La pre­ca­rie­dad per­fec­ta juve­nil, ¿solu­ción de la cri­sis? – Fran­cis­co LETAMENDIA Pro­fe­sor de la UPV y escritor

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Al hilo de la pro­pues­ta lan­za­da hace unos días des­de la CEOE como solu­ción a la cri­sis, el autor hace un aná­li­sis de la pre­ca­rie­dad en el Esta­do espa­ñol, la situa­ción labo­ral de los jóve­nes y el mode­lo patro­nal de desa­rro­llo eco­nó­mi­co que va implí­ci­ta en esa propuesta.
Hace ya unos días el direc­tor de la CEOE José de la Cava­da pre­sen­ta­ba en los pasi­llos del Con­gre­so como solu­ción patro­nal a la cri­sis el pro­to­ti­po de la pre­ca­rie­dad juve­nil per­fec­ta: un con­tra­to labo­ral para los trabajadores/​as de menos de 30 años con dura­ción tem­po­ral de seis meses a un año, sin dere­cho al des­em­pleo, sin indem­ni­za­ción por des­pi­do, y sin coti­za­ción empre­sa­rial a la Segu­ri­dad Social.
Este monu­men­tal ‑e ile­gal- des­pro­pó­si­to no per­se­guía por supues­to ser acep­ta­do tal cual, sino mover ficha en un table­ro estra­té­gi­co con vis­tas a con­se­guir un resul­ta­do más via­ble; de hecho, el Pre­si­den­te de la CEOE y espe­jo de empre­sa­rios Díaz Ferrán ale­ga­ba a los pocos días que sólo se tra­ta­ba de un «ejem­plo» que ser­vi­ría para faci­li­tar el acuer­do con los sin­di­ca­tos sobre «otro con­tra­to de inser­ción para jóve­nes» no muy dis­tin­to del propuesto.
Ana­li­za­ré bre­ve­men­te el tema a tres ban­das: situa­ción de la pre­ca­rie­dad en el Esta­do espa­ñol ‑datos y cons­truc­ción jurí­di­ca-; situa­ción labo­ral de los jóve­nes; y mode­lo patro­nal de desa­rro­llo eco­nó­mi­co ‑o de sali­da a la cri­sis- implí­ci­to en la propuesta.
Lo pri­me­ro a cons­ta­tar es que Espa­ña supera todos los lími­tes de la pre­ca­rie­dad en el ámbi­to de la Unión Euro­pea, y que ello no es pro­duc­to de «las fuer­zas inexo­ra­bles del mer­ca­do», sino de una ope­ra­ción per­fec­ta­men­te cons­cien­te y pla­ni­fi­ca­da de cons­truc­ción jurí­di­ca de la mis­ma ini­cia­da a prin­ci­pios de los años 80. Los gobier­nos espa­ño­les, cen­tris­tas y, sobre todo, socia­lis­tas, agi­ta­ron, a fin de cap­tar la aten­ción e inver­sio­nes de las trans­na­cio­na­les, el señue­lo de una fuer­za de tra­ba­jo bara­ta, con­vir­tien­do a Espa­ña en el oasis de la UE del tra­ba­jo pre­ca­rio y des­ca­li­fi­ca­do. Los hitos tem­po­ra­les de esta cons­truc­ción fue­ron 1984 (con la intro­duc­ción de una gala­xia de con­tra­tos anó­ma­los entre los que des­co­lla­ban el con­tra­to tem­po­ral de fomen­to de empleo y el de dura­ción deter­mi­na­da), y 1994 (con una libe­ra­li­za­ción del mer­ca­do de tra­ba­jo que tra­jo con­si­go la flo­ra­ción de las ETTs). Se fomen­tó con ello la fle­xi­bi­li­dad numé­ri­ca (esto es, la tem­po­ra­li­dad del empleo) y la fun­cio­nal (con­sis­ten­te en la des­re­gu­la­ción de los pues­tos de trabajo).
