Absur­da demo­cra­cia- Xabier Silveira

Ter­mi­na­ba mi ante­rior colum­na (aque­lla que me sobra­ba prác­ti­ca­men­te en su tota­li­dad) con el ejem­plo de Hamas. El pue­blo pales­tino deci­dió en refe­rén­dum que fue­ra el movi­mien­to de resis­ten­cia islá­mi­co quien toma­ra las rien­das de su nación. Occi­den­te, en nom­bre de la demo­cra­cia, recha­zó el resul­ta­do. ¿Quié­nes somos los ricos euro­peos, ase­si­nos de mun­dos mejo­res y sue­ños ple­na­men­te rea­li­za­bles, para legi­ti­mar ‑o no- la deci­sión mayo­ri­ta­ria de un pue­blo sobe­rano? Pero dejé­mo­nos de leja­nas metá­fo­ras y vanas com­pa­ra­cio­nes y ven­ga­mos a casa.

Estú­pi­dos engreí­dos diri­gen coa­li­cio­nes ofus­ca­das en ser par­ti­dos polí­ti­cos… Polí­ti­ca, menu­da pala­bre­ja. Ya me gus­ta­ría a mí escu­char a esos auto­de­no­mi­na­dos repre­sen­tan­tes del pue­blo defi­nir la pala­bra «polí­ti­ca». Ni con­sul­tan­do un dic­cio­na­rio acer­ta­rían a hacer­lo, ¡me jue­go el cue­llo! Buró­cra­tas de mier­da que se atre­ven a decir en voz alta quién sobra, sin ser capa­ces de hacer lo que daría comien­zo a la reso­lu­ción de nues­tro eterno con­flic­to: disol­ver­se, como un azu­ca­ri­llo se disuel­ve en un café, des­apa­re­cien­do de la vis­ta para con­di­cio­nar com­ple­ta­men­te su sabor, su buqué. Pero en vano es hablar a un sor­do, seña­lar la direc­ción a un cie­go. Ade­más, ¿de qué sir­ve ligar con miss mun­do si lue­go no lo pue­do con­tar? ¿De qué sir­ve ganar, si la meda­lla no me la cuel­go yo y no la pue­do mostrar?

Hoy por hoy la polí­ti­ca es con­fun­di­da con la dia­léc­ti­ca. Pero hablar no es hacer, del mis­mo modo que maña­na no vol­ve­rá a ser ayer. Sin embar­go, por increí­ble que parez­ca, hay quien no lo sabe, o lo que es peor, no lo quie­re saber. Por eso, disuél­van­se, lo repi­to, todos y cada uno de los par­ti­dos ‑mal lla­ma­dos- polí­ti­cos, disuél­van­se, para que no sea tan amar­go el café. Dejen de char­la­ta­near cara a la gale­ría y comien­cen de una vez por todas a hacer lo que hay que hacer ¡ya está bien de joder!

Hamas fue recha­za­do y con­ti­nua en la lis­ta negra de la UE y los EEUU. ¿Qué nos lle­va a pen­sar que a noso­tros nos pon­drán la alfom­bra roja para que des­fi­le­mos por la pasa­re­la de la liber­tad? ¡Qué manía la de pen­sar que vivi­mos en un cons­tan­te fes­ti­val de cine! Yo y muchos otros ‑noso­tros- no esta­mos dis­pues­tos a men­tir a la gen­te que nos quie­re ¿voso­tros por qué?

Pero me late que la solu­ción al con­flic­to ‑la defi­ni­ti­va solu­ción al con­flic­to- ya está en mar­cha. Comen­zó en Iru­ñea con la mar­cha ‑val­ga la redun­dan­cia- de Hamai­ka bil gai­te­zen, pasó por Hen­daia el Abe­rri Egu­na y así debe­rá mar­char has­ta la vic­to­ria final, la cual no lle­va por nom­bre Paz, si no Liber­tad. Pues no somos demó­cra­tas, somos inde­pen­den­tis­tas, Inde­pen­den­tis­tak. No somos un vie­jo pue­blo, somos una nue­va nación. En esa direc­ción lle­ga­re­mos a buen puer­to, ahí resu­ci­ta­rán nues­tros muer­tos y regre­sa­rán a casa nues­tros ama­dos. Y sere­mos lo que que­re­mos y nece­si­ta­mos ser. Dejé­mo­nos pues de entor­pe­cer, de lla­mar ganar al per­der, de joder y haga­mos lo que hay que hacer, que por cier­to, todo rima con Luzi­fer. Muxu goxo bana nes­ka-muti­llak, zuek gabe ez gara ezer!

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