En esta España de chirigota, es difícil saber dónde hay más rateros, si en el partido de derechas “A” (PSOE) o en el partido de derechas “B” (PP). Como dice mi buen amigo, y compañero de fatigas, Carlos Tena, aquí existe un único partido: el Capitalista Unificado. Por su parte, la Judicatura es dependiente, propensa al show, e ignora las denuncias de torturas cuando andan por medio los Cuerpos Represivos del Estado.
Digo lo anterior porque me llaman la atención unas declaraciones del PP, donde denuncia (no por hacer justicia, sino porque aspira a la poltrona presidencial) que si la Fiscalía hace caso omiso a su petición de investigar el incremento del patrimonio del presidente del Congreso, José Bono- militante del PSOE- sería «una actuación de un fiscal más propia de la Cuba de los hermanos Castro que la de un país miembro de la Unión Europea».
Remedando, en parte, al PP yo no voy a denunciar nada, pero sí puedo afirmar, objetivamente, que no investigar el incremento del patrimonio del rey Juan Carlos, arribado a Madrid con una mano delante y otra detrás, es propio de la España de la familia Borbón pues, según la Constitución «democrática», su Graciosa majestad no puede ser enjuiciado por delito alguno.
Lamentablemente no puedo decir «la España de los hermanos Borbón», porque Juan Carlos mató a su hermano Alfonso en Estoril (Portugal) de un balazo. El disparo fue tan accidental que alcanzó a la víctima entre ceja y ceja. Alfonso era el menor de los dos, y dicen que también el preferido de su padre, vaya usted a saber por y para qué.
Teniendo la casa llena de porquería, a estos del PP no se les ocurre otra cosa mejor que hacer comparaciones con Cuba. De risa.
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