Inde­pen­den­cia: nece­si­dad eco­nó­mi­ca – Euse­bio Lasa

Creo que el libro que recien­te­men­te ha publi­ca­do Neka­ne Jura­do con el títu­lo «Inde­pen­den­cia, de rei­vin­di­ca­ción his­tó­ri­ca a nece­si­dad eco­nó­mi­ca» es una apor­ta­ción muy intere­san­te en el camino hacia la cons­truc­ción de una Eus­kal Herria socia­lis­ta e inde­pen­dien­te. Ade­más, trae un poco de luz en un momen­to en el que no se ve más que oscu­ri­dad en el mun­do eco­nó­mi­co y social. Al fin y al cabo, los que hemos par­ti­ci­pa­do en la rea­li­za­ción del mis­mo inten­ta­mos demos­trar que ante la cri­sis eco­nó­mi­ca y social actual es posi­ble cons­truir un mode­lo de desa­rro­llo alter­na­ti­vo para Eus­kal Herria. Y, sobre todo, no des­de pará­me­tros maxi­ma­lis­tas e irrea­li­za­bles, sino cami­nan­do con paso fir­me des­de la reali­dad actual. Pero siem­pre des­de la acu­mu­la­ción de fuer­zas, el com­pro­mi­so y la lucha, ya que este camino exi­ge hacer fren­te a los intere­ses de la dere­cha vas­ca e internacional.

Par­ti­mos de la cons­ta­ta­ción de que el mode­lo actual ha fra­ca­sa­do, ya que no solo no satis­fa­ce las nece­si­da­des de la mayo­ría social, sino que es inca­paz de hacer fren­te al des­em­pleo, aumen­ta la pobre­za y la pre­ca­rie­dad labo­ral y ero­sio­na las pers­pec­ti­vas de vida para un núme­ro cre­cien­te de habi­tan­tes de la Tie­rra. Sin olvi­dar tam­po­co la ani­qui­la­ción de los recur­sos natu­ra­les y el dete­rio­ro ecológico.

Cada vez es más impres­cin­di­ble ir cons­tru­yen­do un nue­vo mode­lo de socie­dad con valo­res y polí­ti­cas dife­ren­tes, basa­do en la soli­da­ri­dad, en el repar­to de la rique­za, en la par­ti­ci­pa­ción social y en la cali­dad de vida. Somos cons­cien­tes de que no es una tarea fácil, pero sí nece­sa­ria para supe­rar la actual situa­ción de dua­li­za­ción e injus­ti­cia gene­ra­da por el sis­te­ma eco­nó­mi­co impe­ran­te, por­que ésta pue­de con­ver­tir­se en irre­ver­si­ble si no somos capa­ces de cam­biar el rum­bo ideo­ló­gi­co de la socie­dad actual.

Ade­más, esta­mos capa­ci­ta­dos para apli­car un mode­lo de desa­rro­llo que pri­me la uti­li­za­ción racio­nal de nues­tros recur­sos pro­pios dis­po­ni­bles, dan­do prio­ri­dad al desa­rro­llo fren­te al cre­ci­mien­to y que tien­da a supe­rar las dua­li­da­des terri­to­ria­les, socia­les y eco­nó­mi­cas. Ello nos lle­va a apos­tar por la fle­xi­bi­li­dad que nos da el for­mar par­te de un pue­blo peque­ño como Eus­kal Herria y por la diver­si­dad de pue­blos y cul­tu­ras, en el sen­ti­do más inte­gra­dor de la demo­cra­cia. Sin olvi­dar la supera­ción de cual­quier dis­cri­mi­na­ción por razón de sexo, raza o ideología.

Aspi­ra­mos a un cam­bio radi­cal en la ges­tión, pro­duc­ción y uti­li­za­ción de los recur­sos dis­po­ni­bles, modi­fi­can­do el esti­lo de vida actual y sus­ti­tu­yen­do el con­su­mis­mo impe­ran­te por un con­su­mo racio­nal e inte­li­gen­te, don­de la moder­ni­za­ción del sis­te­ma eco­nó­mi­co y la jus­ta dis­tri­bu­ción de la rique­za son obje­ti­vos inseparables.

Este nue­vo mode­lo tie­ne sen­ti­do si los valo­res que gene­ra pro­por­cio­nan resul­ta­dos eco­nó­mi­cos más efi­ca­ces social­men­te y, simul­tá­nea­men­te, los fru­tos de las mejo­ras eco­nó­mi­cas son repar­ti­dos de la for­ma más equi­li­bra­da posi­ble. Ade­más, este mode­lo no pue­de que­dar­se en la «inte­lec­tua­li­dad». Debe ser un mode­lo con­sen­sua­do entre toda la pobla­ción, tenien­do en cuen­ta las nue­vas reali­da­des del siglo XXI, adap­ta­do a nues­tra idio­sin­cra­sia, a nues­tras pecu­lia­ri­da­des. Por tan­to, es a todo el cuer­po social al que nos corres­pon­de cons­truir­lo. Pero el edi­fi­cio debe de estar basa­do en unos pila­res fun­da­men­ta­les que debe­mos de comen­zar a enco­frar ya, para que las múl­ti­ples posi­bi­li­da­des que su desa­rro­llo ofre­ce sean colum­nas sóli­das de la nue­va eco­no­mía orien­ta­da por y para toda la socie­dad. A des­ta­car, entre ellas, la apues­ta por una eco­no­mía que esté al ser­vi­cio de la socie­dad, el repar­to del tra­ba­jo y de la rique­za gene­ra­da, la imple­men­ta­ción de la demo­cra­cia par­ti­ci­pa­ti­va, la bús­que­da de la cali­dad de vida y la pro­mo­ción de la soli­da­ri­dad entre los dis­tin­tos espa­cios socio-eco­nó­mi­cos a nivel internacional.

Pero para empe­zar a dar pasos en la bue­na direc­ción nece­si­ta­mos con­tar con herra­mien­tas polí­ti­cas y eco­nó­mi­cas que nos per­mi­tan avan­zar en la mate­ria­li­za­ción de las colum­nas fun­da­men­ta­les de nues­tro mode­lo. Es por ello que la inde­pen­den­cia no es solo una rei­vin­di­ca­ción his­tó­ri­ca de nues­tro pue­blo, sino una nece­si­dad eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca para desa­rro­llar este mode­lo en el cual la mayo­ría de la socie­dad pue­da vivir mejor.

Tam­bién es un libro que inten­ta unir la teo­ría con la prác­ti­ca dia­ria de la reali­dad social, eco­nó­mi­ca y sin­di­cal de nues­tro pue­blo. Se ale­ja de los tec­ni­cis­mos eco­nó­mi­cos y es prác­ti­co y fácil de leer para cual­quier per­so­na que esté intere­sa­da en la situa­ción social y polí­ti­ca de Eus­kal Herria.

Al fin y al cabo, es un com­pen­dio de todas las apor­ta­cio­nes teó­ri­cas y prác­ti­cas que se han lle­va­do a cabo a lo lar­go de los últi­mos vein­te años por las dife­ren­tes fuer­zas socia­les, polí­ti­cas y sin­di­ca­les de izquier­da de Eus­kal Herria.

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