Entre­vis­ta a Rafael Correa- TeleSur

El pre­si­den­te de Ecua­dor, Rafael Correa, ase­gu­ró que su país sabrá res­pon­der ante cual­quier ata­que con­tra su sobe­ra­nía terri­to­rial, como el per­pe­tra­do por Colom­bia con­tra ese país en mar­zo de 2008, cuan­do se dio muer­te al núme­ro dos de las Fuer­zas Arma­das Revo­lu­cio­na­rias de Colom­bia (FARC), Raúl Reyes, jun­to a otras 25 personas.

En entre­vis­ta con­ce­di­da a tele­SUR, Correa se refi­rió a lo expre­sa­do por dos can­di­da­tos a la pre­si­den­cia de Colom­bia en un deba­te tele­vi­sa­do el pasa­do domin­go, en el que ase­gu­ra­ron que orde­na­rían un bom­bar­deo con­tra cual­quier país, incu­rrien­do así una nue­va esce­na de extra­te­rri­to­ria­li­dad del con­flic­to arma­do colombiano.

Correa dijo ante esa even­tua­li­dad que cual­quier fuer­za extran­je­ra que pre­ten­da ata­car a Ecua­dor encon­tra­rá a un país mucho mejor pre­pa­ra­do que en mar­zo de 2008, «cuan­do fui­mos ata­ca­dos a man­sal­va» por Colombia.

«Es una pro­fun­da pena de aque­llos que jue­gan a empe­ra­dor­ci­tos y quie­ren con­ver­tir a Amé­ri­ca Lati­na en un nue­vo Medio Orien­te, pero, en todo caso, la pró­xi­ma vez encon­tra­rán al Ecua­dor mucho mejor pre­pa­ra­do, sabre­mos res­pon­der», dijo el man­da­ta­rio ecua­to­riano en su diá­lo­go con teleSUR.

«Si somos agre­di­dos, si somos bom­bar­dea­dos, ten­dría­mos que res­pon­der. Somos un país de paz, pero tam­po­co somos nin­gu­nos ton­tos y tene­mos nues­tra dig­ni­dad», aña­dió el jefe de Esta­do ecuatoriano.

A con­ti­nua­ción tele­SUR ofre­ce el tex­to ínte­gro de la entrevista:

El tema petro­le­ro sobre el cual usted ha emi­ti­do algu­nas opi­nio­nes. ¿Qué suce­de con las tras­na­cio­na­les? Usted dice que hay que poner orden en el sec­tor. ¿Qué es poner orden en el sector?

Hemos pues­to bas­tan­te orden, pero toda­vía fal­ta mucho por hacer. En ver­dad eso ha sido un atra­co com­ple­to, siem­pre en fun­ción de las tras­na­cio­na­les, real­men­te indigna.

Por decir­les algo, de cada 100 barri­les de petró­leo, en los famo­sos con­tra­tos de par­ti­ci­pa­ción, 18 que­da­ban para el país y 82 se los lle­va­ban las petro­le­ras. Esos con­tra­tos se fir­ma­ron a ini­cios de los (años) 2000, cuan­do el pre­cio del petró­leo esta­ba a 16 dóla­res y nos daban cua­tro o cin­co dóla­res por barril. Subió lue­go el pre­cio del barril a 50 o 60 dóla­res y nos seguían dan­do los mis­mo cua­tro o cin­co dólares.

Enton­ces, cuan­do les mete­mos una nue­va Ley, que les obli­ga a, pri­me­ro repar­tir 50 por cien­to y 50 por cien­to las ganan­cias extra­or­di­na­rias y, en mi Gobierno, las ganan­cias extra­or­di­na­rias 99 por cien­to para el país y uno por cien­to para las petro­le­ras, para com­pen­sar en algo los cua­tro o cin­co años en los que no habían dado pla­ta al Esta­do, ahí si nos deman­dan ante el CIADI ale­gan­do que se pro­du­ce una rup­tu­ra del equi­li­brio eco­nó­mi­co en los con­tra­tos. ¿Y antes? ¿Cuan­do gana­ban en exce­so, ahí no había rup­tu­ra del equi­li­brio económico?

Enton­ces, hay un per­ma­nen­te abu­so hacia el país. Se les dijo «que­re­mos ir a con­tra­tos de pres­ta­ción de ser­vi­cios, es decir, el petró­leo es nues­tro de acuer­do con la Cons­ti­tu­ción, ven­gan uste­des, extra­ígan­lo y les paga­mos una tari­fa por barril», bueno, ya lle­va­mos más de dos años nego­cian­do esto y le dan lar­gas, pér­di­das de tiem­po y cada día que pasa son millo­nes que deja de ganar el país. Así que ya les dimos, no me gus­ta hablar de ulti­má­tums, de ame­na­zas, pero sí una adver­ten­cia, un men­sa­je muy cla­ro: no esta­mos jugan­do aquí.

