RuGAL­ca­ba. Nue­vo pre­si­den­te de fac­to. – Izca

El nue­vo gobierno es la mate­ria­li­za­ción de lo que ya venía avan­zan­do en los círcu­los que rodean a éste en los últi­mos tiem­pos. La liqui­da­ción defi­ni­ti­va del zapa­te­ris­mo, enten­di­do este como el inten­to pues­to en mar­cha en el año 2004 de un pro­gra­ma, des­de lue­go social­de­mó­cra­ta, pero con cier­tos tin­tes refor­mis­tas que bus­ca­ba en cier­ta medi­da el apo­yo del la izquier­da polí­ti­ca y social; y su sus­ti­tu­ción por el pro­yec­to puro y duro, sin con­ce­sión algu­na, del blo­que domi­nan­te espa­ñol en su ver­sión más rancia.

En esta evo­lu­ción, a la que podría­mos lla­mar la recu­pe­ra­ción inte­gral del feli­pis­mo, ha teni­do y tie­ne aho­ra más que nun­ca un pro­ta­go­nis­mo esen­cial el Sr. Rubalcaba.

El Sr. Rubal­ca­ba fue un minis­tro de los GAL, tie­ne por tan­to una res­pon­sa­bi­li­dad prin­ci­pal en el terro­ris­mo de Esta­do prac­ti­ca­do duran­te los años 80 y 90.

El Sr. Rubal­ca­ba fue pie­za cla­ve en el últi­mo gobierno de Feli­pe Gon­za­lez 1993 – 1996, cuan­do la mier­da les sobre­pa­sa­ba las ore­jas, fue por tan­to el enca­ra­do de tras­pa­sar al PP el poder en 1996.

El Sr. Rubal­ca­ba entró en el año 2006 en el Gobierno de Zapa­te­ro para car­gar­se el pro­ce­so de paz en mar­cha en aquel momen­to, y des­de lue­go lo consiguió.

El Sr. Rubal­ca­ba se ha con­ver­ti­do aho­ra en el pre­si­den­te de fac­to del gobierno, y sus obje­ti­vos como siem­pre han sido, son los de ser­vir al blo­que domi­nan­te espa­ñol sin hacer nin­gu­na con­ce­sión ni en lo polí­ti­co, ni en lo social, a los pue­blos y tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras del Esta­do Espa­ñol, inten­tan­do que todas las con­se­cuen­cias de la cri­sis recai­gan sobre estos; y que las deman­das de mas dere­chos polí­ti­cos se sol­ven­ten a tra­vés del códi­go penal y de enjui­cia­mien­to criminal.

El Sr. RuGAL­ca­ba, inten­tó impe­dir que Ini­cia­ti­va Inter­na­cio­na­lis­ta- La Soli­da­ri­dad entre los Pue­blos, tuvie­ra vida polí­ti­ca, ins­tru­yen­do su ile­ga­li­za­ción y su cri­mi­na­li­za­ción. No lo consiguió.

El Sr. Rubal­ca­ba tam­po­co, y de la mis­ma for­ma que en el caso ante­rior­men­te seña­la­do, va a con­se­guir los obje­ti­vos que se pro­po­ne. Aho­ra somos much@s más y si cabe mejores.

IzCa

Cas­ti­lla a 22 de octu­bre de 2010

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