Las cau­sas del aumen­to de pre­cios y de la cri­sis ali­men­ta­ria en el mundo.

En las últi­mas sema­nas han cir­cu­la­do diver­sos artícu­los y comen­ta­rios sobre la cri­sis del aumen­to de los pre­cios de ali­men­tos. La mayo­ría de los aná­li­sis son bue­nos. Aun­que algu­nos que­dan atra­pa­dos en la visión eco­no­mi­cis­ta de la ofer­ta y deman­da. O de algún pro­ble­ma de sequía o inun­da­ción en algún país, que de hecho no son la cau­sa del aumen­to de pre­cios de los alimentos.

Den­tro del MST y de la Vía Cam­pe­si­na hemos pro­du­ci­do bue­nos aná­li­sis, y no está demás refor­zar­los. Por eso esta­mos com­par­tien­do con Uds. nues­tra opi­nión, como una espe­cie de resu­men sobre las cau­sas del incre­men­to de pre­cios de los ali­men­tos y de la cri­sis ali­men­ta­ria que afec­ta a millo­nes de seres huma­nos, más allá de los mil millo­nes de ham­brien­tos que ya pasan ham­bre todos los días, según la FAO.

1.- El con­trol oli­go­pó­li­co que unas pocas empre­sas tie­nen del comer­cio agrí­co­la mun­dial, de los prin­ci­pa­les pro­duc­tos, como: soya, maíz, arroz, tri­go, leche y car­nes; pues ellas impo­nen un pre­cio, inde­pen­dien­te­men­te del cos­to real de producción.

2.- La espe­cu­la­ción de gran­des inver­so­res en las bol­sas de mer­can­cías agrí­co­las ha con­ver­ti­do a los ali­men­tos en meros pape­les de nego­cios. Se comen­ta en los perió­di­cos que ya están ven­di­das en las bol­sas las pró­xi­mas sie­te cose­chas de soya del mun­do. Éstas ya tie­nen due­ño, como títu­los de ventas.

3.- La espe­cu­la­ción finan­cie­ra: muchos ban­cos invier­ten sus capi­ta­les volá­ti­les en mer­can­cías agrí­co­las, para pro­te­ger­se de la cri­sis general.

4.- La pro­duc­ción agrí­co­la de agro­com­bus­ti­bles, que tie­ne sus pre­cios basa­dos en el petró­leo, ter­mi­na empu­jan­do la tasa medía de ganan­cia en la agri­cul­tu­ra hacia arri­ba. Y así, debi­do al ele­va­do pre­cio del eta­nol, suben todos los pro­duc­tos agrícolas.

5.- El ele­va­do cos­to de trans­for­mar millo­nes de tone­la­das de cerea­les en pro­teí­na ani­mal. O sea, las éli­tes deman­dan cada vez más car­nes, y por eso par­te de la pro­duc­ción de vege­ta­les, que podría ser con­su­mi­da por la pobla­ción, va para los ani­ma­les y, por tan­to, aca­ba inci­dien­do en el aumen­to del pre­cio de las carnes.

6.- Las pri­va­ti­za­cio­nes de los ser­vi­cios públi­cos para la agri­cul­tu­ra, que los trans­fie­ren al con­trol de las empre­sas trans­na­cio­na­les, tam­bién reper­cu­ten en el incre­men­to de cos­tos en el pre­cio final.

7.- Las legis­la­cio­nes ambien­ta­les de sani­dad y cer­ti­fi­ca­dos de paten­tes, imple­men­ta­dos en el perio­do de los gobier­nos neo­li­be­ra­les para favo­re­cer el con­trol oli­go­pó­li­co de algu­nas empre­sas sobre la mayo­ría de los pro­duc­tos que exi­gen trans­for­ma­ción indus­trial, les da poder para impo­ner precios.

8- La regla gene­ral impues­ta por la OMC (Orga­ni­za­ción Mun­dial del Comer­cio) a par­tir de 1994, que trans­for­mó los ali­men­tos en meras mer­can­cías, que deben ser regu­la­das sólo por el mer­ca­do. Y como el mer­ca­do es con­tro­la­do por las gran­des empre­sas trans­na­cio­na­les, eso tie­ne efec­to direc­to en el precio.

9- La intro­duc­ción de la pro­pie­dad pri­va­da de las semi­llas trans­gé­ni­cas impo­ne una nue­va matriz tec­no­ló­gi­ca con cos­tos de pro­duc­ción mayo­res y en bene­fi­cio de las mis­mas empre­sas que con­tro­lan el comer­cio, las semi­llas y los insu­mos agrícolas.

10. Hay una corri­da de los capi­ta­lis­tas en gene­ral y de las gran­des empre­sas hacia el hemis­fe­rio sur, para apo­de­rar­se de los recur­sos natu­ra­les: tie­rras, agua, lagos, reser­vas de made­ra, etc. y con eso van expul­san­do a las pobla­cio­nes nati­vas y los cam­pe­si­nos en gene­ral, e impo­nien­do la regla gene­ral del capi­tal sobre los alimentos.

11- En las últi­mas dos déca­das con el pro­ce­so de inter­na­cio­na­li­za­ción del capi­tal y de las empre­sas capi­ta­lis­tas, los pre­cios de los ali­men­tos se inter­na­cio­na­li­za­ron. Esto deter­mi­na que los pará­me­tros de pro­duc­ción y de los pre­cios no son más el cos­to real de pro­duc­ción de ali­men­tos en cada país, sino que se esta­ble­ce un pre­cio medio mun­dial, con­tro­la­do por las empre­sas, que exclu­ye com­ple­ta­men­te otras for­mas de pro­duc­ción, loca­les, cam­pe­si­nas, etc.

Como se ve, la lucha por la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria que los movi­mien­tos de la Vía Cam­pe­si­na en todo el mun­do adop­ta­ron como prio­ri­dad es más que correc­ta, es nece­sa­ria y urgen­te. La sobe­ra­nía ali­men­ta­ria es la polí­ti­ca de que cada pue­blo, en su región, muni­ci­pio y país, desa­rro­lle con­di­cio­nes para pro­du­cir los ali­men­tos que nece­si­ta para sobre­vi­vir. Y que sólo expor­te el exce­den­te, y sólo impor­te lo que va más allá de su canas­ta bási­ca en con­so­nan­cia con sus hábi­tos alimenticios.

Ade­más, todos los nutri­cio­nis­tas advier­ten que nues­tra die­ta ali­men­ta­ria tie­ne que dar­se a par­tir de los ali­men­tos pro­du­ci­dos en los bio­mas don­de vivi­mos. Eso es lo que garan­ti­za ener­gía salu­da­ble para la repro­duc­ción de todos los seres vivos, en su pro­pio hábi­tat. Las empre­sas trans­na­cio­na­les están trans­for­man­do el mun­do en un úni­co y gran super­mer­ca­do, a base de soya y maíz. Espe­ra­mos que las con­tra­dic­cio­nes que el movi­mien­to del capi­tal nos pre­sen­ta cada día, nos ayu­de a cons­cien­ti­zar a nues­tra base y a la socie­dad en gene­ral, para los cam­bios nece­sa­rios, para un nue­vo mode­lo de pro­duc­ción agrí­co­la en Bra­sil y en el Mundo.

Esta es la tarei­ta, por ahora!

Abra­zos

* Mili­tan­tes del MST y de la Vía Campesina
(Tra­duc­ción Min­ga Infor­ma­ti­va de Movi­mien­tos Sociales)

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