Estoy pre­pa­ran­do una Ley para faci­li­tar expro­pia­cio­nes y nacio­na­li­za­cio­nes para enviar­la a la Asam­blea Nacio­nal y, con ese ins­tru­men­to, pues hare­mos lo que tene­mos que hacer en el momen­to apropiado.

¿Ha teni­do res­pues­tas a ese anun­cio, diga­mos des­de el pun­to de vis­ta de las tras­na­cio­na­les? Por­que res­pues­tas mediá­ti­cas, por supues­to, han sali­do los defen­so­res de las trasnacionales.

Sólo res­pues­tas mediá­ti­cas, aho­ra, en honor a la ver­dad, aquí ha habi­do gran­des fallas de par­te del equi­po ecua­to­riano, el enemi­go está aden­tro. Le pasó lo mis­mo a Vene­zue­la y al pro­ce­so boli­va­riano. Tene­mos una serie de ven­de­pa­trias, que son asa­la­ria­dos de las tras­na­cio­na­les, que nos han hecho come­ter erro­res, que han fil­tra­do infor­ma­ción, que han dila­ta­do pro­ce­sos, etcé­te­ra. Hemos depu­ra­do en algo el sec­tor petro­le­ro, pero fal­ta mucho por hacer, tene­mos enemi­gos aden­tro, no sólo esta­mos nego­cian­do con las tras­na­cio­na­les sino que tie­nen asa­la­ria­dos, per­so­nas vin­cu­la­das con intere­ses que no res­pon­den al país sino a estas compañías.

¿Cuá­les son los tér­mi­nos de la Ley que va a lle­var a la Asam­blea Nacional?

Bási­ca­men­te una Ley muy cor­ta, que en deter­mi­na­dos casos nos per­mi­ta expro­piar. Expro­piar no sig­ni­fi­ca con­fis­car, con­fis­car sig­ni­fi­ca tomar por la fuer­za sin la correc­ta com­pen­sa­ción eco­nó­mi­ca. Aquí le vamos a com­pen­sar eco­nó­mi­ca­men­te, pero si no quie­ren adap­tar­se a los tér­mi­nos del país, pues que les vaya boni­to, no los necesitamos.

Aún si los nece­si­tá­ra­mos, más nece­si­ta­mos nues­tra dig­ni­dad y nues­tra soberanía.

A pro­pó­si­to de petró­leo, Pre­si­den­te, ¿cómo le ha ido al Ecua­dor con la pro­pues­ta del Yasuní-ITT?

En tér­mi­nos for­ma­les, extra­or­di­na­ria­men­te bien. En tér­mi­nos prác­ti­cos, has­ta aho­ra vemos 20 cen­ta­vos. Aquí nue­va­men­te la doble moral inter­na­cio­nal, la dife­ren­cia entre los dis­cur­sos y los hechos, todo el mun­do aplau­dió la pro­pues­ta, todo el mun­do feli­ci­tó al Ecua­dor, pero has­ta aho­ra vemos 20 centavos.

Yo voy a dar has­ta julio de 2011, en caso de no ver resul­ta­dos con­cre­tos, uti­li­za­re­mos el plan B que es explo­tar con todos los cui­da­dos ambien­ta­les y socia­les ese petró­leo, que es la mayor reser­va de cru­do com­pro­ba­da en el Ecua­dor. Tal vez la audien­cia, el públi­co, no cono­ce lo que es la ini­cia­ti­va Yasu­ní-ITT: son las mayo­res reser­vas, más de 900 millo­nes de barri­les de petró­leo, pero que están en una zona muy sen­si­ble eco­ló­gi­ca­men­te, el Par­que Nacio­nal Yasuní.

Noso­tros hemos pro­pues­to al mun­do dejar ese petró­leo bajo tie­rra y con ello evi­tar el envío a la atmós­fe­ra de más de 400 millo­nes de tone­la­das de CO2, cuyo valor de mer­ca­do serán de alre­de­dor de cin­co mil millo­nes de dóla­res, y noso­tros esta­mos pidien­do unos tres mil 500 millo­nes de dóla­res, la mitad del valor pre­sen­te neto de esas reservas.

El mayor con­tri­bu­yen­te, el que mayor sacri­fi­cios hace, es el Ecua­dor. Finan­cie­ra­men­te lo que más nos con­vie­ne es explo­tar ese petró­leo, pero que­re­mos cola­bo­rar para evi­tar al menos la ace­le­ra­ción del cam­bio cli­má­ti­co, el cual no ha sido cau­sa­do por los paí­ses pobres, sino por los paí­ses ricos. Pero exi­gi­mos corres­pon­sa­bi­li­dad al res­to del mun­do, si no hay esa corres­pon­sa­bi­li­dad, ten­dre­mos que extraer ese petróleo.

