El inter­na­cio­na­lis­mo revo­lu­cio­na­rio para la cons­truc­ción del socia­lis­mo en el siglo XXI – Dax Tos­cano Segovia

A lo lar­go de la his­to­ria huma­na han sido la soli­da­ri­dad y la cola­bo­ra­ción lo que ha per­mi­ti­do a los pue­blos cons­truir mejo­res con­di­cio­nes de vida para su existencia.

Las tesis que sos­tie­nen que los seres huma­nos son egoís­tas por natu­ra­le­za, no tie­ne nin­gu­na vali­dez cien­tí­fi­ca. Son las con­di­cio­nes mate­ria­les las que con­di­cio­nan el sur­gi­mien­to de cier­tos com­por­ta­mien­tos entre los indi­vi­duos. Egoís­mo, celos, envi­dia, indi­vi­dua­lis­mo, son con­duc­tas que tie­nen como cau­sa fun­da­men­tal la exis­ten­cia de la pro­pie­dad pri­va­da sobre los medios de pro­duc­ción, los pro­duc­tos obte­ni­dos como resul­ta­do del tra­ba­jo, las per­so­nas y el pro­pio cono­ci­mien­to humano.

El des­pia­da­do sis­te­ma capi­ta­lis­ta, sobre todo en su fase impe­ria­lis­ta, ha exa­cer­ba­do las con­duc­tas más abe­rran­tes entre las per­so­nas, des­hu­ma­ni­zán­do­las cada vez más, mien­tras los obje­tos, las cosas son más impor­tan­tes que los mis­mos huma­nos que las producen.

Los EE.UU., con­jun­ta­men­te con sus alia­dos euro­peos y el sio­nis­mo israe­lí, han des­ata­do una nue­va y más agre­si­va cam­pa­ña de mili­ta­ri­za­ción del pla­ne­ta, que inclu­ye gue­rras pre­ven­ti­vas, terro­ris­mo blan­co y fabri­ca­ción de arma­men­tos cada vez más sofis­ti­ca­dos. La huma­ni­dad se enfren­ta ante el serio ries­go de des­apa­re­cer de la faz del pla­ne­ta, hecho agra­va­do por la des­truc­ción del medio ambien­te pro­vo­ca­do por el irra­cio­nal sis­te­ma capi­ta­lis­ta de pro­duc­ción. Las dos gue­rras mun­dia­les demues­tran la bru­ta­li­dad de los explo­ta­do­res y la bar­ba­rie a la que el capi­ta­lis­mo ha con­du­ci­do a la huma­ni­dad. Igual de bru­ta­les han sido las agre­sio­nes que los impe­ria­lis­tas fran­ce­ses y yan­quis des­ata­ron con­tra Arge­lia y Viet­nam, como igual de san­gui­na­rias son hoy las agre­sio­nes con­tra Afga­nis­tán e Irak, per­pe­tra­das por los Esta­dos Uni­dos con la com­pli­ci­dad de Euro­pa y el Esta­do de Israel.

Las cri­mi­na­les dic­ta­du­ras mili­ta­res del cono sur en Amé­ri­ca Lati­na duran­te la déca­da de 1970, que goza­ron del res­pal­do del impe­ria­lis­mo yan­qui y las bur­gue­sías crio­llas, son el cla­ro ejem­plo de lo que los deten­ta­do­res del poder en las socie­da­des capi­ta­lis­tas son capa­ces de hacer cuan­do los pue­blos tra­tan de cons­truir una socie­dad dis­tin­ta. Los fas­cis­tas no esca­ti­ma­ron nin­gún medio, nin­gún recur­so para per­se­guir, dete­ner, tor­tu­rar, ase­si­nar y des­apa­re­cer a las y los revo­lu­cio­na­rios de dis­tin­tos luga­res de Amé­ri­ca Lati­na en todo el mun­do. Eso se lle­vó a cabo a tra­vés del maca­bro Plan Cóndor.

Creer, por tan­to, en los lla­ma­dos a la “paz” y a la “uni­dad nacio­nal” que los explo­ta­do­res hacen a tra­vés de sus apa­ra­tos ideo­ló­gi­cos des­ti­na­dos a alie­nar y embru­te­cer a las per­so­nas, como son la reli­gión, el sis­te­ma edu­ca­ti­vo y los medios de comu­ni­ca­ción, es una equi­vo­ca­ción tre­men­da del pue­blo explo­ta­do y de sus orga­ni­za­cio­nes revolucionarias.

