Medio Orien­te: Rebe­lión en la gran­ja- James Petras

Comen­ta­rios para CX36 Radio Cen­te­na­rio del soció­lo­go nor­te­ame­ri­cano, James Petras des­de su huer­to en Bingham­ton, Nue­va York Esta­dos Uni­dos. Lunes 21 de febre­ro de 2011. www​.radio36​.com​.uy

Chury: Jus­ta­men­te en la pre­sen­ta­ción del espa­cio inter­na­cio­nal yo esta­ba hablan­do de lo com­pli­ca­das que apa­re­cen las cosas por allá por Yemen, por Libia, por Marrue­cos, por Soma­lía des­pués de lo Egip­to que ya comen­tas­te el otro día así que que­ría plan­tear­te estos temas pero tam­bién los que ten­gas en elaboración.

Petras: Hay que ana­li­zar en pro­fun­di­dad más allá de las mani­fes­ta­cio­nes, lo que está atrás de eso. Pri­me­ro, debe­mos enten­der que el pro­ce­so mar­cha de una for­ma des­igual. Por ejem­plo aho­ra en Egip­to y en Túnez, que ya alcan­zan a derro­car a los dic­ta­do­res en la pri­me­ra fase, están entran­do en la segun­da fase don­de están exi­gien­do una lim­pie­za total del Esta­do y los apa­ra­tos, y rea­li­zar algu­nos pasos hacia la demo­cra­cia, no sim­ple­men­te reem­pla­zar a un gobierno auto­crá­ti­co con otro. En Túnez hoy hay una gran mani­fes­ta­ción exi­gien­do la renun­cia del gobierno de tran­si­ción. Mien­tras en Yemen, Libia, Jor­da­nia, Arge­lia, Irán, Bah­réin, Marrue­cos, están en la pri­mer fase para trans­for­mar gobier­nos monár­qui­cos, abso­lu­tis­tas y repre­so­res y creo que entre los pró­xi­mos gobier­nos a ser afec­ta­dos pare­ce que están Libia, Bah­réin y Yemen, que están a pun­to de caer.

Aho­ra, ¿qué hay detrás de todas estas mani­fes­ta­cio­nes?: En pri­me­ra ins­tan­cia debe­mos bre­ve­men­te ana­li­zar las economías.

Las eco­no­mías están con­cen­tra­das en uno o dos sec­to­res que gene­ran los ingre­sos de gobier­nos, que son el petró­leo, el turis­mo y sec­to­res con poco impac­to sobre el empleo, prin­ci­pal­men­te no dan mucho empleo para la gran masa de jóve­nes edu­ca­dos, uni­ver­si­ta­rios y secun­da­rios. Segun­do una gran pre­sen­cia de capi­tal extran­je­ro que des­pla­za a cual­quier bur­gue­sía que podría fomen­tar peque­ñas y media­nas indus­trias por­que como son paí­ses que depen­den de las expor­ta­cio­nes, la bur­gue­sía está ausen­te como fac­tor. Son las empre­sas del Esta­do con­tro­la­do por una oli­gar­quía y el capi­tal extran­je­ro. Es más, impor­tan mano de obra exter­na de India, de Pakis­tán y otros paí­ses y tam­bién eso es un blo­queo para la uti­li­za­ción de mano de obra local.

Y ter­ce­ro, uti­li­zan sol­da­dos extran­je­ros, mer­ce­na­rios de Pakis­tán y otros paí­ses afri­ca­nos que no tie­nen nin­gu­na rela­ción con el pueblo.

Más allá, para pro­te­ger este sis­te­ma eco­nó­mi­co para­si­ta­rio, com­pran muchas armas, miles de millo­nes de dóla­res. En vez de inver­tir y diver­si­fi­car la eco­no­mía, estas oli­gar­quías pre­fie­ren impor­tar armas, mon­tar ejér­ci­tos y poli­cía para pro­te­ger esta eco­no­mía no diversificada.