Yo no lo había escu­cha­do a usted decir que real­men­te exis­te un plan B. ¿Qué tan cer­ca podría­mos estar de que Ecua­dor explo­te esa reserva?

Esta­mos cla­ros, esa es la reso­lu­ción de Petroe­cua­dor de mar­zo o junio de 2007. Pri­me­ro pro­po­ner al mun­do corres­pon­sa­bi­li­dad, y en caso de no obte­ner nin­gu­na res­pues­ta, explo­tar ese petróleo.

Siem­pre se ha con­ti­nua­do con los estu­dios, dicho sea de paso, que la uni­dad para explo­tar el ITT tie­ne más de 20 años en Petroecuador.

Tene­mos una cam­pa­ña mediá­ti­ca que nos acu­sa de que­rer enga­ñar a los ecua­to­ria­nos, que siem­pre ha sido nues­tra pri­me­ra opción explo­tar el ITT y que por eso hemos con­ti­nua­do con los estu­dios, pero más de 20 años tie­ne esa uni­dad y así es nues­tra pren­sa. Sí hubié­ra­mos que­ri­do explo­tar ese petró­leo para qué nos hubié­ra­mos com­pli­ca­do tan­to pre­sen­tan­do una iniciativa.

De ver­dad que­re­mos que ten­ga éxi­to esa ini­cia­ti­va, pero tam­po­co pode­mos ser los ton­tos úti­les del pla­ne­ta. Esos seis mil o sie­te mil millo­nes de dóla­res, valor pre­sen­te neto de ese yaci­mien­to, los nece­si­ta el pue­blo ecua­to­riano y, en caso de no haber corres­pon­sa­bi­li­dad, como insis­to, como lo he dicho des­de un prin­ci­pio, vamos a explo­tar ese petró­leo de la for­ma más res­pon­sa­ble posi­ble a nivel ambien­tal y social.

El tra­tar de resol­ver el pro­ble­ma de lo que usted lla­ma el enemi­go interno le cos­tó a Vene­zue­la no sólo un gol­pe de Esta­do, sino un sabo­ta­je petro­le­ro. ¿Está cons­cien­te, como pre­si­den­te del Ecua­dor, de las con­se­cuen­cias que esto pue­de tener?

Estoy muy cons­cien­te, hemos apren­di­do mucho de la expe­rien­cia vene­zo­la­na. Yo admi­ro muchí­si­mo al pre­si­den­te Chá­vez y al Gobierno boli­va­riano, por­que no sé cómo en el año de 1998 pudo luchar con­tra todo y con­tra todos en con­di­cio­nes tan adver­sas. Él abrió muchos cami­nos, noso­tros hemos teni­do un poco menos difí­cil la cosa y hemos apren­di­do de las expe­rien­cias muy duras del pro­ce­so bolivariano.

Nun­ca pode­mos excluir esa posi­bi­li­dad, más que de un gol­pe de Esta­do, un sabo­ta­je petro­le­ro, aun­que tam­po­co pode­mos excluir los gol­pes de Esta­do en Amé­ri­ca Lati­na, si no vea­mos a Hon­du­ras. En todo caso, creo que no es tan pro­ba­ble esa posi­bi­li­dad y esta­mos toman­do todas las pre­cau­cio­nes posibles.

Se dio un nue­vo deba­te de los can­di­da­tos a la pre­si­den­cia de Colom­bia, de sus veci­nos, y una de las pre­gun­tas que les hacían los perio­dis­tas es que si vol­ve­ría a ata­car Ecua­dor como en los hechos que ocu­rrie­ron el 1 de mar­zo de 2008. Dos de esos can­di­da­tos dije­ron que sí. Unos de ellos que no.

¿Cuál sería su res­pues­ta fren­te a esa posi­ción de la extra­te­rri­to­ria­li­dad del con­flic­to colombiano?

Es una pro­fun­da pena de aque­llos que jue­gan a empe­ra­dor­ci­tos y quie­ren con­ver­tir a Amé­ri­ca Lati­na en un nue­vo Medio Orien­te, pero, en todo caso, la pró­xi­ma vez encon­tra­rán al Ecua­dor mucho mejor pre­pa­ra­do, sabre­mos responder.

¿Usted espe­ra­ría un ata­que así de Colom­bia? Cuan­do dice que esta­ría mejor pre­pa­ra­do Ecua­dor, ¿a qué se refie­re exactamente?

