El peli­gro refor­mis­ta y la izquier­da aber­tza­le- David Gar­cia, miem­bro de EHK

Exis­ten aún muchos rece­los en torno a lo que la Izquier­da Aber­tza­le anda hacien­do. Las des­con­fian­zas pue­den ser lógi­cas, dada la pro­fun­di­dad y el cala­do de lo que se desea poner en mar­cha en este País. Lo que está suce­dien­do toda­vía va a dar mucho de qué hablar, por algún moti­vo u otro siem­pre vere­mos algún pero. Y esa, pre­ci­sa­men­te esa, es la gran­de­za de la dia­léc­ti­ca, que se mues­tra más des­car­na­da a medi­da que en los aná­li­sis de las situa­cio­nes se lle­gan a con­clu­sio­nes arries­ga­das, con­clu­sio­nes, por otra par­te, en las que se asu­me que para rom­per blo­queos polí­ti­cos se deben dar sal­tos cua­li­ta­ti­vos sin per­der de vis­ta el hori­zon­te. Nin­gún pro­ce­so está defi­ni­ti­va­men­te cerra­do y mucho menos pue­de ser lineal o pecar de un deter­mi­nis­mo absurdo.

El enemi­go de cla­se, siem­pre vigi­lan­te, va a fomen­tar los mie­dos, las espe­cu­la­cio­nes, el sen­ti­men­ta­lis­mo e inclu­so cier­tas nos­tal­gias. Nos inten­ta­rá humi­llar hacién­do­nos pasar por ven­ta­ni­lla, ven­dién­do­nos derro­tas inexis­ten­tes, into­xi­can­do con sus medios infor­ma­ti­vos e inclu­so si lo nece­si­ta­ran, serán capa­ces de vol­ver a uti­li­zar la «gue­rra sucia» si es que algu­na vez la han aban­do­na­do. Nece­si­tan rom­per la Izquier­da Aber­tza­le, bajo mul­ti­tud de aspec­tos, tal obje­ti­vo siem­pre ha cons­ti­tui­do una de sus mayo­res aspi­ra­cio­nes. Unos por defec­to y otros por exce­so. Difí­cil equi­li­brio el de la Izquier­da Aber­tza­le que, nece­sa­ria­men­te, debe­rá ges­tio­nar­lo correctamente.

En la nue­va línea plan­tea­da por la Izquier­da Aber­tza­le apa­re­cen cua­tro con­cep­tos deter­mi­nan­tes por su impor­tan­cia capital:

  1. La uni­la­te­ra­li­dad
  2. Lega­li­za­ción
  3. La acu­mu­la­ción de fuerzas
  4. Lucha de masas

La deci­sión de la Izquier­da Aber­tza­le de recu­pe­rar la ini­cia­ti­va polí­ti­ca de for­ma uni­la­te­ral, pri­mer con­cep­to men­cio­na­do, cons­ti­tu­ye en si mis­ma uno de los actos polí­ti­cos más valien­tes y sin­ce­ros que ha vivi­do este País en mucho tiem­po, máxi­me si tene­mos en cuen­ta la que está cayen­do en el terreno eco­nó­mi­co-social y polí­ti­co en estos momen­tos. Y son, pre­ci­sa­men­te, la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca y los sec­to­res popu­la­res, los suje­tos cen­tra­les que diri­gen y deci­den el cur­so de los nue­vos acon­te­ci­mien­tos ¿quién si no?, jus­to los que pade­cen las con­se­cuen­cias más gra­ves del absur­do neo­li­be­ra­lis­mo domi­nan­te que nos está estran­gu­lan­do pro­gre­si­va­men­te y lle­van­do al caos gene­ra­li­za­do. Es la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca, sin duda, la garan­te del pro­ce­so abier­to por la Izquier­da Aber­tza­le y la base en la que se va a sus­ten­tar el impul­so ini­cia­do en este nue­vo ciclo. Es en defi­ni­ti­va, el suje­to cen­tral de esta pelea, que deci­de, y el úni­co que pue­de lle­var a Eus­kal Herria hacia la eman­ci­pa­ción nacio­nal y de clase.

Los Esta­dos espa­ñol, fran­cés y sus socios euro­peos con­tem­plan y temen que la Izquier­da Aber­tza­le pue­da ser una alter­na­ti­va real al sis­te­ma y es por ello que poten­cia­rán ten­den­cias peli­gro­sas (inde­pen­dien­te­men­te del cam­po repre­si­vo, al cual no renun­cian ni renun­cia­rán) den­tro de la Uni­dad Popu­lar. Uni­dad Popu­lar que, como toda orga­ni­za­ción inter­cla­sis­ta y que inten­ta pac­tos con otras orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas para cons­ti­tuir la Mura­lla popu­lar, vive inter­na­men­te tam­bién, como no pue­de ser de otra mane­ra (aun­que su com­po­nen­te social más impor­tan­te es la cla­se tra­ba­ja­do­ra), la lucha de clases.

El segun­do, el ter­ce­ro, así como el cuar­to con­cep­to men­cio­na­dos no son algo nue­vo en los aná­li­sis de la Izquier­da Aber­tza­le, están ínti­ma­men­te rela­cio­na­dos. Son tres cues­tio­nes que han sido enten­di­das de diver­sas mane­ras a lo lar­go del pro­ce­so polí­ti­co vivi­do en este País. Así la lega­li­za­ción se con­tem­pla como la lla­ve que faci­li­ta la aper­tu­ra de dos puer­tas cla­ve: La acu­mu­la­ción de fuer­zas y la lucha de masas.

