El prin­ci­pal estí­mu­lo a nues­tros esfuer­zos… ‑Fidel Castro

Fue tan impac­tan­te el repor­ta­je grá­fi­co de la perio­dis­ta Gladys Rubio sobre la epi­de­mia de cóle­ra en Hai­tí, publi­ca­do en la “Mesa Redon­da” de ayer, que deci­dí pos­po­ner para hoy miér­co­les la Refle­xión que anun­cié el lunes. La mis­ma se pro­po­nía ana­li­zar, des­de otro ángu­lo, el dra­má­ti­co gol­pe que sig­ni­fi­có para el pue­blo hai­tiano el terre­mo­to del 12 de enero de este año, al que siguió, en menos de 10 meses, una epi­de­mia gene­ra­li­za­da de cóle­ra y un huracán.

Tales hechos tenían lugar en un país que había sido víc­ti­ma de los con­quis­ta­do­res, del colo­nia­lis­mo y la escla­vi­tud. Su pobla­ción autóc­to­na había sido eli­mi­na­da por la con­quis­ta y la bús­que­da for­zo­sa de oro.

La nación hai­tia­na tie­ne como raíz los cien­tos de miles de seres huma­nos arran­ca­dos de Áfri­ca por los comer­cian­tes euro­peos de escla­vos, y ven­di­dos a los agri­cul­to­res escla­vis­tas de Hai­tí para pro­du­cir café, azú­car y otras mer­can­cías tro­pi­ca­les con las cua­les sumi­nis­trar los emer­gen­tes mer­ca­dos capitalistas.

El pue­blo de Hai­tí pro­ta­go­ni­zó, en los pri­me­ros años del siglo XIX, la pri­me­ra revo­lu­ción social en la his­to­ria de este hemis­fe­rio; fue fuen­te de ins­pi­ra­ción y pun­to de apo­yo en armas para los que lle­va­ron a cabo la proeza de libe­rar Sura­mé­ri­ca del domi­nio español.

Nues­tra soli­da­ri­dad con el pue­blo de Hai­tí tie­ne doble raíz: nace de nues­tras ideas, pero tam­bién de nues­tra historia.

Des­pués de la revo­lu­ción social que allí tuvo lugar, el colo­nia­lis­mo espa­ñol con­vir­tió a Cuba, don­de tam­bién incon­ta­bles afri­ca­nos habían sido arran­ca­dos del Áfri­ca y ven­di­dos como escla­vos, en la prin­ci­pal sumi­nis­tra­do­ra de café, azú­car y otros pro­duc­tos tropicales.

Como con­se­cuen­cia de ese pro­ce­so, cuan­do las colo­nias espa­ño­las de Sur y Cen­troa­mé­ri­ca se inde­pen­di­za­ron en cruen­ta y heroi­ca lucha, la colo­nia cuba­na apor­ta­ba a la metró­po­li espa­ño­la más ingre­sos netos que el con­jun­to de aque­llos paí­ses antes de que los mis­mos se inde­pen­di­za­ran, un hecho que influ­yó deci­si­va­men­te en el des­tino de nues­tra Patria a lo lar­go de casi dos siglos que trans­cu­rrie­ron posteriormente.

Hace dos días expli­ca­ba cómo sur­gió la coope­ra­ción médi­ca con Hai­tí, la cual nos lle­vó a la for­ma­ción de cien­tos de jóve­nes médi­cos de ese her­mano país y al envío de una fuer­za de pro­fe­sio­na­les cuba­nos de la salud. No se tra­ta de algo que sur­gie­ra por azar.

Tam­po­co nos sor­pren­den los esfuer­zos de Esta­dos Uni­dos y Euro­pa por des­in­for­mar, ocul­tar y men­tir sobre los móvi­les de la con­duc­ta de Cuba.

Un cono­ci­do perió­di­co bri­tá­ni­co, The Inde­pen­dent, con incues­tio­na­ble pres­ti­gio en los medios libe­ra­les de Gran Bre­ta­ña ―aun­que no dis­fru­ta el pri­vi­le­gio que Wiki­leaks con­ce­dió a The Guar­dian y otros cua­tro cono­ci­dos órga­nos de pren­sa, que con­sul­ta­ron con Washing­ton los pun­tos más sen­si­bles de la infor­ma­ción reci­bi­da― publi­có, hace tres días, un atre­vi­do artícu­lo de la perio­dis­ta Nina Lakha­ni, titu­la­do “Médi­cos cuba­nos en Hai­tí ponen al mun­do aver­gon­za­do”. Es el asun­to que desea­ba ana­li­zar, por la osa­día con que lla­ma a las cosas por su nom­bre en ese tema, aun­que ello no impli­ca que com­par­ta cada una de sus apre­cia­cio­nes sobre las moti­va­cio­nes que deter­mi­na­ron nues­tra con­duc­ta. Lo expli­ca­ré usan­do el tex­to de la tra­duc­ción y de for­ma tan sin­té­ti­ca como sea posible.