Bueno, cuan­do nos ata­ca­ron a man­sal­va el 1 de mar­zo de 2008 nues­tros rada­res no fun­cio­na­ban, nues­tra avia­ción prác­ti­ca­men­te no exis­tía, comu­ni­ca­cio­nes no tenía­mos. Todo eso hemos ido mejo­ran­do para, insis­to, jamás agre­dir, pero si defen­der dig­na­men­te el terri­to­rio patrio.

En todo caso, yo le recuer­do a Vene­zue­la y al mun­do todas las pala­bras de dis­cul­pas, de per­dón del pre­si­den­te Álva­ro Uri­be, y vie­nen los suce­so­res del pre­si­den­te a decir estas bar­ba­ri­da­des, pues uno ya no sabe qué pen­sar. Y recuer­den, esa cla­se de gen­te en el Gobierno más sie­te bases mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses en Colom­bia, ima­gí­nen­se el peli­gro para la región.

Todo eso aten­ta al dere­cho inter­na­cio­nal, al dere­cho americano.

¿Ecua­dor repe­le­ría ese ataque?

¿La pró­xi­ma vez? Por supues­to. Si somos agre­di­dos, si somos bom­bar­dea­dos, ten­dría­mos que res­pon­der. Somos un país de paz, pero tam­po­co somos nin­gu­nos ton­tos y tene­mos nues­tra dignidad.

Se han dado pasos, por lo que se ve públi­ca­men­te, en un res­ta­ble­ci­mien­to de las rela­cio­nes con Colom­bia. Sin embar­go, lo que uste­des han pedi­do como Gobierno no se ha dado. ¿Cuál es el lími­te allí, es decir, esa infor­ma­ción supues­ta en los pre­sun­tos compu­tado­res de Raúl Reyes?

Yo creo que eso evi­den­cia toda la far­sa que se armó al res­pec­to. Pri­me­ro nos bom­bar­dea­ron, cuan­do reac­cio­na­mos con toda ener­gía se inven­ta­ron esta far­sa de los compu­tado­res, de los víncu­los con las FARC. Bueno, ayú­den­nos a dar­le a cono­cer al mun­do toda ésta información.

Hemos pedi­do copia de los supues­tos dis­cos duros de las super­compu­tado­ras que sobre­vi­vie­ron al ata­que de Angos­tu­ra, que en caso de que exis­tie­ran, fue­ron roba­das de terri­to­rio ecua­to­riano, en otro nue­vo deli­to. Pero no las dan, ese es uno de los requi­si­tos que hemos pues­to para res­ta­ble­cer total­men­te las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas. Todos que­re­mos saber la ver­dad, que nos den copias com­ple­tas de esos dis­cos duros para que el mun­do sepa quié­nes son los socios de las FARC.

¿Por qué no las dan, usted qué cree?

¿Usted por qué se ima­gi­na? Pue­de ser que no exis­tan, pue­de ser que ten­gan infor­ma­ción que los com­pro­me­ta a ellos mis­mos ¿Por qué? El que no debe, nada teme ¿Por qué no nos dan los dis­cos, si en base a eso mon­ta­ron un cam­pa­ña de des­pres­ti­gio con­tra Ecuador?

¿Las rela­cio­nes con Colom­bia se man­ten­dría en los mis­mos tér­mi­nos que has­ta aho­ra, Pre­si­den­te, mien­tras eso no se resuelva?

Mire, noso­tros, nues­tros reque­ri­mien­tos no depen­den de per­so­nas, depen­den de prin­ci­pios. Hemos pedi­do la infor­ma­ción sobre el más gra­ve bom­bar­deo de la his­to­ria de Amé­ri­ca Lati­na, sin pre­ce­den­tes, con bom­bas inte­li­gen­tes, sin una decla­ra­ción de gue­rra, sin abso­lu­ta­men­te nada. En el momen­to, yo le diría las mejo­res rela­cio­nes bila­te­ra­les con un Gobierno al que con­si­de­rá­ba­mos ami­go, enton­ces hemos pedi­do cono­cer los por­me­no­res de ese bom­bar­deo terrible.

Por ejem­plo, hay ver­sio­nes de que los avio­nes colom­bia­nos no pue­den lan­zar esas bom­bas inte­li­gen­tes y de ori­gen esta­dou­ni­den­se. Que­re­mos saber qué con­te­nían los famo­sos compu­tado­res que sobre­vi­vie­ron mila­gro­sa­men­te al ata­que, que­re­mos infor­ma­ción, saber la ver­dad y que el mun­do la sepa. Eso es inde­pen­dien­te de quién esté gober­nan­do Colom­bia, noso­tros res­pon­de­mos a prin­ci­pios y mien­tras no nos den ésta infor­ma­ción, pues no podre­mos res­ti­tuir en su tota­li­dad las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas entre los dos países.

