se­je­ro de Segu­ri­dad Nacio­nal de la Casa Blan­ca, Stephen Had­ley, quien fue “el prin­ci­pal con­se­je­ro de polí­ti­ca exte­rior de la Casa Blan­ca” duran­te el segun­do perío­do de Geor­ge W. Bush.

El esfuer­zo de Free­dom Hou­se por empo­de­rar a una nue­va gene­ra­ción de pro­pug­na­do­res ha pro­du­ci­do resul­ta­dos tan­gi­bles y el pro­gra­ma de Nue­va Gene­ra­ción en Egip­to ha adqui­ri­do impor­tan­cia local e inter­na­cio­nal­men­te. Beca­dos egip­cios visi­tan­tes de todos los gru­pos de la socie­dad civil reci­bie­ron [mayo de 2008] aten­ción y reco­no­ci­mien­to sin pre­ce­den­tes, inclui­das reunio­nes en Washing­ton con la secre­ta­ria de Esta­do de EE.UU., el con­se­je­ro de segu­ri­dad nacio­nal y des­ta­ca­dos miem­bros del Con­gre­so. En las pala­bras de Con­do­leez­za Rice, repre­sen­tan la “espe­ran­za para el futu­ro de Egipto.

Esas orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil finan­cia­das por EE.UU. actúan como un “Caba­llo de Tro­ya” que se incrus­ta en el movi­mien­to de pro­tes­ta. Pro­te­gen los intere­ses de los titi­ri­te­ros. Ase­gu­ran que el movi­mien­to de pro­tes­ta en la base no enca­ra­rá el tema más amplio de la inje­ren­cia extran­je­ra en los asun­tos de Esta­dos soberanos.

Fuen­te: Anti​im​pe​ria​lis​ta​.blo​gia​.com

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