Las bur­gue­sías, el impe­ria­lis­mo, más allá de las pug­nas que pue­dan exis­tir entre ellas para apro­piar­se mayor­men­te de la rique­za de los pue­blos, cuan­do ven peli­grar su exis­ten­cia, se alían para enfren­tar­se a sus enemi­gos de cla­se. Los explo­ta­do­res con­sen­suan entre ellos para garan­ti­zar su exis­ten­cia, pero ade­más pre­ten­den “fabri­car el con­sen­so” entre la pobla­ción a tra­vés de diver­sos meca­nis­mos de alie­na­ción, para así lograr que las masas inte­rio­ri­cen su dis­cur­so mis­ti­fi­ca­dor y lo hagan suyo.

La divi­sa revo­lu­cio­na­ria debe ser la unidad

Los pue­blos y fun­da­men­tal­men­te la cla­se tra­ba­ja­do­ra del mun­do no pue­den ser indi­fe­ren­tes ante lo que suce­de en cada rin­cón don­de un obre­ro, un cam­pe­sino, un ama de casa, un estu­dian­te, un jubi­la­do es explo­ta­do, repri­mi­do, piso­tea­do. Los explo­ta­do­res de hoy, al igual que los de anta­ño, tie­nen como obje­ti­vo divi­dir a los explo­ta­dos para poder ven­cer­los. Es pre­ci­so recor­dar que debi­do a esto, entre otras razo­nes, el nazi­fas­cis­mo pudo triun­far en Ale­ma­nia en el año 1933.

Fren­te a esta polí­ti­ca del impe­ria­lis­mo, las bur­gue­sías y las oli­gar­quías hay que levan­tar la ban­de­ra de la uni­dad revo­lu­cio­na­ria con accio­nes con­cre­tas. La máxi­ma de Bolí­var “uni­dad, uni­dad, uni­dad”, debe ser la divi­sa de quie­nes luchan por cons­truir una socie­dad mejor, tal como lo ha sen­ten­cia­do el pre­si­den­te Hugo Chá­vez Frías.

Marx y Engels expre­sa­ron una fra­se con­tun­den­te en el Mani­fies­to Comu­nis­ta: “Pro­le­ta­rios de todos los paí­ses uníos.” Estos gran­des revo­lu­cio­na­rios com­pren­die­ron des­de muy tem­prano la nece­si­dad de que la cla­se obre­ra se una para derro­tar a sus explo­ta­do­res. No se tra­ta sola­men­te de una con­sig­na polí­ti­ca, sino de un pen­sa­mien­to que encie­rra una pro­fun­da com­pren­sión de la reali­dad his­tó­ri­ca social. Si el sis­te­ma capi­ta­lis­ta es un sis­te­ma de domi­na­ción y expo­lio de carác­ter mun­dial, solo pue­de ser derro­ta­do con el con­cur­so de toda la cla­se tra­ba­ja­do­ra, de los explo­ta­dos a nivel mun­dial. La uni­dad no solo debe con­ce­bir­se a nivel nacio­nal, sino internacional.

León Trotsky desa­rro­lló con más pro­fun­di­dad esta teo­ría, que se cono­ce con el nom­bre de “Revo­lu­ción per­ma­nen­te”. Los bol­che­vi­ques, guia­dos bajo las ense­ñan­zas de Lenin, siem­pre actua­ron con­se­cuen­te­men­te con la cau­sa del inter­na­cio­na­lis­mo proletario.

No es posi­ble cons­truir una socie­dad dis­tin­ta a la capi­ta­lis­ta en un solo país. Se nece­si­ta ampliar los pro­ce­sos, exten­der­los, encen­der la lla­ma de la Revo­lu­ción Mun­dial. La coexis­ten­cia pací­fi­ca, enten­di­da como la fal­ta de soli­da­ri­dad polí­ti­ca entre las orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias so pre­tex­to de evi­tar intro­mi­sio­nes en los asun­tos inter­nos de cada nación, ha con­lle­va­do al for­ta­le­ci­mien­to de la burguesía.

La social­de­mo­cra­cia y el sta­li­nis­mo han sido res­pon­sa­bles de ello, como lo evi­den­cia el fra­ca­so de la segun­da y ter­ce­ra internacional.