¿Habla­ron sobre ese tema con el sub­se­cre­ta­rio Valen­zue­la que estu­vo tan sólo hace unos días en Quito?

No, has­ta don­de yo recuer­do, no toca­mos el tema de Colom­bia. Habla­mos de otros temas, de hecho toda la entre­vis­ta fue fil­ma­da por los medios de comu­ni­ca­ción, así que uste­des pue­den ver todos los deta­lles de la conversación.

¿Pue­de Ecua­dor tener una rela­ción cor­dial con Esta­dos Uni­dos? Usted dijo que tenía empa­tía con la seño­ra Hillary Clinton.

Creo que hemos teni­do una rela­ción cor­dial, pero hace­mos lo que cual­quier país sobe­rano haría y lo que el pro­pio Esta­dos Uni­dos haría. Por ejem­plo, la base aérea de Man­ta, yo dije cla­ra­men­te: «Yo extien­do el con­tra­to de la base mili­tar esta­dou­ni­den­se en Man­ta, si ellos me per­mi­ten poner una base ecua­to­ria­na en Mia­mi». Nun­ca me res­pon­die­ron y se aca­bó la base esta­dou­ni­den­se en Manta.

Esta­mos hacien­do lo que cual­quier país sobe­rano, empe­zan­do por Esta­dos Uni­dos, haría. Así que no veo por qué eso pue­de entor­pe­cer las rela­cio­nes entre los dos países.

Usted, en ese mis­mo sen­ti­do, pidió que su Gobierno hicie­ra un infor­me sobre los dere­chos huma­nos en Esta­dos Uni­dos, toda vez que el de los Esta­dos Uni­dos inclu­yó al Ecua­dor como un país que vio­la los dere­chos huma­nos ¿Cómo va ese informe?

Sí moles­ta que en el siglo XXI toda­vía haya auto­de­no­mi­na­dos árbi­tros del bien y del mal, paí­ses y Gobier­nos que se creen por enci­ma y moral­men­te supe­rio­res al res­to. Nos hizo el Depar­ta­men­to de Esta­do un infor­me sobre dere­chos huma­nos que pro­ba­ble­men­te es iner­cia de los Gobier­nos repu­bli­ca­nos, algo que pro­ba­ble­men­te ni el pre­si­den­te Oba­ma ni la seño­ra Clin­ton con­tro­lan, en el que se seña­ló que en Ecua­dor no se res­pe­ta­ban los dere­chos humanos.

Has­ta don­de yo sé, en Ecua­dor no se per­mi­te la tor­tu­ra, en Esta­dos Uni­dos sí. Has­ta don­de yo sé, en Ecua­dor no está per­mi­ti­da la pena de muer­te, en Esta­dos Uni­dos sí. Has­ta don­de yo sé, Ecua­dor no ha bom­bar­dea­do nin­gún país, Esta­dos Uni­dos sí, si no vaya a ver Irak, etcé­te­ra. Enton­ces esta­mos pre­pa­ran­do tam­bién un infor­me sobre la situa­ción de los dere­chos huma­nos en Esta­dos Unidos.

Con la mis­ma sol­ven­cia, capa­ci­dad de atri­bu­ción que ellos tie­nen, como país sobe­rano pode­mos hacer un infor­me sobre los dere­chos huma­nos en Esta­dos Unidos.

Es con­tra­dic­to­rio que se man­ten­gan bue­nas rela­cio­nes con Esta­dos Uni­dos y bue­nas rela­cio­nes con Vene­zue­la, si Vene­zue­la es un país que denun­cia el imperialismo.

Ecua­dor tam­bién denun­cia el impe­ria­lis­mo, en el momen­to que sepa que Esta­dos Uni­dos, o cual­quier otro país, está inter­vi­nien­do en la polí­ti­ca inter­na ecua­to­ria­na o aus­pi­cian­do un gol­pe de Esta­do, le ase­gu­ro que sabre­mos res­pon­der sobe­ra­na y dig­na­men­te, como lo hace Venezuela.

Noso­tros no com­ba­ti­mos paí­ses, ni pue­blos, ni per­so­nas. Com­ba­ti­mos accio­nes, acti­tu­des, polí­ti­cas nefas­tas y las denun­cia­re­mos con toda nues­tra ener­gía, como lo hace Venezuela.

Un párra­fo, una fra­se de un inte­lec­tual colom­biano, Her­nán Cal­vo Ospi­na, dice que Ecua­dor refor­zó su pre­sen­cia mili­tar en la fron­te­ra con Colom­bia lue­go del ata­que de mar­zo de 2008, pero con fuer­zas espe­cia­li­za­das en con­tra­in­sur­gen­cia, con equi­pos espe­cial­men­te prác­ti­cos para enfren­tar fuer­zas irre­gu­la­res como las gue­rri­llas colombianas.

