Un fut­bo­lis­ta en la cor­te del rey Bor­bon- Ama­deo Mar­ti­nez Inglés

Des­de lue­go, este hom­bre empie­za a preo­cu­par­me muy seria­men­te. Yo no sé si es que la edad ha entra­do a saco en sus neu­ro­nas; o que ha aumen­ta­do sen­si­ble­men­te la dosis de Vega Sici­lia que se echa dia­ria­men­te al cole­to; o que está depri­mi­do por su enfer­me­dad y por­que ya no pue­de salir por ahí a fil­mar vídeos porno ni a cazar osos borra­chos; o que “cho­chea” ya un día sí y otro tam­bién; o que el tes­tícu­lo que dice Peña­fiel que le fal­ta lo des­equi­li­bra físi­ca y men­tal­men­te; o que el peso de la coro­na le pro­du­ce unas jaque­cas inso­por­ta­bles (dicen los que le cono­cen bien que se la pone muy fre­cuen­te­men­te en la inti­mi­dad); o que se cree Napo­león y, en con­se­cuen­cia, no sería extra­ño que muy pron­to lo vié­ra­mos ele­van­do a la supre­ma cate­go­ría cas­tren­se de almi­ran­tes y maris­ca­les a sus ami­gue­tes cor­te­sa­nos; o que tie­ne el par motor cor­po­ral muy bajo de revo­lu­cio­nes; o, sim­ple­men­te, que se ha vuel­to ton­to de repen­te (bueno, qui­zá lo fue­ra ya antes pero lo disi­mu­la­ba con el bueno de don Sabino a su vera)… pero este ciu­da­dano que los espa­ño­les, paso­tas como nadie, toda­vía man­te­ne­mos a cuer­po de rey en La Zar­zue­la des­pués de muchos años de ganar mucho y no tra­ba­jar nada, demues­tra estar mal, pero que muy mal, y debe­ría con toda urgen­cia pasar por la con­sul­ta de algún pro­bo psi­có­lo­go argen­tino. Que los hay, y muchos.

Por­que mira que con la que está cayen­do en este país, con casi cin­co millo­nes de para­dos, con un millón tres­cien­tas mil fami­lias sin nada que lle­var­se al esó­fa­go si no fue­ra por Cari­tas, con ocho millo­nes de pen­sio­nis­tas jugan­do al bin­go a diez cén­ti­mos el car­tón, con el fan­tas­ma del res­ca­te finan­cie­ro enci­ma de nues­tras cabe­zas, con la Mer­kel y su novio polí­ti­co Sar­kozzy macha­cán­do­nos a debe­res, con los mer­ca­dos inter­na­cio­na­les pres­tán­do­nos pla­ta casi a dia­rio y a cara de perro para que los virre­yes regio­na­les pue­dan seguir sién­do­lo, con el PIB nacio­nal bajan­do y la infla­ción repun­tan­do, o sea, con la temi­da “estan­fla­ción” ya entre noso­tros y, ade­más y pre­ci­sa­men­te, en el día en el que el mun­do ente­ro esta­ba pen­dien­te de cien­tos de miles de valien­tes ciu­da­da­nos egip­cios que se juga­ban la vida por la demo­cra­cia y la liber­tad en el cen­tro de El Cai­ro, va este des­ocu­pa­do de La Zar­zue­la, este para­do de oro, este ex fran­quis­ta de pro y demó­cra­ta sobre­ve­ni­do, este noble muti­la­do (no de gue­rra por la patria sino de jol­go­rio pro­fe­sio­nal en las pis­tas de Baquei­ra Beret), este rey extem­po­rá­neo con paten­te de cor­so fran­quis­ta (la Cons­ti­tu­ción del 78), y se pone a repar­tir mar­que­sa­dos a dies­tro y sinies­tro entre sus ami­gue­tes y cono­ci­dos de cier­to renom­bre. Como si aquí y aho­ra, en esta Espa­ña de la demo­cra­cia, la mise­ria y el cabreo (que ya sal­drá), no hubie­ra pasa­do nada en unos cuan­tos siglos y los ciu­da­da­nos de este país fué­ra­mos, ade­más de muy pacien­tes y pelo­tas con el que man­da (que lo somos), toda­vía súb­di­tos de su majes­tad el rey felón Fer­nan­do VII; o del borra­cho y putañe­ro Alfon­so XIII; o de la nin­fó­ma­na con coro­na Isa­bel II. Por poner sólo algu­nos ejem­plos que les sue­ne más o menos a la gente.

