Se ocul­ta la mayor fosa­co­mun de Ame­ri­ca, mien­tras Colom­bia tra­ta de alterarla

Recien­te­men­te en Colom­bia se des­cu­brió la mayor fosa común de la his­to­ria con­tem­po­rá­nea del con­ti­nen­te ame­ri­cano, horren­do des­cu­bri­mien­to que ha sido casi total­men­te invi­si­bi­li­za­do por los mass-media en Colom­bia y en el mun­do. La fosa común con­tie­ne los res­tos de al menos 2.000 per­so­nas, está en La Maca­re­na, depar­ta­men­to del Meta. Des­de 2005 el Ejér­ci­to, des­ple­ga­do en la zona, ha esta­do ente­rran­do allí miles de per­so­nas, sepul­ta­das sin nombre.

La pobla­ción de la región, aler­ta­da por las fil­tra­cio­nes putre­fac­tas de los cadá­ve­res a las aguas de beber, y gol­pea­da de des­apa­ri­cio­nes, ya había denun­cia­do la exis­ten­cia de la fosa en varias oca­sio­nes duran­te el 2009: había sido en vano… pues la fis­ca­lía no pro­ce­día a inves­ti­gar. Fue gra­cias a la per­se­ve­ran­cia de los fami­lia­res de des­apa­re­ci­dos y a la visi­ta de una dele­ga­ción de sin­di­ca­lis­tas y par­la­men­ta­rios bri­tá­ni­cos que inves­ti­ga­ba la situa­ción de dere­chos huma­nos en Colom­bia, en diciem­bre 2009, que se ha logra­do des­ta­par este horren­do cri­men per­pe­tra­do por los agen­tes mili­ta­res un Esta­do que les garan­ti­za impunidad.

Se tra­ta de la mayor fosa común del con­ti­nen­te. Dos mil cuer­pos en una fosa común, eso es un asun­to gra­ve para el Esta­do Colom­biano, pero sus mass-media, y los mass-media inter­na­cio­na­les, cóm­pli­ces del geno­ci­dio, se han encar­ga­do de pasar­la casi total­men­te bajo silen­cio, cuan­do para encon­trar una atro­ci­dad pare­ci­da hay que remon­tar­se a las fosas nazis… Este silen­cia­mien­to mediá­ti­co está sin duda vin­cu­la­do con los inmen­sos recur­sos natu­ra­les de Colom­bia, y los mega-nego­cios que allí se ges­tan en base a las masacres.

La Comi­sión Astu­ria­na de dere­chos huma­nos, que visi­tó Colom­bia en enero 2010, (menos de un mes des­pués del des­ta­pe de la fosa) ha esta­do pre­gun­tan­do a las auto­ri­da­des sobre el caso… las res­pues­tas han sido preo­cu­pan­tes: en fis­ca­lía, en pro­cu­ra­du­ría, en el minis­te­rio del inte­rior, en la ONU… todos pre­ten­den elu­dir el tema… Y mien­tras tan­to tra­tan de “ope­rar” la fosa para mini­mi­zar­la, pero ya la dele­ga­ción bri­tá­ni­ca la cons­ta­tó, y las mis­mas auto­ri­da­des reco­no­cie­ron al menos 2000 cadá­ve­res. En diciem­bre “el alcal­de, afín al gobierno, lo denun­ció tam­bién jun­to al sepul­tu­re­ro”, pero des­pués, las pre­sio­nes ofi­cia­les tien­den a hacer­les «dis­mi­nuir sus apre­cia­cio­nes sobre el núme­ro de cuer­pos NN…”

El Esta­do colom­biano está tra­tan­do de silen­ciar la fosa, o de mini­mi­zar­la; afor­tu­na­da­men­te, ni bien hecho el des­cu­bri­mien­to, se rea­li­za­ron entre­vis­tas al sepul­tu­re­ro, al mis­mo alcal­de, a la CTI, en pre­sen­cia de la dele­ga­ción inter­na­cio­nal, y hubo inclu­so algu­nos gran­des medios (aun­que pocos) que publi­ca­ron la noti­cia, con sus entre­vis­tas, cómo es el caso del Nue­vo Herald o del Públi­co, que son medios de dere­cha, que en este caso ser­vi­rán de tes­ti­gos incó­mo­dos. Si bien esta noti­cia fue publi­ca­da poco en dichos medios, lo fue. El con­tar con esos tes­ti­mo­nios y publi­ca­cio­nes en dia­rios de la mis­ma dere­cha difi­cul­ta el inten­to del Esta­do de rever­tir la noti­cia. Ya los 2000 cadá­ve­res que­da­ron con­sig­na­dos en docu­men­tos, y es difí­cil anu­lar la reali­dad; sin embar­go ya medios colom­bia­nos como Cara­col han empe­za­do la manio­bra mediá­ti­ca para tra­tar de excul­par al Esta­do o mini­mi­zar la dan­tes­ca can­ti­dad de cadá­ve­res. Segu­ra­men­te apli­ca­rán la estra­te­gia Nazi del mar­ti­lleo para men­tir mini­mi­zan­do la fosa (“una men­ti­ra repe­ti­da mil veces se con­vier­te en ver­dad”), com­bi­na­da con la del ocul­tis­mo mediá­ti­co, y con el inten­to de alte­rar físi­ca­men­te la fosa. Por ello es indis­pen­sa­ble que los pue­blos no per­mi­ta­mos el silen­cia­mien­to del genocidio.