Él está un poco equi­vo­ca­do, en ver­dad siem­pre hemos teni­do gran can­ti­dad de efec­ti­vos en la fron­te­ra, por­que Colom­bia tie­ne total­men­te aban­do­na­da su fron­te­ra sur, no hay pre­sen­cia del Esta­do colom­biano, eso es lo que no dicen los medios de comu­ni­ca­ción corrup­tos a nivel internacional.

Noso­tros tene­mos 13 des­ta­ca­men­tos mili­ta­res en la fron­te­ra nor­te, Colom­bia tie­ne tres, cuan­do el pro­ble­ma supues­ta­men­te es de ellos. Enton­ces ¿qué pasa ante la ausen­cia del Esta­do colom­biano en su fron­te­ra sur? Eso es un paraí­so para todos los gru­pos irre­gu­la­res, Águi­las Negras, para­mi­li­ta­res, FARC, ELN, para ban­das orga­ni­za­das, que entran al terri­to­rio ecua­to­riano, secues­tran a ciu­da­da­nos ecua­to­ria­nos y van a refu­giar­se en terri­to­rio colom­biano, ya están cobran­do las lla­ma­das vacunas.

Por eso hemos teni­do que refor­zar mucho más nues­tra fron­te­ra nor­te con mili­ta­res y poli­cías, no nece­sa­ria­men­te para repe­ler un poten­cial ata­que del Ejér­ci­to colom­biano, que muy difí­cil­men­te se daría en caso de con­flic­to de esa for­ma, por­que no hay obje­ti­vos mili­ta­res impor­tan­tes en la frontera.

Val­ga la opor­tu­ni­dad que si segui­mos la doc­tri­na total­men­te anti­ju­rí­di­ca, abu­si­va, con­tra­ria al dere­cho inter­na­cio­nal, que esgri­mie­ron dos de los can­di­da­tos pre­si­den­cia­les de Colom­bia en el deba­te del pasa­do domin­go, la prin­ci­pal per­ju­di­ca­da sería Colom­bia, por­que con ese argu­men­to, por­que cuan­do secues­tren a un ecua­to­riano y lo vayan a ocul­tar del lado colom­biano, pues iría­mos a bom­bar­dear tam­bién ese sec­tor, y lo mis­mo pudie­ra hacer Vene­zue­la, Nica­ra­gua, Bra­sil, Argentina.

Enton­ces, oja­lá pri­me la sen­sa­tez y todos actue­mos bajo el impe­rio de la Ley.

¿Las rela­cio­nes entre Vene­zue­la y Ecua­dor, al día de hoy, cómo las calificaría?

Yo creo que no pue­den ser mejo­res, son tre­men­da­men­te fra­ter­nas. Lo más impor­tan­te son esos prin­ci­pios, esa visión que com­par­ti­mos, la bús­que­da de esa Patria Gran­de que soñó el pro­pio Bolí­var, que man­tu­vie­ron tam­bién, en sus idea­les, inte­lec­tua­les de la talla de José Mar­tí, de Eloy Alfa­ro en Ecua­dor, etcétera.

Pero ya, en lo pun­tual, en lo con­cre­to, hay gran­des avan­ces, tene­mos mucha coope­ra­ción ener­gé­ti­ca, petro­le­ra, etcé­te­ra, enton­ces creo que las rela­cio­nes no pue­den ser mejores.

Coope­ra­ción en mate­ria de segu­ri­dad, Pre­si­den­te, en ese fren­te común con­tra agresiones.

En esa área tal vez tene­mos que pro­fun­di­zar un poco, pero ya no sólo con Vene­zue­la sino con el ALBA y Una­sur, ya no es posi­ble que can­di­da­tos pre­si­den­cia­les de paí­ses muy res­pe­ta­bles toda­vía se atre­van a decir que ata­ca­rían cual­quier nación si así ellos creen que sería con­ve­nien­te para la segu­ri­dad de su pro­pio país. Cui­da­do y nos con­vier­ten a Amé­ri­ca Lati­na, y par­ti­cu­lar­men­te a Sura­mé­ri­ca en otro Medio Orien­te. Hay que estar muy aten­tos, la paz es tal vez el bien más pre­cia­do de nues­tra América.

¿Has­ta dón­de podría lle­gar esa coope­ra­ción en mate­ria de segu­ri­dad? ¿Cuál es su ima­gi­na­rio en ese sentido?

Ya está esta­ble­ci­do en la Una­sur el Con­se­jo de Defen­sa, ya hay polí­ti­cas de defen­sa coor­di­na­das comu­nes. Esta­mos cons­tru­yen­do esta­dís­ti­cas para tra­tar de con­tro­lar el gas­to de defen­sa, pero con medi­cio­nes equi­va­len­tes, por­que en este momen­to son dema­sia­do hete­ro­gé­neas y no son comparables.

