Mul­ti­tud de gru­pos vas­cos arro­pan a Etxe­rat y piden que pare su criminalización

Un buen nume­ro de gru­pos popu­la­res vas­cos, sin­di­ca­les, socia­les y poli­ti­cos han arro­pa­do a Etxe­rat, ante las con­ti­nuas ame­na­zas por par­te del esta­do e inten­tos de criminalización.

cab­ve recor­dar por enesi­ma vez que Etxe­rat es sim­ple­men­te don­de se agru­pan los fami­lia­res y ami­gos de l@s pres@s vasc@s, eso no pare­ce enm­ten­der­lo el esta­do que con­ti­nua­men­te le seña­la y como hemos comen­ta­do tra­ta de criminalizar.

En la com­pa­re­cen­cia Etxe­rat ha lei­do la siguien­te nota

Las y los fami­lia­res y ami­gos que nos aso­cia­mos en Etxe­rat, com­po­ne­mos un con­jun­to amplio de per­so­nas que cono­ce­mos y sufri­mos de pri­me­ra mano la polí­ti­ca peni­ten­cia­ria y sus gra­ves con­se­cuen­cias. Es jus­ta­men­te esa la razón de ser de nues­tra aso­cia­ción, Etxe­rat. Esa, y para­dó­ji­ca­men­te, la nece­si­dad y la volun­tad de que esa mis­ma razón de ser des­apa­rez­ca cuan­to antes.

Nues­tro tra­ba­jo en Etxe­rat, nues­tras acti­vi­da­des, nues­tro tra­ba­jo dia­rio se ha vis­to en los últi­mos tiem­pos cri­mi­na­li­za­do. Hace unos meses, la con­se­je­ría del inte­rior del gobierno vas­co reali­zó un infor­me sobre las acti­vi­da­des y queha­ce­res de nues­tra aso­cia­ción. Hoy tene­mos cons­tan­cia de que la fis­ca­lía de la Audien­cia Nacio­nal tie­ne abier­ta una inves­ti­ga­ción sobre Etxe­rat. Esta­mos pade­cien­do un hos­ti­ga­mien­to cons­tan­te y cre­cien­te, y somos cons­cien­tes de que todo ello pue­de aca­rrear una situa­ción aún peor en un futu­ro próximo.

Etxe­rat es una aso­cia­ción en defen­sa de los Dere­chos Huma­nos. Somos una de las múl­ti­ples con­se­cuen­cias del con­flic­to que vive nues­tro pue­blo. No que­re­mos que nues­tro sufri­mien­to se con­vier­ta en una tra­ge­dia ínti­ma, ni que sea cri­mi­na­li­za­do. Nues­tro sufri­mien­to es una reali­dad. Una reali­dad que la socie­dad vas­ca debe de cono­cer para impul­sar la defen­sa de los dere­chos de nues­tros fami­lia­res, ami­gos y amigas.

Somos cons­cien­tes de que en Eus­kal Herria el sufri­mien­to cuen­ta, por des­gra­cia, con nume­ro­sas direc­cio­nes. La nues­tra es una de ellas y una de las más laten­tes. No nega­mos el sufri­mien­to de nadie. Sin embar­go, nos pare­ce inacep­ta­ble que haya quien use este hecho con la inten­ción de borrar nues­tro sufri­mien­to y la cru­da reali­dad a la que se nos somete.

Vamos a seguir hacien­do todo lo posi­ble por sal­va­guar­dar los dere­chos de nues­tros fami­lia­res, ami­gos y ami­gas encar­ce­la­das o en el exi­lio. Y lo vamos a hacer con nues­tras mejo­res herra­mien­tas: El tes­ti­mo­nio, la ayu­da mutua, la denun­cia, la inter­pe­la­ción, la movi­li­za­ción social, el cari­ño y la solidaridad.

Nos une un obje­ti­vo, una volun­tad, un anhe­lo y un deseo: Las y los que­re­mos en casa. Esa es nues­tra razón de ser.

Por otra par­te los gru­pos com­pa­re­cien­tes han hecho publi­ca la siguiente

Que­re­mos mos­trar nues­tra preo­cu­pa­ción por las medi­das que podrían ser toma­das con­tra la aso­cia­ción Etxe­rat en las pró­xi­mas fechas. Somos cons­cien­tes del hos­ti­ga­mien­to que Etxe­rat ha pade­ci­do duran­te los últi­mos meses, sien­do esta una situa­ción que se ha acre­cen­ta­do duran­te los últi­mos días.

No acep­ta­mos una hipo­té­ti­ca actua­ción con­tra una aso­cia­ción for­ma­da por miles de ciu­da­da­nos y ciu­da­da­nas vas­cas, de pro­ce­den­cias y sen­si­bi­li­da­des bien dis­tin­tas. Una aso­cia­ción com­ple­ta­men­te legal y a cuyos inte­gran­tes les une la defen­sa de los dere­chos de sus fami­lia­res, ami­gos y ami­gas. Es decir, de las y los pre­sos polí­ti­cos vascos.

Es inacep­ta­ble que se nie­gue el dere­cho de aso­cia­ción, de mani­fes­ta­ción, y de libre expre­sión de ideas. Pero más allá de todo esto, nos pare­ce suma­men­te gra­ve que se cri­mi­na­li­ce a una aso­cia­ción de fami­lia­res y alle­ga­dos. Las per­so­nas que com­po­nen Etxe­rat, son fami­lia­res de pre­sos y exi­lia­dos. Estas per­so­nas pade­cen situa­cio­nes que gene­ran sufri­mien­to, a con­se­cuen­cia de una polí­ti­ca peni­ten­cia­ria de carác­ter excep­cio­nal y que nie­ga dere­chos fun­da­men­ta­les. El reco­no­ci­mien­to y el res­pe­to al sufri­mien­to y el dolor que pade­cen estas per­so­nas, es el deber inex­cu­sa­ble de una socie­dad com­pro­me­ti­da con la demo­cra­cia y con los dere­chos. Lejos de seguir hos­ti­gan­do y cri­mi­na­li­zan­do a Etxe­rat, se deben de dar pasos en la direc­ción con­tra­ria, en el res­pe­to a todos los dere­chos, para todas las per­so­nas en el con­jun­to de Eus­kal Herria, tam­bién el de las y los pre­sos polí­ti­cos, y de sus familiares.

Mos­tra­mos hoy por ello todo nues­tro apo­yo a Etxe­rat y a todas las per­so­nas que la com­po­nen. Pedi­mos a la vez, que cesen de inme­dia­to todas las actua­cio­nes que cri­mi­na­li­cen y difi­cul­ten su acti­vi­dad, y se res­pe­ten los dere­chos de aso­cia­ción, mani­fes­ta­ción y libre expre­sión que a toda per­so­na y colec­ti­vo corres­pon­de en una democracia.

En fin, que el esta­do no para en su estra­te­gia cri­mi­na­li­za­do­ra, y de ellos la nece­si­dad de denun­ciar esta, para detenerla.

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