“Son los ver­da­de­ros héroes ―dice― del desas­tre del terre­mo­to de Hai­tí, la catás­tro­fe huma­na a las puer­tas de Esta­dos Uni­dos fren­te a la cual Barack Oba­ma pro­me­tió una monu­men­tal misión huma­ni­ta­ria de los EE.UU para ali­viar­la. Sin embar­go, los héroes de los que habla­mos son ciu­da­da­nos del archi-enemi­go de los Esta­dos Uni­dos, Cuba, cuyos médi­cos y enfer­me­ras han hecho que los esfuer­zos de Esta­dos Uni­dos sean moti­vo de sonrojo.

“Una bri­ga­da médi­ca de 1 200 cuba­nos está fun­cio­nan­do en todo Hai­tí, devas­ta­do por el terre­mo­to e infec­ta­do por el cóle­ra, como par­te de la misión médi­ca inter­na­cio­nal de Fidel Cas­tro, que ha gana­do al Esta­do socia­lis­ta muchos ami­gos, pero poco reco­no­ci­mien­to internacional.”

“…los orga­nis­mos de ayu­da inter­na­cio­nal esta­ban solos en la lucha con­tra la devas­ta­ción que mató a
250 000 per­so­nas y había deja­do sin hogar a cer­ca de
1,5 millo­nes. […] pro­fe­sio­na­les de la salud cuba­nos han esta­do en Hai­tí des­de 1998, […] en medio de la fan­fa­rria y la publi­ci­dad en torno a la lle­ga­da de la ayu­da de los Esta­dos Uni­dos y el Rei­no Uni­do, cen­te­na­res de nue­vos médi­cos, enfer­me­ras y tera­peu­tas cuba­nos lle­ga­ron sin que nadie los men­cio­na­ra apenas…”

“Esta­dís­ti­cas publi­ca­das la sema­na pasa­da mues­tran que los médi­cos cuba­nos, tra­ba­jan­do en 40 cen­tros a tra­vés de Hai­tí, han tra­ta­do más de 30 000 pacien­tes de cóle­ra des­de octu­bre. Son el mayor con­tin­gen­te extran­je­ro, tra­tan­do alre­de­dor del 40 por cien­to de todos los pacien­tes de cóle­ra. Otro lote de médi­cos de la Bri­ga­da cuba­na ‘Henry Reeve’, un equi­po de espe­cia­lis­tas para desas­tres y emer­gen­cias, lle­gó recien­te­men­te cuan­do se hizo evi­den­te que Hai­tí esta­ba luchan­do por hacer fren­te a la epi­de­mia que ya ha mata­do a cientos.”

“…Cuba ha for­ma­do a 550 médi­cos hai­tia­nos gra­tui­ta­men­te en la Escue­la Lati­no­ame­ri­ca­na de Medi­ci­na (ELAM), una de las más radi­ca­les ini­cia­ti­vas médi­cas del país. Otros 400 actual­men­te están sien­do pre­pa­ra­dos en la escue­la, que ofre­ce edu­ca­ción gra­tui­ta ―inclu­yen­do libros gra­tis y un poco de dine­ro de gas­to― a cual­quie­ra lo sufi­cien­te­men­te cali­fi­ca­do, que no pue­da per­mi­tir­se estu­diar medi­ci­na en su pro­pio país.

“John Kirk es un pro­fe­sor de estu­dios de Amé­ri­ca Lati­na en la Uni­ver­si­dad de Dalhou­sie, en Cana­dá, que inves­ti­ga sobre los equi­pos médi­cos inter­na­cio­na­les de Cuba. Él dijo: ‘la con­tri­bu­ción de Cuba en Hai­tí es como el secre­to más gran­de del mun­do. Son ape­nas men­cio­na­dos, a pesar de que están hacien­do mucho del tra­ba­jo pesado’.

“Esta tra­di­ción se remon­ta a 1960, cuan­do Cuba envió a un puña­do de médi­cos a Chi­le, gol­pea­do por un fuer­te terre­mo­to, segui­do por un equi­po de 50 a Arge­lia en 1963. Esto fue cua­tro años des­pués de la revo­lu­ción, que vio a casi la mitad de los 7 000 médi­cos del país […] par­tir para los Esta­dos Unidos.”