Pero sí, tene­mos que ir a cosas más con­tun­den­tes, esta­ble­cer códi­gos de con­duc­ta, san­cio­nes a nacio­nes que agre­dan a otros paí­ses de la región, para, insis­to, pre­ser­var el bien más pre­cia­do que tie­ne la región que es la paz.

¿Le toca defen­der­se de la amis­tad con el pre­si­den­te Hugo Chávez?

No ten­go que expli­car a nadie por qué ten­go esti­ma­ción a cier­tas per­so­nas, en este caso al pre­si­den­te Chá­vez, como le ten­go un gran cari­ño a Cris­ti­na Fer­nán­dez, a Lula da Sil­va, a Evo Mora­les, no ten­go que dar­le expli­ca­cio­nes a nadie.

Peor aún, pero ima­gí­nen­se al nivel de entre­guis­mo que esta­mos lle­gan­do, que tene­mos que expli­car­le a nues­tras éli­tes y a los medios de comu­ni­ca­ción, que son los voce­ros de las éli­tes, por qué tene­mos rela­cio­nes fra­ter­na­les con paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos. Es un absur­do, enton­ces me rehú­so a dar explicaciones.

Y cuan­do cri­ti­can las rela­cio­nes con el pre­si­den­te Chá­vez, cono­cien­do al pre­si­den­te Chá­vez y su Gobierno y cómo está trans­for­man­do a Vene­zue­la, lo úni­co que nos da es una pia­do­sa tris­te­za, pero no nos vamos a tomar la moles­tia de con­tes­tar­le a esos medios de comunicación.

¿Le moles­ta que lo com­pa­ren con el pre­si­den­te Chávez?

Por el con­tra­rio, has­ta me hala­ga, le insis­to, si no entien­do cómo el pre­si­den­te Chá­vez en el año de 1998 comen­zó soli­to este pro­ce­so de trans­for­ma­ción que des­pués se encen­dió como lla­ma en la pra­de­ra y sobre­vi­vir, tenien­do que sopor­tar obs­tácu­los enor­mes, por ejem­plo, el gol­pe de Esta­do de abril de 2002. Es decir, que el pre­si­den­te Chá­vez tie­ne mi pro­fun­da admiración.

¿Des­de el pun­to de vis­ta sim­bó­li­co, qué repre­sen­ta para usted como ciu­da­dano lati­no­ame­ri­cano esta fecha, la del Bicentenario?

Es medio caba­lís­ti­co. Hace 200 años se dio la Inde­pen­den­cia polí­ti­ca y nos encon­tra­mos dos siglos des­pués a nues­tros pue­blos luchan­do por la defi­ni­ti­va y real inde­pen­den­cia, en lo eco­nó­mi­co, en lo social y en lo cul­tu­ral, no sólo la Inde­pen­den­cia polí­ti­ca que tal vez se dio for­mal­men­te hace dos siglos.

Yo creo que es muy sim­bó­li­co aque­llo, que 200 años des­pués encuen­tran a nues­tros pue­blos, al igual que la luchas por la Inde­pen­den­cia polí­ti­ca, luchan­do con toda deci­sión por nues­tra segun­da y defi­ni­ti­va Independencia.

¿Los enemi­gos siguen sien­do los mismos?

Casi los mis­mos. Allá en el siglo XIX era, sobre todo, el impe­rio espa­ñol. Aún exis­ten impe­ria­lis­mos, hay cosas muy simi­la­res, los ven­de­pa­trias a los que no les impor­ta ser colo­nias de quien sea. Sí, hay seme­jan­zas con la lucha de hace dos siglos.

Pero tam­bién hay dife­ren­cias, en el siglo XXI no se nece­si­tan botas ni caño­nes para domi­nar­nos, sino sola­men­te dóla­res, enton­ces debe­mos lograr nues­tra inde­pen­den­cia económica.

Usted tie­ne una gran expec­ta­ti­va con la Una­sur. ¿La Una­sur pue­de ser ese blo­que que haga fren­te a las pre­ten­sio­nes imperialistas?

Sólo uni­dos pode­mos tener éxi­to. El sue­ño de Bolí­var no es un ideal, es una nece­si­dad de super­vi­ven­cia, sólo uni­dos logra­re­mos salir ade­lan­te. Hay voces diso­nan­tes y hay dife­ren­tes rit­mos, pero yo creo que la inmen­sa mayo­ría de nues­tros pue­blos, paí­ses y Gobier­nos, desean una ver­da­de­ra inte­gra­ción y desean cons­ti­tuir esa Patria Grande.

