Se ace­le­ran ascen­sos revo­lu­cio­na­rios en la RDP de Corea

A fina­les de hace dos años, en el Com­ple­jo de Ace­ro Cho­lli­ma se encen­dió las lla­mas del nue­vo ascen­so revo­lu­cio­na­rio para impul­sar más la edi­fi­ca­ción de una poten­cia eco­nó­mi­ca, y has­ta hoy man­tie­nen su ritmo.

Siguien­do su ejem­plo, y bajo la con­sig­na de “¡Todo para el mejo­ra­mien­to de la vida del pue­blo!” los obre­ros del Com­ple­jo Side­rúr­gi­co Kim Chaek envia­ron una car­ta a sus homó­lo­gos de todo el país plan­tean­do una emu­la­ción socia­lis­ta, y aho­ra se logran segui­da­men­te rele­van­tes éxi­tos en todos los sec­to­res de la eco­no­mía nacional.

Para alcan­zar tec­no­lo­gías de vanguardia 

Corea se ha fija­do la meta de dejar abier­ta has­ta el año 2012 la puer­ta de la gran poten­cia prós­pe­ra. Para alcan­zar­la impul­san pla­nes para desa­rro­llar tec­no­lo­gías de pun­ta y apli­car­las en la economía.

La apli­ca­ción del con­trol numé­ri­co por compu­tado­ra (CNC) en máqui­nas herra­mien­ta y equi­pos se lle­van a cabo a ple­na esca­la en todo el país.

La fábri­ca de máqui­nas Ryonha, pio­ne­ra del CNC en el país, ha desa­rro­lla­do nue­vo tipo de maqui­na­do cen­tral de 9 ejes capaz de ela­bo­rar con pre­ci­sión cua­les­quier pie­zas, sea lo que sea su forma.

En las indus­trias meta­lúr­gi­ca y mecá­ni­ca tam­bién hacen muchos esfuer­zos para intro­du­cir el CNC en el pro­ce­so de pro­duc­ción. Lo hicie­ron por ejem­plo en el Com­ple­jo de Máqui­nas Pesa­das de Taean con máqui­nas-herra­mien­ta super­pe­sa­das y en el Com­ple­jo de Ace­ro Cho­lli­ma con la pren­sa de 10 mil tone­la­das. Con esto pusie­ron pun­to final a los méto­dos anti­cua­dos que se basa­ban en ruti­nas y experiencias.

Este año tam­bién apli­ca­ron el man­do por compu­tado­ra a una tala­dra­do­ra de 155 milí­me­tros en el Com­ple­jo de Máqui­nas de Ryong­song y una fre­sa­do­ra de pór­ti­co de 6 metros y a un torno ver­ti­cal de la fábri­ca de coji­ne­tes de Ryong­song. Esto posi­bi­li­tó aumen­tar la pro­duc­ti­vi­dad y la calidad.

Esos éxi­tos se deben en gran­des medi­das a los esfuer­zos de inves­ti­ga­do­res de ins­ti­tu­cio­nes com­pe­ten­tes y de téc­ni­cos y obre­ros de res­pec­ti­vas empresas.

En el Com­ple­jo de Ace­ro Cho­lli­ma los cien­tí­fi­cos del cen­tro de inves­ti­ga­ción de infor­má­ti­ca indus­trial de la Aca­de­mia Esta­tal de Cien­cias desa­rro­lla­ron un sis­te­ma de con­trol gene­ral de pro­duc­ción y un sis­te­ma de obser­va­ción del esta­do de calor para el horno eléc­tri­co de arco super­po­ten­te, así como el arre­glo de electrodos.

En agos­to pasa­do el Com­ple­jo de Máqui­nas de Ryong­song intro­du­jo en la fábri­ca de mol­dea­do Son­gun los sis­te­mas CNC y PLC en el pro­ce­so de pro­duc­ción, lo que aumen­tó gran­de­men­te la capa­ci­dad de fundición.

