Abo­ga­dos vas­cos dan por pro­ba­da la exis­ten­cia de inte­rro­ga­to­rios ile­ga­les – Gara

Reco­no­ci­dos abo­ga­dos vas­cos como Miguel Cas­tells, Iñi­go Iruin, Jone Goi­ri­ze­laia y, entre otros, Álva­ro Reiza­bal, con­clu­yen que el dos­sier de la Guar­dia Civil cono­ci­do esta sema­na acre­di­ta que duran­te la inco­mu­ni­ca­ción exis­ten «zonas fran­cas de lega­li­dad»; «espa­cios poli­cia­les autó­no­mos con ausen­cia de un con­trol judi­cial mate­rial real y efec­ti­vo», sen­ten­ció la letra­da Ainhoa Baglietto.

Los abo­ga­dos, que com­pa­re­cie­ron en la rue­da de pren­sa cele­bra­da ayer en el Cole­gio de Abo­ga­dos de Gipuz­koa, con­si­de­ran que el docu­men­to halla­do tras uno de los regis­tros en el ope­ra­ti­vo del pasa­do abril con­tra abo­ga­dos, alle­ga­dos y ex pre­sos, y que la Guar­dia Civil ha con­fir­ma­do su exis­ten­cia, pone de mani­fies­to una «doble ile­ga­li­dad»; hecho que fue cali­fi­ca­do por Bagliet­to como «esca­lo­frian­te».

Por un lado, los juris­tas entien­den que el escri­to «cons­ta­ta la prác­ti­ca de inte­rro­ga­to­rios ile­ga­les en el trans­cur­so de la inco­mu­ni­ca­ción», y que, a su vez, demues­tra la exis­ten­cia de equi­pos de inte­rro­ga­to­rios para los mis­mos. El dos­sier poli­cial rati­fi­ca asi­mis­mo que el tra­ta­mien­to que reci­ben los dete­ni­dos tie­ne una fina­li­dad fija­da de ante­mano. En tér­mi­nos lite­ra­les, el docu­men­to halla­do apun­ta que este tra­to debe per­se­guir «obte­ner mani­fes­ta­cio­nes que rati­fi­quen las impu­tacio­nes judi­cia­les que existen».

Ausen­cia de con­trol judicial

En la mis­ma com­pa­re­cen­cia, los cono­ci­dos letra­dos tra­je­ron a cola­ción la sen­ten­cia del caso «Egun­ka­ria», don­de la Audien­cia Nacio­nal espa­ño­la reco­no­cía por pri­me­ra vez que el con­trol judi­cial del perio­do de inco­mu­ni­ca­ción «no fue ni sufi­cien­te ni efi­cien­te». Este fallo, jun­to al dos­sier poli­cial halla­do aho­ra, ava­la, al pare­cer de los abo­ga­dos, que esta ausen­cia de con­trol es «gene­ral» en ope­ra­ti­vos antiterroristas.

De ello res­pon­sa­bi­li­zan a los jue­ces del tri­bu­nal espe­cial; «por su pasi­vi­dad y por la no adop­ción de medi­das de las que dis­po­nen, inclu­so en el seno de la pro­pia legis­la­ción anti­te­rro­ris­ta», criticaron.

Miguel Cas­tells, Iñi­go Iruin, Álva­ro Reiza­bal, Ainhoa Bagliet­to, Kepa Lan­da, Jose Mari Elo­sua, Alfon­tso Zenon y Jone Goi­ri­ze­laia fue­ron los abo­ga­dos que com­pa­re­cie­ron ante la pren­sa para hacer una valo­ra­ción jurí­di­ca del docu­men­to, al que le otor­gan una impor­tan­cia «vital». Estas ocho per­so­na­li­da­des del dere­cho que lle­van déca­das asis­tien­do a dete­ni­dos en la Audien­cia Nacio­nal espa­ño­la cer­ti­fi­ca­ron, de mane­ra tajan­te, que «nun­ca antes habían vis­to un pro­to­co­lo de actua­ción poli­cial de estas características».

Bagliet­to, que hizo de por­ta­voz del gru­po de abo­ga­dos, deta­lló que es la Secre­ta­ria del Esta­do de Segu­ri­dad, supe­di­ta­da al Minis­te­rio del Inte­rior, el órgano encar­ga­do de remi­tir, de mane­ra perió­di­ca, las ins­truc­cio­nes gene­ra­les rela­cio­na­das con la for­ma de actuar de las FSE. Unas ins­truc­cio­nes que, según apun­tó la abo­ga­da gui­puz­coa­na, son «total­men­te públi­cas y res­pe­tuo­sas con la legalidad».

A jui­cio de los letra­dos que com­pa­re­cie­ron ayer, este pro­to­co­lo de actua­ción del ope­ra­ti­vo poli­cial con­fir­ma por escri­to que las reco­men­da­cio­nes suge­ri­das por el Minis­te­rio de Alfre­do Pérez Rubal­ca­ba fue­ron «mar­gi­na­das y vul­ne­ra­das» al menos en aquel ope­ra­ti­vo de abril, en el que fue­ron apre­sa­das diez per­so­nas en Biz­kaia y Gipuzkoa.