“…El pro­gra­ma más cono­ci­do es la Ope­ra­ción Mila­gro, que comen­zó con oftal­mó­lo­gos tra­tan­do a enfer­mos de cata­ra­tas en empo­bre­ci­dos pue­blos vene­zo­la­nos a cam­bio de petró­leo. Esta ini­cia­ti­va ha res­tau­ra­do la visión de 1,8 millo­nes de per­so­nas en
35 paí­ses, inclui­do la de Mario Terán, el sar­gen­to boli­viano que mató a Che Gue­va­ra en 1967.

“La Bri­ga­da ‘Henry Reeve’, recha­za­da por los esta­dou­ni­den­ses des­pués del hura­cán Katri­na, fue el pri­mer equi­po en lle­gar a Pakis­tán tras el terre­mo­to de 2005 y el últi­mo en salir seis meses más tarde.”

“…de acuer­do con el pro­fe­sor Kirk. ‘…Tam­bién es una obse­sión de Fidel y le gana votos en las Nacio­nes Unidas’.

“Una ter­ce­ra par­te de los 75 000 médi­cos de Cuba, jun­to con otros 10 000 tra­ba­ja­do­res de la salud, están tra­ba­jan­do actual­men­te en 77 paí­ses pobres, inclu­yen­do El Sal­va­dor, Malí y Timor Orien­tal. Esto deja aún en Cuba un médi­co por cada 220 per­so­nas, una de las tasas más ele­va­das del mun­do, […] uno para cada 370 en Inglaterra.

“Don­de­quie­ra que se les invi­ta, los cuba­nos apli­can su mode­lo inte­gral cen­tra­do en la pre­ven­ción, visi­tan­do fami­lias en sus casas, moni­to­rean­do proac­ti­va­men­te la salud infan­til y mater­na. Esto ha pro­du­ci­do ‘resul­ta­dos sor­pren­den­tes’ en par­tes del Sal­va­dor, Hon­du­ras y Gua­te­ma­la, bajan­do las tasas de mor­ta­li­dad infan­til y mater­na, redu­cien­do las enfer­me­da­des infec­cio­sas y dejan­do detrás a los tra­ba­ja­do­res loca­les de salud mejor capa­ci­ta­dos, de acuer­do con la inves­ti­ga­ción del pro­fe­sor Kirk.

“La for­ma­ción médi­ca en Cuba dura seis años ―un año más que en el Rei­no Uni­do― […] cada gra­dua­do tra­ba­ja como un médi­co de fami­lia duran­te tres años como mínimo.”

“Este mode­lo ha ayu­da­do a Cuba para lograr algu­nas de las mejo­ras de salud más envi­dia­bles de todo el mun­do, a pesar de gas­tar sólo 400 dóla­res por per­so­na el año pasa­do en com­pa­ra­ción con 3 000 en el Rei­no Uni­do y 7 500 dóla­res en los Esta­dos Uni­dos, de acuer­do con las cifras de la Orga­ni­za­ción para la Coope­ra­ción Eco­nó­mi­ca y el Desarrollo.

“La tasa de mor­ta­li­dad infan­til, una de las medi­das más con­fia­bles de la salud de la nación, es 4,8 por 1 000 naci­dos vivos, com­pa­ra­ble con el Rei­no Uni­do y menor que los Esta­dos Uni­dos. Sólo el 5 por cien­to de los bebés nacen con bajo peso, un fac­tor cru­cial para la salud a lar­go plazo…”

“Imti Choo­na­ra, un pedia­tra de Derby […] que par­ti­ci­pa en talle­res anua­les en la ter­ce­ra ciu­dad de Cuba, Cama­güey, afir­ma: ‘La Salud en Cuba es feno­me­nal y la cla­ve es el médi­co de fami­lia, […] se enfo­ca en la pre­ven­ción… La iro­nía es que los cuba­nos lle­ga­ron al Rei­no Uni­do des­pués de la Revo­lu­ción para ver cómo fun­cio­na­ba el NHS (Sis­te­ma Nacio­nal de Salud). Ellos toma­ron lo que vie­ron, lo refi­na­ron y desa­rro­lla­ron; mien­tras tan­to, noso­tros nos move­mos hacia el mode­lo estadounidense’.

“…el embar­go nor­te­ame­ri­cano […] impi­de a muchas de las com­pa­ñías esta­dou­ni­den­ses comer­ciar con Cuba y per­sua­de a otros paí­ses a seguir su ejem­plo. El infor­me de 200910 inclu­ye fár­ma­cos para el cán­cer infan­til, VIH y artri­tis, algu­nos anes­té­si­cos, así como los pro­duc­tos quí­mi­cos nece­sa­rios para diag­nos­ti­car infec­cio­nes y pre­ser­var órganos.”