Esta ten­den­cia en cien­cias se ha pro­pa­ga­do por todo el país.

En el Com­ple­jo Quí­mi­co Juven­tud de Namhung apli­có el sis­te­ma DCS en la pro­duc­ción de abo­nos median­te la gasi­fi­ca­ción de antra­ci­ta para con­tro­lar el con­jun­to de pro­ce­sos pro­duc­ti­vos des­de una sala resol­vien­do de inme­dia­to pro­ble­mas que sur­gen en cada pro­ce­so. La pro­duc­ción del áci­do húmi­co se hace por el sis­te­ma PLC que ana­li­za el pro­ce­so de la pro­duc­ción por horas laboradas.

En la fábri­ca de ela­bo­ra­ción de cerea­les de Pyong­yang se han compu­tari­za­dos el pro­ce­so de pro­duc­ción de dul­ces y con­fi­tes des­de la ali­men­ta­ción de car­gas has­ta el empaque.

En el dis­tri­to de Kwail, pro­vin­cia Hwanghae del Sur, han intro­du­ci­do el CNC en todas las esta­cio­nes de trans­for­ma­ción bajo su res­pon­sa­bi­li­dad, y se hizo posi­ble el con­trol a lar­ga dis­tan­cia del esta­do de la corriente.

El pue­blo coreano, en sus esfuer­zos para alcan­zar tec­no­lo­gías de pun­ta, con­si­de­rán­do­los como fuer­zas motri­ces para cons­truir una poten­cia cien­tí­fi­ca y téc­ni­ca, lle­gó a afian­zar­se más en lo gran­de y pode­ro­so que son sus pro­pias fuer­zas, y pone en jue­go todas sus fuer­zas espi­ri­tua­les para impul­sar el desa­rro­llo económico.

Cada día nue­vas creaciones 

Este año el pue­blo coreano levan­ta cada día nue­vas crea­cio­nes en su ace­le­ra­da mar­cha para la edi­fi­ca­ción de una poten­cia económica.

En febre­ro comen­zó a pro­du­cir vina­lón, fibra quí­mi­ca autóc­to­na de Corea; en abril fue inau­gu­ra­do un pro­ce­so de pro­duc­ción de abo­nos median­te la gasi­fi­ca­ción de antra­ci­ta en el Com­ple­jo Quí­mi­co Juven­tud de Namhung.

En junio en la pro­vin­cia Phyong-an del Nor­te ter­mi­nó el pro­yec­to de la rotu­ra­ción de maris­mas Taeg­ye­do, obra de geo­trans­for­ma­ción tan gigan­tes­ca que ha cam­bia­do el mapa del país. En agos­to, se levan­ta­ron la fábri­ca de mol­dea­do Son­gun y la de com­pre­sor Son­gun en el Com­ple­jo de Máqui­nas de Ryong­song y fue­ron inau­gu­ra­das la cen­tral hidro­eléc­tri­ca Juven­tud No.2 y la No.6 de Ryesonggang.

Estos éxi­tos son resul­ta­dos del indo­ble­ga­ble espí­ri­tu de los obre­ros y de la con­fian­za en un bri­llan­te futuro.

Para citar algu­nos ejem­plos, el pro­ce­so de pro­duc­ción de abo­nos median­te la gasi­fi­ca­ción de antra­ci­ta en el Com­ple­jo Quí­mi­co Juven­tud de Namhung es el fru­to de los abne­ga­dos esfuer­zos de sus obre­ros. La lon­gi­tud de las tube­rías ten­di­das al aire libre y en el sub­sue­lo lle­ga a dece­nas de miles de metros y los pla­nos eran tan­tos que si los car­gan en un auto­mó­vil, que­da­rán mucho des­pués de lle­nar­lo. Sin embar­go, sus obre­ros lo ter­mi­na­ron en un año y medio. Pero la obra no iba con vien­to en popa. Ocu­rrie­ron muchos inci­den­tes. Por ejem­plo, cuan­do iban a echar cimien­tos, o sea, cuan­do habían ter­mi­na­do la exca­va­ción de tie­rra en una can­ti­dad de cen­te­na­res de miles de metros cúbi­cos, comen­zó a cha­pa­rrear y salir del sub­sue­lo un fuer­te cho­rro. Cre­cían aguas y ame­na­za­ban con lle­nar luga­res exca­va­dos. En ese momen­to, un hom­bre, con un made­ro al hom­bro entró en el agua para tapar el agu­je­ro, lo siguie­ron dos hom­bres, uno con un mar­ti­llo y el otro con un pico y entre los tres logra­ron taparlo.