Nos corres­pon­de a noso­tros, como diri­gen­tes de la región, poner toda nues­tra ener­gía para ace­le­rar los pro­ce­sos, no tene­mos tiem­po que per­der, no pode­mos tomar­nos 50 años como la Unión Euro­pea, tene­mos que ir más rápi­do. La bue­na noti­cia es que la Unión Euro­pea son 27 paí­ses con dife­ren­tes sis­te­mas eco­nó­mi­cos, polí­ti­cos y dis­tin­tos idiomas.

Mien­tras la Unión Euro­pea ten­drá que expli­car­le a sus hijos por qué se unie­ron, Amé­ri­ca Lati­na ten­drá que expli­car­le a los nues­tros por qué nos demo­ra­mos tanto.

¿Cuál es la dife­ren­cia y el enfren­ta­mien­to con hay con comu­ni­da­des indí­ge­nas por la Ley de Agua?

No tene­mos enfren­ta­mien­to con gru­pos indí­ge­nas, con el movi­mien­to indí­ge­na como pro­ce­so his­tó­ri­co. Yo soy indi­ge­nis­ta, conoz­co el mun­do indí­ge­na y he tra­ba­ja­do con el movi­mien­to indígena.

Si usted revi­sa los resul­ta­dos elec­to­ra­les de los comi­cios pre­si­den­cia­les de abril del año pasa­do, la pro­vin­cia en la que más votos saca­mos es una de las pro­vin­cias con mayor can­ti­dad de indí­ge­nas en el país. Los indí­ge­nas están con noso­tros. Cier­ta diri­gen­cia indí­ge­na, de cier­tas orga­ni­za­cio­nes que hacen mucha bulla, pero que no se repre­sen­tan ni a ellos mis­mos, están con­tra el Gobierno.

Están defen­dien­do sus espa­cios polí­ti­cos, quie­ren con­tro­lar el agua, ven en peli­gro sus espa­cios de poder y esa es la reac­ción. Que ni Vene­zue­la y el mun­do se enga­ñen, tene­mos en con­tra a cier­tos diri­gen­tes indí­ge­nas que tie­nen una agen­da polí­ti­ca ile­gí­ti­ma, por­que quie­ren cogo­ber­nar sin haber gana­do elecciones.

¿Se está res­que­bra­jan­do la alian­za que sos­tie­ne a Correa en el poder?

Bueno eso han veni­do dicien­do des­de el 15 de enero de 2007, des­de el día que asu­mí, des­de antes, de hecho. Creo que hemos logra­do sor­tear muchas difi­cul­ta­des, hemos come­ti­do equi­vo­ca­cio­nes. Por ejem­plo, hici­mos alian­zas para las ante­rio­res elec­cio­nes con gru­pos que por si solos no hubie­sen saca­do asam­bleís­tas, pero los pusi­mos en nues­tras lis­tas y lue­go de ganar las elec­cio­nes dije­ron «noso­tros somos independientes».

Hay los opor­tu­nis­tas de siem­pre, que quie­ren estar con las ven­ta­jas del Gobierno pero dife­ren­ciar­se de Correa, como en Vene­zue­la bus­can dife­ren­ciar­se de Chá­vez. Eso es deslealtad.

Recuer­den que nues­tro pro­yec­to polí­ti­co fue bas­tan­te espon­tá­neo, de ciu­da­da­nos que está­ba­mos har­tos de la cla­se polí­ti­ca. Eso nos ha traí­do pro­ble­mas y, por supues­to, se dan ten­sio­nes como el jui­cio al Fis­cal que, lo he dicho, me pare­ció un apre­su­ra­mien­to por­que el Fis­cal se va en cin­co o seis meses, cuan­do cam­bien todas las auto­ri­da­des. Eso va a pasar a la anto­lo­gía de la inge­nui­dad polí­ti­ca, enton­ces hemos paga­do dere­cho de piso.

El mayor peli­gro que tene­mos aho­ra son nues­tras pro­pias con­tra­dic­cio­nes, yo veo el camino muy libre, aun­que en Amé­ri­ca Lati­na nun­ca se sabe. No tene­mos opo­si­ción de peso, no vemos una opo­si­ción arma­da con un dis­cur­so cla­ro que pue­da con­tra­po­ner­se al pro­yec­to de Revo­lu­ción Ciudadana.

El mayor enemi­go está en noso­tros mis­mos y eso lo he veni­do repi­tien­do siem­pre. El izquier­dis­mo infan­til, el eco­lo­gis­mo infan­til, en indi­ge­nis­mo infan­til y todas estas inge­nui­da­des que les he mani­fes­ta­do. Así que tene­mos que apren­der en la mar­cha y pre­pa­rar­nos mucho más para no come­ter erro­res y no ser, como le decía, nues­tros pro­pios enemigos.

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