Uno de los peli­gros del refor­mis­mo se inser­ta den­tro de la acu­mu­la­ción de fuer­zas, y me expli­co. La acu­mu­la­ción de fuer­zas tie­ne dos varia­bles de capi­tal impor­tan­cia y sobre los que hay que per­ma­ne­cer aten­tos. En pri­mer lugar, sería muy dañino para la cre­di­bi­li­dad de la Izquier­da Aber­tza­le ligar, exclu­si­va­men­te, esa acu­mu­la­ción de fuer­zas con un fac­tor tan impor­tan­te como el de la lega­li­za­ción, pues eso en si mis­mo, nos podría con­du­cir a pen­sar que la reso­lu­ción del mal lla­ma­do «pro­ble­ma vas­co» es un asun­to sim­ple­men­te elec­to­ral (mire­mos a EE).

La lega­li­za­ción de la Izquier­da Aber­tza­le va mucho más allá del cam­po elec­to­ra­lis­ta. La lega­li­za­ción ante todo es un medio, nun­ca un fin.

La otra varia­ble a vigi­lar es que la lega­li­za­ción, repi­to, sien­do un medio, no sólo se tie­ne que con­tem­plar des­de una pers­pec­ti­va de acu­mu­la­ción de siglas, sino que se debe impul­sar en la direc­ción de lle­gar a pac­tos tác­ti­cos entre cla­ses para el desa­rro­llo de un Polo soberanista.

Por lo tan­to, lega­li­za­ción, acu­mu­la­ción de fuer­zas y por últi­mo, lucha de masas, están en rela­ción direc­ta, son el medio y las armas de la nue­va eta­pa a afrontar.

Hay quien pue­de pen­sar, y es líci­to, que des­de la ile­ga­li­dad, con una repre­sión cons­tan­te, en una demo­cra­cia bur­gue­sa, auto­ri­ta­ria si, pero demo­cra­cia bur­gue­sa en defi­ni­ti­va, con amplios sec­to­res socia­les de apo­yo, se pue­de impul­sar una acu­mu­la­ción de fuer­zas y pro­mo­ver la lucha de masas en pará­me­tros como los que esta­mos obser­van­do en muchas par­tes de Euro­pa. Sin duda esta cues­tión nos lle­va­ría a retro­traer­nos, bajo otras coor­de­na­das his­tó­ri­cas, a los deba­tes de fina­les de los 70, cuan­do la dic­ta­du­ra fran­quis­ta toca­ba a su fin.

Otro peli­gro del refor­mis­mo esta inser­to en la pro­pia lucha de masas. La misión de la lega­li­za­ción es, pre­ci­sa­men­te, favo­re­cer una lucha de masas ofen­si­va (coar­ta­da por mul­ti­tud de leyes repre­si­vas) que pue­da ser­vir de con­tra­po­der y a su vez de gol­peo con­tra los blo­queos de los Esta­dos. La pre­gun­ta, en un país como Eus­kal Herria, se tor­na de inme­dia­to y es: ¿Cómo, en esta tie­rra, tan acos­tum­bra­da a la movi­li­za­ción popu­lar, no es capaz de ver­te­brar un movi­mien­to obre­ro, de res­pues­ta a la polí­ti­ca neo­li­be­ral, tan duro como en Fran­cia, Gre­cia, Por­tu­gal?, ¿Y una pro­tes­ta estu­dian­til como en Londres?

La res­pues­ta es difí­cil de veri­fi­car de una mane­ra sim­ple, resul­ta evi­den­te que años de pac­tis­mo, de paz social y de sin­di­ca­lis­mo ama­ri­llo han hecho mella en la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca pero eso no jus­ti­fi­ca tam­po­co, en modo alguno, la par­te de res­pon­sa­bi­li­dad que pue­da tener la mayo­ría sin­di­cal aber­tza­le. Por otro lado, el can­san­cio de años de enfren­ta­mien­to durí­si­mo con­tra el Esta­do pue­de ser otra de las posi­bles expli­ca­cio­nes. Me inclino a pen­sar que en par­te, la situa­ción actual de impas­se en este terreno es fru­to de la «inca­pa­ci­dad» del MLNV de dar­le vir­tua­li­dad a este fren­te tan impor­tan­te y el Esta­do ha echa­do el res­to. Su dis­po­si­ción a reor­ga­ni­zar­lo será un com­po­nen­te capi­tal para el futu­ro más inmediato.

Nos toca vivir en una for­ma­ción social des­creí­da, des­ideo­lo­gi­za­da y con­su­mis­ta que avan­za como en el res­to de Euro­pa hacia el auto­ri­ta­ris­mo. El reto para la Izquier­da Aber­tza­le es mayúscu­lo, es el reto y la obli­ga­ción de man­te­ner vivo, aho­ra más que nun­ca, el pro­yec­to his­tó­ri­co de «inde­pen­den­cia y socialismo».

David Gar­cía, miem­bro de EHK (Eus­kal Herri­ko Komunistak)

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