Pos­te­rior­men­te saca­ron aguas y echa­ron hor­mi­gón y ter­mi­na­ron la cimen­ta­ción en poco más de 20 días con­tra unos meses esti­ma­dos. Impul­sa­ron al mis­mo tiem­po la obra de fábri­ca y el mon­ta­je de máqui­nas. Así ter­mi­na­ron la obra mucho antes de lo estimado.

Otro ejem­plo: la rotu­ra­ción de maris­mas Taeg­ye­do que en pasa­do junio se cele­bró su inauguración.

Ese día el direc­tor del Com­ple­jo de Rotu­ra­ción de Maris­mas de la pro­vin­cia Phyong-an del Nor­te Choe Yong Dok dijo: Has­ta arri­bar a un día tan ale­gre como es hoy que cele­bra­mos con emo­ción nues­tro camino no era llano, sufri­mos muchas prue­bas y dolo­ro­sas pér­di­das. Pero nos sobre­pu­si­mos a todos los con­tra­tiem­pos. Tenien­do que ganar del mar 8 800 hec­tá­reas de tie­rras, levan­ta­mos en pleno mar un lar­go dique. Eso era un com­ba­te entre la inte­li­gen­cia y poten­cial espi­ri­tual de la huma­ni­dad y la furia de la naturaleza.

De modo espe­cial la obra para cerrar el dique No.3 era un com­ba­te a muer­te o vida. Cerra­dos los pasos Nos.1 y 2, todas las aguas en su movi­mien­to duran­te la marea, pasa­ban por el de No.3, en una can­ti­dad de 250 millo­nes de tone­la­das y una velo­ci­dad de 7 a 8 metros por segun­do, lo que amplió el espa­cio abier­to de 350 metros a 450, exca­van­do su cau­ce dece­nas de metros y lle­ván­do­se inclu­so pie­dras de varias tone­la­das y gran­des pie­zas prefabricadas.

Se libra­ron varios días ata­ques y reti­ra­das, entre el hom­bre y la natu­ra­le­za. Un extran­je­ro espe­cia­lis­ta visi­tó la obra y dijo que no podría cerrar ese paso mien­tras con­ti­núa la gra­vi­ta­ción lunar.

Pero los tra­ba­ja­do­res nues­tros no se deja­ron ven­ci­dos y aca­ba­ron por lograr méto­dos y pro­yec­tos efec­ti­vos en cola­bo­ra­ción con cien­tí­fi­cos del Ins­ti­tu­to de maris­mas del filial de cons­truc­ción y mate­ria­les de la Aca­de­mia Esta­tal de Cien­cias y del Ins­ti­tu­to Supe­rior de Hidráu­li­ca de Hamhung.

En julio pasa­do el Diri­gen­te Kim Jong Il visi­tó ese lugar, expre­só su agra­de­ci­mien­to espe­cial apre­cian­do alta­men­te las haza­ñas de los tra­ba­ja­do­res que demos­tra­ron el heroís­mo masi­vo ven­cien­do arro­lla­do­ra­men­te la furia de la natu­ra­le­za y levan­ta­ron una crea­ción monu­men­tal más, y afir­mó que el pue­blo coreano si deci­de, lo cum­ple, y lo recal­có: ¡Corea si se deci­de, lo hace!

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