Por enci­ma de zar­zas y matas, el verano soli­da­rio va en Eus­kal Herria

A pesar de los pesa­res la socie­dad vas­ca no per­dió el hori­zon­te, ser vas­cas y vas­cos, no inte­grar­se como súb­di­tos de los mili­ta­ris­tas impe­ria­les ni de sus casas reales extran­je­ras, con­ser­var la len­gua, el eus­ka­ra, ser ciu­da­da­nas y ciu­da­da­nos libres en tie­rra exter­na e ins­ti­tu­cio­nal­men­te ocupada.