Mue­re el icono de las muje­res tra­ba­ja­do­ras duran­te la II Gue­rra Mundial

A pesar de que su ros­tro es cono­ci­do mun­dial­men­te y que el car­tel ha sido amplia­men­te repro­du­ci­do e imi­ta­do, Geral­di­ne no tuvo cono­ci­mien­to de que fue usa­da como mode­lo para el popu­lar car­tel has­ta que lo vio por pri­me­ra vez en una revis­ta en 1982, según ha seña­la­do su hija, indi­can­do que el ros­tro y los labios de la mode­lo son los de su madre. «Sólo cam­bia el bra­zo mus­cu­la­do, que no tenía mi madre».

Los bra­zos muscu­losos que simu­lan los de un hom­bre fue­ron crea­dos por el artis­ta J. Howard Miller, en una ima­gen des­ti­na­da a esti­mu­lar el esfuer­zo colec­ti­vo de las muje­res y su tra­ba­jo en las fábri­cas que ha pasa­do a la memo­ria colec­ti­va como un sím­bo­lo del con­flic­to bélico.

Como muchas muje­res esta­dou­ni­den­ses, mien­tras los hom­bres com­ba­tían en la II Gue­rra Mun­dial, Doy­le estu­vo emplea­da en una fábri­ca cer­ca­na a su casa. El tra­ba­jo de fémi­nas como Doy­le ocu­pó los titu­la­res de la pren­sa del momen­to. Pre­ci­sa­men­te fue un fotó­gra­fo de Uni­ted Press el que retra­tó a la joven y la ima­gen devino en un pós­ter, dise­ña­do por el artis­ta grá­fi­co J. Howard Miller, para luchar con­tra las huel­gas y el absen­tis­mo labo­ral. Aun­que ese fue su pro­pó­si­to prin­ci­pal, el car­tel ter­mi­nó sien­do, a par­tir de los años ochen­ta, sím­bo­lo del feminismo.

El acci­den­te en las manos de otra mujer que desem­pe­ña­ba una labor como la de ella, asus­tó a Doy­le, que deci­dió cam­biar de tra­ba­jo, unas dos sema­nas des­pués de ser foto­gra­fia­da. Se empleó enton­ces, entre otros luga­res, en un bar, don­de cono­ció a su mari­do, Leo H. Doy­le, con el que estu­vo 66 años casa­da, has­ta la muer­te de él este mis­mo año.

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *