Auto­ri­da­des y gran­des medios ocul­tan las denun­cias de tor­tu­ras: ¡Derri­be­mos el muro de silen­cio cóm­pli­ce!- Xabier Makazaga

Es más que obvio que en el Esta­do espa­ñol exis­te un espe­so muro de silen­cio para ocul­tar la cru­da reali­dad de la tor­tu­ra. Un muro por des­gra­cia muy efi­caz y bien difí­cil de res­que­bra­jar debi­do a que las auto­ri­da­des cuen­tan con la abso­lu­ta com­pli­ci­dad de los gran­des medios de comunicación.

La gran mayo­ría de las denun­cias de tor­tu­ras son así com­ple­ta­men­te silen­cia­das, y cuan­do los casos son de ver­da­de­ro escán­da­lo, como el de Por­tu y Sara­so­la, sale a relu­cir el nega­cio­nis­mo que tan acer­ta­da­men­te denun­ció el Rela­tor Espe­cial de la ONU para la Tor­tu­ra, Theo van Boven, quien com­pa­ró la acti­tud de las auto­ri­da­des espa­ño­las con la del dic­ta­dor argen­tino Vide­la, ponién­do­los al mis­mo nivel en lo que se refie­re a su obs­ti­na­da nega­ti­va a admi­tir la exis­ten­cia del tormento.

Amnis­tía Inter­na­cio­nal tam­bién denun­ció muy ade­cua­da­men­te en un infor­me hecho públi­co hace un año, “Espa­ña: salir de las som­bras. Es hora de poner fin a la deten­ción en régi­men de inco­mu­ni­ca­ción”, lo que escon­de dicho estric­to régi­men apli­ca­do en el Esta­do espa­ñol. Así, recal­có que la actua­ción de las auto­ri­da­des espa­ño­las al res­pec­to incum­ple has­ta un total de sie­te pac­tos, con­ve­nios y reglas inter­na­cio­na­les que tra­tan de garan­ti­zar los dere­chos de las per­so­nas dete­ni­das. Y puso al des­cu­bier­to toda la com­ple­ja arqui­tec­tu­ra desa­rro­lla­da a lo lar­go de los años por el Esta­do espa­ñol para otor­gar total liber­tad e impu­ni­dad a las fuer­zas poli­cia­les, desa­rro­llan­do un régi­men de inco­mu­ni­ca­ción a mane­ra de «agu­je­ro negro» que se tra­ga sin dejar ras­tro todos y cada uno de los dere­chos de los dete­ni­dos. Por ello, Amnis­tía Inter­na­cio­nal pidió la inme­dia­ta dero­ga­ción de dicha medida.

Otro tan­to han veni­do deman­dan­do insis­ten­te­men­te impor­tan­tes orga­nis­mos de la ONU y del Con­se­jo de Euro­pa quie­nes sub­ra­yan que la inco­mu­ni­ca­ción crea con­di­cio­nes que faci­li­tan la per­pe­tra­ción de la tor­tu­ra: crea un espa­cio opa­co que impo­si­bi­li­ta que los tor­tu­ra­dos pue­dan apor­tar prue­bas de lo que real­men­te suce­de en las depen­den­cias policiales.

En dichas cir­cuns­tan­cias, por lo tan­to, en nin­gún caso cabe pedir a las víc­ti­mas del tor­men­to que apor­ten prue­bas de lo que les han hecho. Es a las auto­ri­da­des a las que sin duda corres­pon­de pro­bar que no ha habi­do tor­tu­ras, tal y como sub­ra­ya la recien­te sen­ten­cia del Tri­bu­nal de Dere­chos Huma­nos de Estras­bur­go con­de­nan­do al Esta­do espa­ñol por no inves­ti­gar la denun­cia de tor­tu­ras de Mikel San Argi­mi­ro: «en el caso de per­so­nas inco­mu­ni­ca­das (…) en ver­dad con­vie­ne con­si­de­rar que la car­ga de la prue­ba recae en las auto­ri­da­des, que deben dar una expli­ca­ción satis­fac­to­ria y convincente».

A ellas corres­pon­de expli­car por­qué, mien­tras los mili­tan­tes vas­cos arres­ta­dos en el Esta­do fran­cés se nie­gan a decla­rar en depen­den­cias poli­cia­les, los dete­ni­dos en el espa­ñol can­tan has­ta la tra­via­ta y se auto­in­cul­pan e incul­pan a ter­ce­ros en hechos que no se sus­ten­tan en nin­gu­na prue­ba y que aca­rrean innu­me­ra­bles años de condena.