Los letra­dos, sin embar­go, que como recor­da­ron ayer han asis­ti­do a cien­tos de clien­tes que han teni­do que pade­cer la inco­mu­ni­ca­ción, mos­tra­ron su con­vic­ción de que «no se tra­ta de un pro­to­co­lo de actua­ción ais­la­do, sino de un pro­to­co­lo de apli­ca­ción general».

Tras un aná­li­sis sose­ga­do del docu­men­to, la letra­da cali­fi­có de espe­cial­men­te «esca­lo­frian­tes» algu­nas de las ins­truc­cio­nes con­te­ni­das en el docu­men­to como el carác­ter selec­ti­vo del tra­ta­mien­to «exqui­si­to» que el dos­sier con­tem­pla­ba para algu­nos de los dete­ni­dos. Bagliet­to recor­dó que antes de cono­cer este dos­sier, el mis­mo día en el que a los dete­ni­dos se les levan­tó la inco­mu­ni­ca­ción, se pudo com­pro­bar el tra­to sufri­do por aque­llos que no fue­ron ele­gi­dos para reci­bir el tra­to exqui­si­to. Recor­dó que éstos denun­cia­ron ante el Juz­ga­do de Ins­truc­ción Núme­ro 3 veja­cio­nes sexua­les y malos tra­tos físi­cos como sico­ló­gi­cos. Ade­más del tra­to pre­es­ta­ble­ci­do en el docu­men­to, estos arres­ta­dos con­fir­ma­ron la exis­ten­cia de gru­pos de inte­rro­ga­to­rios y la rea­li­za­ción de los mismos.

Ante la gra­ve­dad de las for­mas de actua­ción que, en su opi­nión, se dedu­cen del docu­men­to, los letra­dos ins­ta­ron a pro­fe­sio­na­les del ámbi­to jurí­di­co, a agen­tes inter­na­cio­na­les y a la socie­dad en gene­ral a incre­men­tar la denun­cia para que estas prác­ti­cas no se apli­quen más en el futuro.

La repre­sión nun­ca es espon­tá­nea (Edi­to­rial de Gara)

No es nece­sa­rio ser juris­ta para, a tra­vés de la lógi­ca y el sen­ti­do común, enten­der que las excep­cio­na­li­da­des que pla­gan el pro­ce­so penal espa­ñol ‑espe­cial­men­te el entra­ma­do legal crea­do ad hoc para los mili­tan­tes vas­cos, como por ejem­plo la legis­la­ción anti­te­rro­ris­ta- tie­nen como obje­ti­vo esta­ble­cer un sis­te­ma de impu­ni­dad que garan­ti­ce el cas­ti­go a la disi­den­cia. A eso se deben refe­rir cuan­do dicen que el sis­te­ma penal espa­ñol es «garan­tis­ta»: a que está dise­ña­do para garan­ti­zar el cas­ti­go fren­te a los dere­chos. En ese sis­te­ma, los garan­tes no son los jue­ces, sino la Poli­cía, las poli­cías, un poder fác­ti­co autó­no­mo que lo mis­mo cum­ple órde­nes que coci­na las prue­bas y tesis que darán pie a esas órde­nes. La doc­tri­na de «todo el ETA» y la impu­ni­dad que tie­ne la tor­tu­ra en el Esta­do espa­ñol son cla­ros expo­nen­tes de ese poder.

Pen­sar que, tras trein­ta años de expe­rien­cia repre­si­va, ese pro­ce­der poli­cial no está estruc­tu­ra­do y opti­mi­za­do sólo pue­de ser con­se­cuen­cia bien de una ino­cen­cia pue­ril, bien de un cinis­mo cruel.

Algu­nos de los abo­ga­dos pena­lis­tas más res­pe­ta­dos de Eus­kal Herria denun­cia­ron ayer que, según se des­pren­de del docu­men­to poli­cial que rela­ta el pro­ce­di­mien­to esta­ble­ci­do para una deten­ción con­tra mili­tan­tes vas­cos, la inco­mu­ni­ca­ción se uti­li­za para lograr decla­ra­cio­nes auto­in­cul­pa­to­rias. El dos­sier mues­tra cómo el tra­to que sopor­ta­rán los arres­ta­dos se pre­es­ta­ble­ce en base a obje­ti­vos ope­ra­ti­vos, cons­ta­ta la exis­ten­cia de inte­rro­ga­to­rios ile­ga­les y que son equi­pos de agen­tes espe­cia­li­za­dos en esa labor quie­nes los lle­van a cabo. Todo ello al mar­gen de toda tute­la judicial.

La cade­na de man­do esta­ble­ce tam­bién de mane­ra inelu­di­ble una cade­na de res­pon­sa­bi­li­da­des. La pri­me­ra es de los agen­tes y los man­dos que eje­cu­tan sis­te­má­ti­ca­men­te ese pro­to­co­lo. Exis­te otra gran res­pon­sa­bi­li­dad, que recae sobre los jue­ces que lo posi­bi­li­tan. Y, por últi­mo, está la res­pon­sa­bi­li­dad polí­ti­ca. En defi­ni­ti­va, el dos­sier mues­tra un sis­te­ma engra­sa­do pero, al menos for­mal­men­te, ilegal.

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