A media­dos de los años 90, el 38% de los asa­la­ria­dos del Esta­do era ya pre­ca­rios, con­tra una media del 9% en la UE.
Los cos­tos huma­nos y eco­nó­mi­cos de la des­pro­tec­ción labo­ral han sido arra­sa­do­res: la cri­sis ini­cia­da en 2007 ha gol­pea­do espe­cial­men­te al mer­ca­do de tra­ba­jo espa­ñol, regis­trán­do­se aquí la mitad de las pér­di­das de empleo de la eurozona.
La pro­pues­ta de la CEOE apun­ta a un colec­ti­vo labo­ral, el de los jóve­nes, que se encuen­tra ya bajo míni­mos. En la actua­li­dad, la tasa de paro juve­nil es en Espa­ña del 34,6%. En 2006 la tem­po­ra­li­dad se situa­ba en la CAPV para los trabajadores/​as de 15 a 29 años en el 72,8%; debe aña­dir­se que casi todos los supues­tos con­tra­tos inde­fi­ni­dos se fir­ma­ron en base a la refor­ma de 2006, la cual recor­ta­ba las garan­tías labo­ra­les. Los con­tra­tos de tra­ba­jo tie­nen ade­más cor­tí­si­ma dura­ción, con una media de 47 días; sólo el 5% de los con­tra­tos juve­ni­les exce­de de los seis meses. La remu­ne­ra­ción anual bru­ta de los jóve­nes, de 14.381 euros, no lle­ga­ba en 2006 a los dos ter­cios de la media de la pobla­ción asa­la­ria­da, de 22.842 euros. Es de notar la dife­ren­cia de géne­ro: fren­te a una media mas­cu­li­na de 17.840 euros, la feme­ni­na es de 12.826.
Si la pre­ca­rie­dad supo­ne no sólo la degra­da­ción de las con­di­cio­nes de tra­ba­jo de quie­nes la pade­cen sino tam­bién el dete­rio­ro de sus pro­yec­tos de vida y el estre­cha­mien­to de su liber­tad per­so­nal, los con­tra­tos basu­ra de los/​as jóve­nes ahon­dan sus efec­tos. En el mejor de los casos pro­vo­can la pro­lon­ga­ción arti­fi­cial de la esco­la­ri­dad y de la estan­cia en los cen­tros docen­tes, con el con­si­guien­te aumen­to del gas­to públi­co; y sobre todo, la sus­ti­tu­ción del Esta­do-bien­es­tar por la fami­lia-bien­es­tar, con la impo­si­bi­li­dad de los/​las jóve­nes de eman­ci­par­se del hogar paterno, lo que trae con­si­go, cuan­do es for­za­da, fra­gi­li­za­ción de las rela­cio­nes fami­lia­res, humi­lla­ción y des­cen­so de la auto­es­ti­ma de los/​las jóvenes.
La sali­da pro­pues­ta por la CEOE res­pon­de por otra par­te al mode­lo de desa­rro­llo eco­nó­mi­co más noci­vo y con­tra­pro­du­cen­te para los pue­blos, con­de­na­dos a ser per­de­do­res en la carre­ra pos­for­dis­ta hacia la exce­len­cia pro­duc­ti­va. A gran­des ras­gos, la acu­mu­la­ción capi­ta­lis­ta tie­ne actual­men­te dos opcio­nes. La pri­me­ra se basa en el tra­ba­jo cua­li­fi­ca­do e inno­va­dor apo­ya­do en con­tra­tos esta­bles y una remu­ne­ra­ción alta e igua­li­ta­ria, con una impli­ca­ción obre­ra en el desa­rro­llo pro­duc­ti­vo que no exclu­ye la rei­vin­di­ca­ción y el con­flic­to, con inten­sas rela­cio­nes con las admi­nis­tra­cio­nes en sus dis­tin­tas esca­las, espe­cial­men­te la local, a fin de ase­gu­rar la pro­vi­sión públi­ca de infra­es­truc­tu­ras, sub­ven­cio­nes, docen­cia ins­ti­tu­cio­nal de alta gama y cen­tros de inves­ti­ga­ción tec­no­ló­gi­ca, con for­ma­ción de redes estra­té­gi­cas ten­den­tes a ase­gu­rar la cohe­sión eco­nó­mi­ca del terri­to­rio y pre­ca­ver­se del ries­go de las des­lo­ca­li­za­cio­nes; todo ello con el fin de abas­te­cer el mer­ca­do local y con­quis­tar nichos de exce­len­cia en los mer­ca­dos globales.