Aho­ra, a par­tir de esa eco­no­mía tene­mos una cla­se domi­nan­te cerra­da, que no es real­men­te una cla­se sino que son cla­nes, ren­tis­tas, per­so­nas que viven de la ren­ta y no tie­nen nin­gu­na fun­ción eco­nó­mi­ca que pudié­ra­mos decir pro­duc­ti­va. Es una bur­gue­sía lum­pen que gana su dine­ro a par­tir del con­trol del teso­ro y a par­tir de eso uti­li­zan los gran­des ingre­sos con­cen­tra­dos para el gran con­su­mo de lujos con doce­nas de casas, yates, putas y tam­bién en cuen­tas en el exte­rior. Hay miles de millo­nes en ban­cos en paraí­sos fis­ca­les que como deci­mos, es capi­tal muer­to que no afec­ta nin­gu­na posi­bi­li­dad para que se cree nin­gu­na cla­se media. Lo que exis­ten, que son peque­ñas empre­sas, están total­men­te blo­quea­das por las impor­ta­cio­nes que depen­den de la polí­ti­ca esta­tal. Y la cla­se media de emplea­dos públi­cos está impac­ta­da por la infla­ción y los altos cos­tos de mer­can­cías que vie­nen del exterior.

El fac­tor más diná­mi­co en todo eso son los jóve­nes des­ocu­pa­dos y sub-ocu­pa­dos que suman más del 60 % de la pobla­ción. Es una pobla­ción demo­grá­fi­ca­men­te muy joven, sin empleo y que enfren­ta las alter­na­ti­vas de: o emi­gra­ción, bus­car salir a Euro­pa, o rebe­lar­se. Y fren­te al pano­ra­ma que hemos des­cri­to la mayo­ría por muchos años bus­có salir; aho­ra esta sali­da es cada vez más difí­cil por las polí­ti­cas inmi­gra­to­rias de Euro­pa y Esta­dos Uni­dos. Enton­ces han opta­do por la rebe­lión. En todo caso muchos quie­ren que­dar­se en su país y ellos for­man la fuer­za motriz de toda esta movi­li­za­ción por­que no ven nin­gún futu­ro en esta eco­no­mía oli­gár­qui­ca, expor­ta­do­ra de mate­rias primas.

Enton­ces tene­mos esta mez­cla de eco­no­mía, estruc­tu­ra de cla­ses y tam­bién fren­te a eso la fal­ta de una sali­da polí­ti­ca. Como esta oli­gar­quía es muy redu­ci­da depen­de del ejér­ci­to, las fuer­zas repre­si­vas y como monar­quías abso­lu­tis­tas, ana­cró­ni­cas, no per­mi­ten nin­gu­na expre­sión para modi­fi­car o cam­biar este sis­te­ma. Sim­ple­men­te son dife­ren­tes ver­sio­nes de gobier­nos auto­crá­ti­cos con una dinas­tía de fami­lias que van des­de el monar­ca o el dic­ta­dor a sus hijos y los otros parien­tes alre­de­dor de estos gobiernos.

Depen­de mucho de sec­to­res muy atra­sa­dos, tri­bus, para con­tro­lar a los sec­to­res moder­nos. Pero actual­men­te la gran mayo­ría de las tri­bus y los sec­to­res reli­gio­sos se jun­tan en las pro­tes­tas. Eso pone en cues­tión los regí­me­nes por­que la oli­gar­quía depen­de de estos sec­to­res tra­di­cio­na­les para con­tro­lar y repri­mir a los sec­to­res moder­nos de des­ocu­pa­dos, la cla­se media y los tra­ba­ja­do­res. Y aho­ra como están per­dien­do este esla­bón, pare­ce que todo está en cuestión.

Quie­ro enfa­ti­zar otra vez que muchos de los mili­ta­res que uti­li­zan estos regí­me­nes, de los paí­ses petro­le­ros, son mer­ce­na­rios extran­je­ros, prin­ci­pal­men­te pakis­ta­níes y afri­ca­nos tam­bién, que los uti­li­zan como una fuer­za mercenaria.

Este pro­ce­so no pue­de ter­mi­nar sin cam­bios por­que por­que las cau­sas son estruc­tu­ra­les. Pue­den repri­mir un día y otro día pero como con­di­cio­nes de lar­go pla­zo, de gran alcan­ce, per­ju­di­can­do a tan­tos sec­to­res, lo úni­co que bus­can estos dic­ta­do­res es abrir un diá­lo­go para con­se­guir fre­nar las movi­li­za­cio­nes en la calle. Pero estos diá­lo­gos no pue­den ir muy lejos por las con­di­cio­nes eco­nó­mi­cas que hemos comentado.

Chury: Casi todos estos paí­ses sino todos, son paí­ses saté­li­tes del imperio.

