





Ante el despertar de la clase obrera rumana y la reorganización de los comunistas frente a la brutal ofensiva del FMI aplicada por el gobierno marioneta rumano, el parlamento rumano ha votado una ley anticomunista, llamada «legea lustratie», que impide el acceso a funciones públicas a antiguos militantes comunistas con excepción de los traidores que son quienes han entregado el país al FMI-OTAN-CIA-BM-UE, es decir al imperialismo.
Esta noticia, reflejada por el blog «Un vallekano en Rumania», evidencia la debilidad y temor del imperialismo frente al renacimiento de la lucha obrera y popular por la independencia, la democracia y la restauración socialista en este país este europeo