El Che plan­teó “crear dos, tres Viet­nam”. Con esa fra­se, que hacía refe­ren­cia a una situa­ción muy par­ti­cu­lar en un momen­to his­tó­ri­co deter­mi­na­do, el gue­rri­lle­ro heroi­co seña­ló por un lado la nece­si­dad de com­ba­tir con con­tun­den­cia al impe­ria­lis­mo en cual­quier rin­cón del mun­do y, por otro, tra­ba­jar uni­dos des­de todos los ámbi­tos para defen­der a cual­quier pue­blo que sufra los emba­tes de los cri­mi­na­les yan­quis y sus alia­dos euro­peos. Bas­ta recor­dar las con­tun­den­tes pala­bras del Che para denun­ciar a los mer­ce­na­rios bel­gas que actua­ron en el Con­go, res­pon­sa­bles del ase­si­na­to de Patri­cio Lumum­ba, así como la agre­sión con­tra Arge­lia por par­te de los geno­ci­das franceses.

La lucha tie­ne que ser en todo nivel: eco­nó­mi­co (boi­cot con­tra Israel, con­tra la trans­na­cio­nal Coca Cola, etc.), polí­ti­co (uni­dad entre orga­ni­za­cio­nes diver­sas para luchar con­tra los opre­so­res) cul­tu­ral (difu­sión, pro­mo­ción de lo que hacen las orga­ni­za­cio­nes de la cla­se trabajadora).

La soli­da­ri­dad tie­ne que ser efec­ti­va. No pue­de limi­tar­se a pan­fle­tos o con­sig­nas en perió­di­cos. Debe haber una movi­li­za­ción per­ma­nen­te. Las orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias no pue­den, de nin­gu­na mane­ra, usar el dis­cur­so de los opre­so­res. Juz­gar, cen­su­rar a las orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias como lo hizo José Sara­ma­go, el “comu­nis­ta hor­mo­nal”, con la gue­rri­lla colom­bia­na es una mues­tra feha­cien­te de incon­se­cuen­cia política.

De igual mane­ra, debe sepa­rar­se la polí­ti­ca esta­tal, cuan­do exis­ten gobier­nos popu­la­res, de la polí­ti­ca de los movi­mien­tos, par­ti­dos y orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias en las que se sos­tie­nen esos gobiernos.

Los revo­lu­cio­na­rios cuba­nos deben hacer una medi­ta­ción pro­fun­da sobre este asun­to para posi­bi­li­tar que sus orga­ni­za­cio­nes de masas, fun­da­men­tal­men­te el Par­ti­do Comu­nis­ta, se impli­quen abier­ta y deci­di­da­men­te con la lucha de los pue­blos. Ese es el lega­do que deja­ron el Coman­dan­te Manuel Piñei­ro Loza­da, así como otros vale­ro­sos com­ba­tien­tes que entre­ga­ron su vida por la cau­sa de la revo­lu­ción en el mun­do ente­ro como fue Car­los Con­ra­do de Jesús Alva­ra­do Marín (Mercy) padre del com­ba­tien­te de la segu­ri­dad del esta­do cubano, el inter­na­cio­na­lis­ta Percy Alva­ra­do Godoy.

Las calles, las pla­zas, las pare­des deben tomar­se no solo para lan­zar con­sig­nas o luchar por rei­vin­di­ca­cio­nes pun­tua­les de cada pue­blo, sino para expre­sar la más amplia soli­da­ri­dad con el movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio en el con­ti­nen­te y el mun­do entero.

Los cin­co cuba­nos anti­te­rro­ris­tas pre­sos en EEUU podrán ser libe­ra­dos por esas accio­nes, Pales­ti­na no que­da­rá aban­do­na­da ante la vorá­gi­ne del sio­nis­mo, las orga­ni­za­cio­nes gue­rri­lle­ras colom­bia­nas no se verán ais­la­das ante las men­ti­ras del esta­do fas­cis­ta colom­biano, Eus­kal Herria sen­ti­rá el apo­yo incon­di­cio­nal para lograr su inde­pen­den­cia y la liber­tad de los pre­sos polí­ti­cos. Uni­dos somos fuer­tes, divi­di­dos pereceremos.

Patria Gran­de, 24 de enero de 2011

La Hai­ne

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