La dele­ga­ción astu­ria­na ha denun­cia­do la osten­si­ble volun­tad de alte­rar la esce­na del cri­men: “nadie está pro­te­gien­do el lugar. Nadie está impi­dien­do que se pue­dan dis­fra­zar las prue­bas. Que un trac­tor pue­da entrar y vol­ver a entre­mez­clar cadá­ve­res anó­ni­mos, a sacar­los y lle­var­los a otro lugar” “soli­ci­ta­mos a las ins­ti­tu­cio­nes res­pon­sa­bles del Gobierno y del Esta­do colom­biano que imple­men­ten las medi­das cau­te­la­res nece­sa­rias para ase­gu­rar las infor­ma­cio­nes ya regis­tra­das en los docu­men­tos ofi­cia­les, que tomen las medi­das cau­te­la­res nece­sa­rias con el fin de ase­gu­rar el perí­me­tro para pre­ve­nir la modi­fi­ca­ción de la esce­na, la exhu­ma­ción ile­gal de los cadá­ve­res y la des­truc­ción del mate­rial pro­ba­to­rio que allí obra(…) fun­da­men­tal la crea­ción de un Cen­tro de Iden­ti­fi­ca­ción Foren­se en La Maca­re­na con el fin de lograr la indi­vi­dua­li­za­ción y ple­na iden­ti­fi­ca­ción de los cadá­ve­res NN allí sepultados.”

La Dele­ga­ción Astu­ria­na trans­mi­tió a las auto­ri­da­des otra denun­cia. Las auto­ri­da­des adu­je­ron des­co­no­ci­mien­to, y ale­ga­ron inca­pa­ci­dad ope­ra­ti­va «hay tan­tas fosas comu­nes en nues­tro país que…» Se tra­ta del muni­ci­pio de Arge­lia en el Cau­ca: “Un «mata­de­ro» de gen­te, don­de las fami­lias no pudie­ron ir a bus­car los cuer­pos de sus des­apa­re­ci­dos, pues los para­mi­li­ta­res no las deja­ron ingre­sar de nue­vo a sus comu­ni­da­des: des­pla­za­ron a los sobre­vi­vien­tes. Las víc­ti­mas sobre­vi­vien­tes rela­ta­ron: “había gen­te ama­rra­da a la que echa­ban perros ham­brien­tos para ir ase­si­nán­do­los poco a poco.”

En Colom­bia, la Estra­te­gia Para­mi­li­tar del Esta­do Colom­biano, com­bi­na­da con el accio­nar de poli­cías y mili­ta­res ha sido el ins­tru­men­to de expan­sión de Lati­fun­dios. El Esta­do colom­biano ha des­apa­re­ci­do a más de 50.000 per­so­nas a tra­vés de sus apa­ra­tos asu­mi­dos (poli­cías, mili­ta­res), y de su apa­ra­to encu­bier­to: su Estra­te­gia Para­mi­li­tar. El Esta­do colom­biano es el ins­tru­men­to de la oli­gar­quía y las mul­ti­na­cio­na­les para su gue­rra cla­sis­ta con­tra la pobla­ción: es el garan­te del saqueo, la Estra­te­gia Para­mi­li­tar se ins­cri­be en esa lógi­ca económica.

La invi­si­bi­li­za­ción de una fosa común de las dimen­sio­nes de la fosa de la Maca­re­na obe­de­ce a que los nego­cios de mul­ti­na­cio­na­les y oli­gar­quías se basan en ese horror, y a que esta fosa es pro­duc­to de ase­si­na­tos direc­ta­men­te per­pe­tra­dos por el ejér­ci­to nacio­nal de Colom­bia, lo cual prue­ba aún más el carác­ter geno­ci­da del Esta­do colom­biano en su con­jun­to (más allá de su pre­si­den­te Uri­be, cuyos nego­cios y víncu­los con el nar­co­trá­fi­co y el para­mi­li­ta­ris­mo están más que com­pro­ba­dos. La com­pli­ci­dad de los Mass-media es cri­mi­nal, tan­to a nivel nacio­nal, como inter­na­cio­nal. Los pue­blos debe­mos rom­per el silen­cio con el que se pre­ten­de ocul­tar el geno­ci­dio. Urge soli­da­ri­dad inter­na­cio­nal: Colom­bia es, sin duda, uno de los luga­res del pla­ne­ta en el que el horror del capi­ta­lis­mo se plas­ma de la for­ma más evi­den­te, en su paro­xis­mo más absoluto.

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