Petras: Sí, ese es el fac­tor que debe­mos enfa­ti­zar. Cuan­do habla­mos de eco­no­mías de encla­ves, debe­mos enten­der que esos encla­ves son una for­ma de com­par­tir poder entre el capi­tal impe­rial y las fami­lias. Hay una arti­cu­la­ción entre las éli­tes impe­ria­lis­tas y las cla­ses domi­nan­tes para­si­ta­rias. Lo mis­mo con los mili­ta­res, todos los regí­me­nes en estas zonas com­pran más de 180 mil millo­nes de dóla­res en armas cada año. Sólo Ara­bia Sau­di­ta ha fir­ma­do con­tra­tos por 70 mil millo­nes de dóla­res de armas. Y ese es el gran nego­cio para el impe­ria­lis­mo en estas regio­nes y tie­ne la doble fun­ción de abrir bases mili­ta­res en estos paí­ses, como tie­ne en Bah­réin. El gran puer­to de Bah­réin es para las fuer­zas nava­les de Esta­dos Uni­dos en todo el gol­fo y lo mis­mo en Ara­bia Sau­di­ta que hay bases mili­ta­res nor­te­ame­ri­ca­nas. Y tene­mos que enten­der que la ven­ta de armas es el úni­co sec­tor indus­trial impor­tan­te que está cre­cien­do un 7% el año pasa­do en Euro­pa y Esta­dos Uni­dos, fren­te al estan­ca­mien­to de lo civil.

Final­men­te debe­mos enten­der que el con­trol impe­rial allá es tan­to polí­ti­co como mili­tar y eco­nó­mi­co. Una for­ma de impe­ria­lis­mo extra­or­di­na­rio por­que no es sim­ple­men­te tener una base mili­tar o ven­der armas o tener un puer­to naval sino tam­bién com­bi­nar eso con un con­trol de sec­to­res eco­nó­mi­cos impor­tan­tes y mer­ca­dos de ventas.

Tam­bién el fac­tor que debe­mos enfa­ti­zar es que estos gobier­nos son cola­bo­ra­do­res de Israel. Tra­ba­jan bajo las direc­tri­ces nor­te­ame­ri­ca­nas de apo­yar las agre­sio­nes de Israel que for­ma el país más influ­yen­te en la polí­ti­ca inter­na de Esta­dos Uni­dos. Y aho­ra esta polí­ti­ca de Israel de apo­yar dic­ta­do­res, repre­so­res, pro nor­te­ame­ri­ca­nos, ha cau­sa­do un enor­me pro­ble­mas para la Casa Blanca.

Por­que por un lado los sio­nis­tas aquí pre­sio­nan para que el gobierno siga apo­yan­do a estos regí­me­nes auto­crá­ti­cos mien­tras por otro lado los polí­ti­cos pro­fe­sio­na­les dicen que mien­tras segui­mos apo­yan­do estos regí­me­nes en caí­da para ser­vir a Israel, esta­mos per­dien­do todas las palan­cas para influir a los nue­vos gober­nan­tes que van sur­gien­do de los movi­mien­tos. Este es el dile­ma, o some­ter­se a los sio­nis­tas y apo­yar a los gobier­nos repre­so­res o bus­car la for­ma de inser­tar­se y poner un recam­bio más com­pa­ti­ble con la situa­ción del imperio.

Chury: ¿Habrá veto del pre­si­den­te Oba­ma al pre­su­pues­to [de EE.UU.] cuan­do lo tra­te el senado?

Petras: El pre­su­pues­to está en una situa­ción de total pará­li­sis por­que el gobierno está divi­di­do. El Con­gre­so con­tro­la­do por los repu­bli­ca­nos quie­re pro­fun­di­zar los recor­tes en una for­ma muy bru­tal y muy exten­si­va afec­tan­do la segu­ri­dad social o pen­sio­nes y todos los reajus­tes que uno nece­si­ta fren­te a los altos pre­cios. Oba­ma no está en con­tra en prin­ci­pio, pero el rit­mo de los cam­bios debe ser menos rápi­do y gran­de por­que él tie­ne mie­do de que si imple­men­ta la polí­ti­ca de los repu­bli­ca­nos en todo, va a per­der un 50 % del elec­to­ra­do que lo votó. En ese caso, si no aprue­ban un nue­vo finan­cia­mien­to para la deu­da y el fun­cio­na­mien­to coti­diano del gobierno, no tie­nen dine­ro para pagar a los millo­nes de fun­cio­na­rios. Y el gobierno ter­mi­na­rá para­li­za­do, cerran­do su funcionamiento.