“…los cuba­nos están inmen­sa­men­te orgu­llo­sos y apo­yan su con­tri­bu­ción en Hai­tí y otros paí­ses pobres, encan­ta­dos de estar gol­pean­do por enci­ma de su peso en la esce­na internacional…”

“La for­ma­ción médi­ca es otro ejem­plo. Actual­men­te hay 8 281 estu­dian­tes de más de 30 paí­ses enro­la­dos en la ELAM, que el mes pasa­do cele­bró su ani­ver­sa­rio 11. El Gobierno pre­ten­de incul­car un sen­ti­do de res­pon­sa­bi­li­dad en los estu­dian­tes con la espe­ran­za de que tra­ba­ja­rán den­tro de sus pro­pias comu­ni­da­des pobres duran­te al menos cin­co años.

“Damien Joel Suá­rez, 27 años, un estu­dian­te de segun­do año de Nue­va Jer­sey, es uno de los
171 estu­dian­tes nor­te­ame­ri­ca­nos; ya se han
gra­dua­do 47. Él recha­za las acu­sa­cio­nes de que la ELAM es par­te de la maqui­na­ria de pro­pa­gan­da cuba­na. ‘Por supues­to, el Che es un héroe aquí, pero no estás obli­ga­do a reverenciarlo’.”

No todas las cosas que se afir­man sobre Cuba son favo­ra­bles. El artícu­lo con­tie­ne igual­men­te crí­ti­cas, varias de las cua­les com­par­ti­mos, y en oca­sio­nes somos, inclu­so, más seve­ros que The Inde­pen­dent. Se habla en él de bajos sala­rios y esca­se­ces. Con inde­pen­den­cia de nues­tros erro­res, no se men­cio­na el hecho de que a lo lar­go de más de 50 años de blo­queo, agre­sio­nes y ame­na­zas, nues­tro país ha sido obli­ga­do a inver­tir enor­mes ener­gías, tiem­po y recur­sos para resis­tir los emba­tes del impe­rio más pode­ro­so que ha exis­ti­do en la historia.

No obs­tan­te, es admi­ra­ble la sin­ce­ri­dad y cla­ri­dad con que Nina Lakha­ni expo­ne, y The Inde­pen­dent publi­ca, ese valien­te artícu­lo sobre lo que sig­ni­fi­ca para el sufri­do pue­blo de Hai­tí una tra­ge­dia que en su pri­me­ra eta­pa ha cos­ta­do ya la vida de casi 3 000 víc­ti­mas, entre niños, jóve­nes y adul­tos, muchos de los cua­les sufren des­nu­tri­ción y otros azo­tes de salud, sin que a veces dis­pon­gan de leña para her­vir el agua que consumen.

Las noti­cias lle­ga­das de ese her­mano país infor­man que has­ta hoy miér­co­les 29 otras 717 per­so­nas habían sido aten­di­das por la Misión Médi­ca Cuba­na. No se repor­tan falle­ci­dos en cin­co días con­se­cu­ti­vos. La tasa de leta­li­dad entre los asis­ti­dos por Cuba, que ascienden
ya a 48 931, se redu­jo a 0.55%. La cifra ofi­cial de ciu­da­da­nos afec­ta­dos por la enfer­me­dad ascen­día a
130 534, y la de falle­ci­dos a 2 761 para una tasa
de 2.1%. Se lucha para que méto­dos más efi­cien­tes se apli­quen en todos los cen­tros que com­ba­ten la epi­de­mia. Los Gru­pos de Pene­tra­ción de la Bri­ga­da “Henry Reeve” ―cuba­nos, lati­no­ame­ri­ca­nos y hai­tia­nos gra­dua­dos de la ELAM― se ele­van ya a 42, y pue­den pene­trar en cual­quie­ra de las sub­co­mu­nas más ais­la­das de Hai­tí. Cuen­tan ade­más con 61 uni­da­des de aten­ción al cólera.

El esfuer­zo de nues­tro país en favor de la salud huma­na, que comen­zó des­de el triun­fo mis­mo de la Revo­lu­ción, como expre­sa el artícu­lo publi­ca­do por
The Inde­pen­dent, se pue­de apre­ciar en el hecho de que el pró­xi­mo año se gra­dua­rán en la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na de Vene­zue­la 8 000 médi­cos que fue­ron capa­ci­ta­dos en la teo­ría y en la prác­ti­ca con la coope­ra­ción de los espe­cia­lis­tas cuba­nos de la salud. Vene­zue­la tam­bién alcan­za­rá nive­les de salud que la ubi­ca­rán entre las pri­me­ras del mun­do. Tan alen­ta­do­res resul­ta­dos cons­ti­tu­yen el prin­ci­pal estí­mu­lo a nues­tros esfuerzos.

Fidel Cas­tro Ruz

Diciem­bre 29 de 2010

8 y 07 p.m.

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