Los arres­ta­dos ava­lan que se tor­tu­ra para autoinculparse

Juan Mari Jau­re­gi, José Luis Gallas­te­gi y Joxe Domin­go Aiz­pu­rua, arres­ta­dos en la ope­ra­ción de la Guar­dia Civil con­tra abo­ga­dos, ex-pre­sos y alle­ga­dos de repre­sa­lia­dos polí­ti­cos vas­cos, reve­la­ron ante los medios cómo es el tra­to que «per­si­gue obte­ner mani­fes­ta­cio­nes que rati­fi­quen las impu­tacio­nes judi­cia­les que exis­ten». Ése es, de mane­ra lite­ral, la con­duc­ta que se pre­es­ta­ble­cía para estos tres vas­cos y otros dete­ni­dos, en el infor­me interno de la Guar­dia Civil halla­do tras uno de los regis­tros. Ayer eran los pro­pios afec­ta­dos los que con­fir­ma­ban, median­te sus rela­tos, que lo que deja entre­ver el cita­do infor­me del ins­ti­tu­to mili­tar es la prác­ti­ca de la tor­tu­ra y la fór­mu­la para lograr las autoinculpaciones.

Jau­re­gi, Gallas­te­gi y Aiz­pu­rua, visi­ble­men­te afec­ta­dos y con la denun­cia judi­cial inter­pues­ta en sus manos, deta­lla­ron los tor­men­tos que vivie­ron en las 120 horas que per­ma­ne­cie­ron inco­mu­ni­ca­dos y en manos de la Guar­dia Civil. La obli­ga­ción de rea­li­zar fle­xio­nes has­ta la exte­nua­ción, simu­la­cio­nes de sesio­nes de elec­tro­dos, pre­sio­nes y ame­na­zas con­tra ellos y sus fami­lia­res, son sólo algu­nas de las prác­ti­cas emplea­das por los agen­tes de la Guar­dia Civil en los nume­ro­sos inte­rro­ga­to­rios ile­ga­les a los que fue­ron some­ti­dos duran­te la incomunicación.

Lorea Bil­bao y Ane Itui­ño, abo­ga­das e inte­gran­tes de TAT, arro­pa­ron a los tres hom­bres y remar­ca­ron el valor del hallaz­go del dos­sier interno de la Guar­dia Civil. Infor­me que han apor­ta­do a los juz­ga­dos encar­ga­dos de exa­mi­nar estas denuncias.

A jui­cio de las letra­das, este escri­to cons­ta­ta la exis­ten­cia de inte­rro­ga­to­rios ile­ga­les, así como de equi­pos de agen­tes para lle­var a la prác­ti­ca los mis­mos. El dos­sier poli­cial, a los ojos de TAT, rati­fi­ca tam­bién que el tra­ta­mien­to que reci­ben los dete­ni­dos tie­ne una fina­li­dad fija­da de antemano.

Itui­ño deta­lló que ade­más de las denun­cias de los que com­pa­re­cie­ron en rue­da de pren­sa y del letra­do Jon Enpa­ran­tza, Saioa Agi­rre y Naia Zuria­rrain inter­pon­drán en bre­ve sus denun­cias; don­de, según pre­ci­só, exis­ten tor­tu­ras de índo­le sexual, como toca­mien­tos y ame­na­zas con violación.

La abo­ga­da viz­cai­na recor­dó que, cada vez que se inter­po­ne una denun­cia de tor­tu­ra, el Minis­te­rio del Inte­rior acha­ca estas que­re­llas a «un supues­to manual que encon­tra­ron y que aún no hemos podi­do ver». Ante ello, Itui­ño indi­có que «el dos­sier halla­do vie­ne ha demos­trar que los úni­cos que uti­li­zan un manual para con­se­guir auto­in­cul­pa­cio­nes son las FSE».

Al igual que Itui­ño, reco­no­ci­dos abo­ga­dos vas­cos como Miguel Cas­tells, Iñi­go Iruin, Jone Goi­ri­ze­laia y Álva­ro Reiza­bal, entre otros, con­clu­ye­ron en una com­pa­re­cen­cia rea­li­za­da nada más cono­cer la exis­ten­cia del dos­sier de la Guar­dia Civil, que éste acre­di­ta que duran­te la inco­mu­ni­ca­ción exis­ten «zonas fran­cas de lega­li­dad»; «espa­cios poli­cia­les autó­no­mos con ausen­cia de un con­trol judi­cial mate­rial real y efectivo».

Tes­ti­mo­nios

José Luis Gallastegi

«Duran­te el inte­rro­ga­to­rio me daban a ele­gir entre dife­ren­tes méto­dos de tor­tu­ra como las des­car­gas eléc­tri­cas, la bol­sa o la bañe­ra. Asi­mis­mo, la Guar­dia Civil me obli­gó a hacer fle­xio­nes has­ta que no podía más, no podía ni levan­tar­me ni res­pi­rar por el dolor. Debi­do a los terri­bles dolo­res que sufrí el médi­co foren­se me dio unas pas­ti­llas y, aho­ra, dos meses des­pués de la deten­ción, ten­go muchos dolo­res en la cin­tu­ra y en las pier­nas, por lo que con­ti­núo en tratamiento.

Juan Mari Jauregi

«Ten­go 66 años y sufro de arrit­mia. Tras per­car­tar­se de ello me dije­ron que «si me que­da­ba allí, si falle­cía, no pasa­ba nada, que sería como en el caso de Anza, caso en el que se ha tapa­do todo». Me aler­ta­ron de que allí no tenía nin­gún dere­cho, que yo era el enemi­go y que al enemi­go hay que des­truir­lo. En los cala­bo­zos hacía muchí­si­mo frío, me tem­bla­ban las pier­nas, del frío, del mie­do y del can­sa­cio. Las ame­na­zas eran cons­tan­tes con mi mujer y mi hija, que esta­ba apun­to de parir».

Joxe Domin­go Aizpurua

«Aca­bo de supe­rar un cán­cer y ten­go colo­ca­dos algu­nos apa­ra­tos en el cuer­po. En cuan­to los vie­ron empe­za­ron a pre­sio­nar­me con la enfer­me­dad y con arran­car­me los apa­ra­tos. El regis­tro tam­bién fue muy duro, una masa­cre. La tor­tu­ra bási­ca­men­te fue sico­ló­gi­ca, me decían que «la Guar­dia Civil es un esta­do den­tro de otro esta­do», me ame­na­za­ban con que iba ser peor que hace quin­ce años, enton­ces tam­bién me arres­ta­ron y me tor­tu­ra­ron. Tenía la cabe­za como una olla express, sen­tía pánico.

GARA.

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