La segun­da opción es la gene­ra­li­za­ción del tra­ba­jo basu­ra, des­ca­li­fi­ca­do y tem­po­ral, la dis­cri­mi­na­ción labo­ral de los colec­ti­vos «pro­ble­má­ti­cos» ‑muje­res, jóve­nes, inmi­gran­tes extracomunitarios‑, la exten­sión de una dua­li­za­ción del mer­ca­do de tra­ba­jo cuyo seg­men­to más bajo lin­da con exclu­sión, con cen­tros pro­duc­ti­vos obso­le­tos y caren­tes de todo input de inves­ti­ga­ción, situa­dos en la ter­mi­nal infe­rior de sis­te­mas pro­duc­ti­vos glo­ba­les cuyos cen­tros de dise­ño e inte­li­gen­cia son siem­pre exte­rio­res y cuyos tra­ba­jos repe­ti­ti­vos y ruti­na­rios se dele­gan a los paí­ses depen­dien­tes, con una pro­li­fe­ra­ción del tra­ba­jo basu­ra para­le­la a la exi­gen­cia de sub­ven­cio­nes, exen­cio­nes fis­ca­les y sue­los bara­tos diri­gi­da a los pode­res públi­cos, con deci­sio­nes que des­ar­ti­cu­lan una y otra ves el teji­do labo­ral de estos paí­ses; un mode­lo en el que las rápi­das ganan­cias patro­na­les extraí­das en base al tay­lo­ris­mo san­gui­na­rio son pan para hoy y ham­bre para maña­na, un maña­na cada vez más pró­xi­mo, que­dan­do los paí­ses subor­di­na­dos ama­rra­dos a lo más hon­do de una cri­sis que les es impo­si­ble superar.
Este segun­do mode­lo está implí­ci­to en la pro­pues­ta de la CEOE, cuya bru­ta­li­dad per­si­gue faci­li­tar la diges­tión sin­di­cal de un nue­vo pro­yec­to que apa­re­ce­ría razo­na­ble en com­pa­ra­ción con el suyo, el pro­yec­to del Gobierno Zapa­te­ro. Se tra­ta­ría a gran­des ras­gos de una nue­va moda­li­dad con­trac­tual inser­ta en el pró­xi­mo Plan de Empleo Juve­nil que se apli­ca­ría a los jóve­nes licen­cia­dos, la cual, con el pre­tex­to de ser una rela­ción de apren­di­za­je y no un autén­ti­co con­tra­to labo­ral, reba­ja­ría drás­ti­ca­men­te sala­rios y con­di­cio­nes de tra­ba­jo. La fór­mu­la no supon­dría ade­más nin­gún cos­to para las empre­sas, pues la cuo­ta social, aun­que míni­ma, que­da­ría boni­fi­ca­da en su tota­li­dad por el Estado.
Zapa­te­ro haría mal sin embar­go en olvi­dar que fue la pro­pues­ta de un con­tra­to basu­ra juve­nil simi­lar la que moti­vó el divor­cio PSOE-UGT de los años 1987 – 88, con la tra­ca final de la Huel­ga Gene­ral de 14 diciem­bre de 1988.

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