Comen­zan­do su par­ti­cu­lar repar­to de pre­mios, canon­jías y reco­no­ci­mien­tos regios, con mar­que­sa­do inclui­do, en la per­so­na del oron­do y bona­chón selec­cio­na­dor nacio­nal de fút­bol, Vicen­te del Bos­que, con el que yo, por supues­to, y aun­que no me gus­ta ni veo este popu­lar deporte/​negocio de masas, no ten­go nin­gún con­ten­cio­so per­so­nal ¡fal­ta­ría más! pero que, a mi modes­to enten­der, hizo más bien poco para que “la roja” (a par­tir de aho­ra debe­rá lla­mar­se “la azul”) gana­ra la pelo­ti­ta esa dora­da que acre­di­ta los sufri­mien­tos y las peri­pe­cias que nues­tros juga­do­res balom­pé­di­cos tuvie­ron que supe­rar en los rui­do­sos esta­dios de Sudá­fri­ca el verano pasa­do; y que los medios de comu­ni­ca­ción espa­ño­les no han deja­do toda­vía de mos­trar una y otra vez a los ciu­da­da­nos de este país, afi­cio­na­dos o no. Y digo esto por­que a mi modes­to enten­der, y repi­to que soy un lego en la mate­ria, fue el entre­na­dor del FC Bar­ce­lo­na, el señor Guar­dio­la, el que puso a dis­po­si­ción de la selec­ción espa­ño­la un feno­me­nal equi­po de fút­bol, cohe­sio­na­do, con­jun­ta­do, entre­na­do, tec­ni­fi­ca­do y con una moral de hie­rro, que sería la almen­dra y la esen­cia del que lue­go pon­dría en jue­go en el cam­peo­na­to del mun­do el aho­ra mar­qués bor­bó­ni­co, Exc­mo señor D. Vicen­te del Bos­que; ape­nas com­ple­men­ta­do, eso sí, con tres o cua­tro juga­do­res espa­ño­les del extra­mu­ros catalán.

Pero, bueno, allá el bueno de don Vicen­te con este rega­li­to enve­ne­na­do que le ha hecho el ali­caí­do monar­ca que toda­vía man­te­ne­mos los espa­ño­les en su reti­ro dora­do de La Zar­zue­la. Que se cree, y lo peor es que se le con­sien­te, que toda­vía esta­mos en la épo­ca en la que sus des­pre­cia­bles ante­pa­sa­dos bor­bó­ni­cos juga­ban a los mar­que­ses, los con­des, los duques, los gran­des de Espa­ña, los vali­dos, los nobles, las putas caras, los ala­bar­de­ros, los pala­cios, las bodas reales, la estu­pi­dez real, el latro­ci­nio regio y la mise­ria y el atra­so de millo­nes de sacri­fi­ca­dos súb­di­tos. Y todo eso ¡enté­ren­se de una puñe­te­ra vez el ciu­da­dano Bor­bón y la ralea pos fran­quis­ta que le rodea y apo­ya! ha pasa­do ya a la his­to­ria. O, por lo menos (tam­po­co quie­ro ven­der la piel del oso antes de cazar­lo como hace Rajoy), tie­ne todas las tra­zas de estar a pun­to de pasar. O de vol­ver a pasar, en esta oca­sión definitivamente.

Mire un poqui­to estos días al nor­te de Áfri­ca, señor Bor­bón, en lugar de dedi­car­se a per­der el tiem­po fabri­can­do mar­que­ses que ni puñe­te­ra fal­ta nos hacen a los espa­ño­les en estos momen­tos ya que aquí lo que nece­si­ta­mos de ver­dad son inge­nie­ros, arqui­tec­tos, infor­má­ti­cos, inves­ti­ga­do­res, médi­cos, téc­ni­cos espe­cia­li­za­dos… etc, etc (jus­to lo que nos pide la espa­bi­la­da jefe del Gobierno ale­mán), vea lo que les está pasan­do a los jeri­fal­tes polí­ti­cos que nun­ca han sido ele­gi­dos demo­crá­ti­ca­men­te por sus pue­blos y se arre­bu­jan en sus pol­tro­nas años y años (usted sí fue ele­gi­do por el pue­blo espa­ñol pero solo por uno y que lle­va­ba, ade­más, una pis­to­la al cin­to) y pon­ga su bar­ba a remo­jar. Y la de su vás­ta­go, el muy pre­pa­ra­do don Feli­pe el astu­riano. Por­que qui­zá pron­to, y a pesar de esa Cons­ti­tu­ción del 78 que le rega­la­ron los fran­quis­tas para blin­dar su coro­na y su rei­na­do, ten­ga usted que afei­tar­se la suya y ayu­dar a afei­tár­se­la a su que­ri­do hijo y mari­do de la popu­lar Leti. Varo­nil queha­cer que, segu­ra­men­te, y a poco que la cosa sal­ga medio bien, ten­gan ambos que apu­rar a bor­do del heli­cóp­te­ro de guar­dia en La Zarzuela…

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