Eso va a crear una cri­sis mun­dial del sis­te­ma finan­cie­ro y una corri­da sobre el dólar por­que sin más cir­cu­lan­te, sin una apro­ba­ción del nue­vo pre­su­pues­to y finan­cia­mien­to, ter­mi­na defi­ni­ti­va­men­te de fun­cio­nar. Por eso las bol­sas y los espe­cu­la­do­res, inver­sio­nis­tas, están muy ner­vio­sos por­que has­ta aho­ra el gobierno está divi­di­do con la opo­si­ción entre los ultras y los con­ser­va­do­res mode­ra­dos y Oba­ma no encuen­tra una solu­ción. Enton­ces vamos cami­nan­do hacia el abis­mo en este sentido.

Si el gobierno no con­si­gue finan­cia­mien­to, quie­ro repe­tir, el gobierno que­da cerra­do, no hay for­ma de con­ti­nuar las fun­cio­nes diarias.

Chury: Un hecho real­men­te gra­ve Petras, ¿no? Sin duda alguna

Petras: Muy gra­ve y no apa­re­ce en los gran­des títu­los toda­vía. Pero la fecha se está acer­can­do. Sim­ple­men­te unas 3 sema­nas has­ta el 10 de Mar­zo que debe comen­zar a fun­cio­nar el nue­vo finan­cia­mien­to y no apa­re­ce en el hori­zon­te nin­gu­na posi­bi­li­dad de un arre­glo. Y eso vamos a ver con más aten­ción mien­tras la fecha se acerca.

Chury: Petras, muy bue­na la acla­ra­ción por­que ade­más segu­ra­men­te muchí­si­ma gen­te en el mun­do pue­de creer que lo que se está tra­tan­do es un tema domés­ti­co, interno de los Esta­dos Uni­dos, pero tú estás acla­ran­do que la reper­cu­sión inter­na­cio­nal es muy grande

Petras: Sí, va a afec­tar a todos los mer­ca­dos en el mun­do y podría pro­vo­car o deto­nar un crac en la eco­no­mía mun­dial por­que las olas van a exten­der­se más allá de Wall Street y Washing­ton y el país. Van a exten­der­se a todas las eco­no­mías vin­cu­la­das finan­cie­ra­men­te con los Esta­dos Uni­dos y eso es muy gra­ve. Debe­mos man­te­ner la aten­ción sobre lo que pue­de pasar. Al mis­mo tiem­po tene­mos aquí una rebe­lión muy sig­ni­fi­ca­ti­va en el esta­do de Wis­con­sin don­de ayer se movi­li­za­ron 100 mil obre­ros, emplea­dos públi­cos, maes­tros, médi­cos y otros, en con­tra de un gober­nan­te que quie­re imple­men­tar la agen­da de la dere­cha y quie­re eli­mi­nar las nego­cia­cio­nes colec­ti­vas de los sin­di­ca­tos, quie­re recor­tar las pen­sio­nes, quie­re eli­mi­nar el finan­cia­mien­to de la salud por par­te del estado.

En este sen­ti­do vemos otro con­flic­to que va más allá del Demó­cra­ta y Repu­bli­cano. Por pri­me­ra vez el pue­blo orga­ni­za­do, los sin­di­ca­tos loca­les, los emplea­dos públi­cos, entran en una gran con­fron­ta­ción: la huel­ga y pro­tes­ta más gran­de que hemos vis­to en más de 50 años aquí. Una huel­ga gene­ral del sec­tor públi­co con­tra este gober­na­dor que tra­ta de eli­mi­nar efec­ti­va­men­te a los sec­to­res sin­di­ca­les. Hablé con un sin­di­ca­lis­ta que me dijo que esta lucha es has­ta la muer­te por­que si el gober­na­dor con­si­gue la apro­ba­ción de la ley, va a eli­mi­nar efec­ti­va­men­te el fun­cio­na­mien­to de los sin­di­ca­tos. Más allá de los recor­tes está en jue­go el sin­di­ca­lis­mo repre­sen­ta­ti­vo. Enton­ces esta­mos en una situa­ción don­de la extre­ma dere­cha, con­tro­lan­do pues­tos impor­tan­tes en el gobierno, ha pro­vo­ca­do por pri­me­ra vez un tipo de levan­ta­mien­to popu­lar que uti­li­za en algu­nos casos las con­sig­nas de Egip­to: hablan de un levan­ta­mien­to popu­lar esti­lo El Cairo.

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