Por ejem­plo , en el recien­te caso de Xabier Atris­tain y Juan Car­los Besan­ce, que expli­quen, de modo satis­fac­to­rio y con­vin­cen­te, el moti­vo por el que «Atris­tain reali­zó, a peti­ción de la Guar­dia Civil, cro­quis de los zulos en los que escon­dían o habían ocul­ta­do armas y explo­si­vos». Zulos que en nin­gún caso hubie­sen encon­tra­do de no ser por esa “cola­bo­ra­ción espon­tá­nea” tan inex­pli­ca­ble. Tan­to más, si se tie­ne en cuen­ta que cin­co meses antes Atis­train fue entre­ga­do direc­ta­men­te al juez por las auto­ri­da­des fran­ce­sas, lo negó todo en la Audien­cia Nacio­nal, y ante la fal­ta de prue­bas lo tuvie­ron que poner en libertad.

Los media espa­ño­les tam­bién tie­nen muchas cosas que expli­car res­pec­to a ese caso. Entre ellas, por­qué min­tie­ron tan des­ca­ra­da­men­te afir­man­do que los dete­ni­dos rati­fi­ca­ron sus decla­ra­cio­nes auto­in­cul­pa­to­rias ante el juez. O por­qué no se extra­ña­ron en abso­lu­to de que Besan­ce se auto­in­cul­pa­ra «espon­tá­nea­men­te» de haber par­ti­ci­pa­do en aten­ta­dos ocu­rri­dos una déca­da antes sin que media­ra prue­ba algu­na de dicha participación.

Esos gran­des medios de comu­ni­ca­ción que tan­to empe­ño ponen en ocul­tar las denun­cias de tor­tu­ras han remar­ca­do en nume­ro­sas oca­sio­nes que los mili­tan­tes de ETA dete­ni­dos en Fran­cia guar­dan silen­cio. Tam­bién cuen­tan albo­ro­za­dos cómo en Espa­ña con­fie­san y lo cuen­tan todo «con pelos y seña­les», pero por si aca­so nun­ca remar­can la enor­me dife­ren­cia que se da al res­pec­to entre ambos Esta­dos. Por­que la con­clu­sión que se saca de dicha dife­ren­cia es indis­cu­ti­ble: en el Esta­do espa­ñol se arran­can las con­fe­sio­nes, en muchos casos fal­sas, a base de tor­tu­ras. En lugar de ello, se abs­tie­nen de pedir la más míni­ma expli­ca­ción a las auto­ri­da­des y ava­lan todas las ver­sio­nes ofi­cia­les, con lo que mues­tran una abso­lu­ta com­pli­ci­dad con los torturadores.

Com­pli­ci­dad que tam­bién sue­le que­dar en evi­den­cia cuan­do silen­cian el gra­ví­si­mo hecho de que los tor­tu­ra­do­res con­de­na­dos sean una y otra vez pos­te­rior­men­te indul­ta­dos, con­de­co­ra­dos, ascen­di­dos, y pro­mo­cio­na­dos a pues­tos de inne­ga­ble impor­tan­cia. Lo cual está, ade­más, en abier­ta con­tra­dic­ción con la sem­pi­ter­na ver­sión ofi­cial, ésta tam­bién nega­cio­nis­ta, de que las auto­ri­da­des no esta­ban en abso­lu­to impli­ca­das en lo que dichos tor­tu­ra­do­res hicie­ran o deja­sen de hacer. Exac­ta­men­te la mis­ma ver­sión que sue­len dar res­pec­to a la gue­rra sucia de los GAL.

Por eso es tan impor­tan­te de nun­ciar ese nega­cio­nis­mo tan fla­gran­te ante los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les, deman­dan­do que se cons­ti­tu­ya una Comi­sión de la Ver­dad que escla­rez­ca todo lo suce­di­do duran­te estas déca­das de con­flic­to. Y lo es por­que mien­tras una de las par­tes ha reco­no­ci­do siem­pre sus res­pon­sa­bi­li­da­des, la otra basa toda su estra­te­gia de Esta­do en la men­ti­ra y la nega­ción, sobre todo en lo que con­cier­ne a la tor­tu­ra, y segui­rá actuan­do del mis­mo modo si no se arti­cu­lan medios efi­ca­ces para impedirlo.

Por eso es tan impor­tan­te acu­dir masi­va­men­te el sába­do a la mani­fes­ta­ción de Donos­tia con­tra la tor­tu­ra. Para ayu­dar tan­to a des­en­mas­ca­rar a todos los cóm­pli­ces de los tor­tu­ra­do­res como a derri­bar ese muro de silen­cio cóm­pli­ce e hipó­cri­ta levan­ta­do a fin de ocul­tar la cru­da reali­dad del tor­men­to en Eus­kal Herria, y al mis­mo tiem­po seguir cons­tru­yen­do un muro de soli­da­ri­dad y com­pro­mi­so que nos pro­te­ja de esos torturadores.

¡El sába­do tod@s a Donostia!

Xabier Maka­za­ga autor de Manual del tor­tu­ra­dor español

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