La juez requie­re a «Deia» que apor­te la car­ta que atri­bu­yó a Arnal­do Ote­gi por Iña­ki Iriondo

El Juz­ga­do de Ins­truc­ción núme­ro 3 de Bil­bo ha reque­ri­do al dia­rio «Deia» que apor­te la car­ta que según infor­mó en su edi­ción del 22 de diciem­bre Arnal­do Ote­gi había remi­ti­do a un pre­so de Zue­ra y de la que lle­gó a entre­sa­car expre­sio­nes tex­tua­les. El diri­gen­te inde­pen­den­tis­ta negó a su abo­ga­da haber escri­to las cosas que le atri­bu­ye­ron ése y otros perió­di­cos del Gru­po Noti­cias, por lo que ésta pre­sen­tó la corres­pon­dien­te denun­cia, que ha sido admi­ti­da a trámite.

La magis­tra­da juez Yolan­da Pare­des ha acep­ta­do la denun­cia pre­sen­ta­da por la abo­ga­da Jone Goi­ri­ze­laia a raíz de la publi­ca­ción en «Deia» y otros dia­rios del Gru­po Noti­cias de una infor­ma­ción en la que se atri­bu­yen a Arnal­do Ote­gi diver­sas apre­cia­cio­nes sobre el pro­ce­so de deba­te que se vive en la izquier­da aber­tza­le y sobre el Colec­ti­vo de Pre­sos Polí­ti­cos Vas­cos. Según estos perió­di­cos, dichas expre­sio­nes ‑algu­nas entre­co­mi­lla­das- figu­ra­ban en una car­ta que Ote­gi había remi­ti­do des­de Soto del Real (Madrid) a otro pre­so de la cár­cel de Zue­ra (Zara­go­za). En una con­ver­sa­ción con su abo­ga­da, el diri­gen­te inde­pen­den­tis­ta negó haber escri­to esas afir­ma­cio­nes en nin­gún tipo de correspondencia.

Jone Goi­ri­ze­laia pre­sen­tó enton­ces una denun­cia por «un posi­ble deli­to de reve­la­ción del secre­to de las comu­ni­ca­cio­nes y/​o vul­ne­ra­ción de la inti­mi­dad», con el fin de escla­re­cer lo ocu­rri­do. El Juz­ga­do de Ins­truc­ción núme­ro 3 de Bil­bo ha abier­to por ello una cau­sa por el pro­ce­di­mien­to abre­via­do y ha orde­na­do la prác­ti­ca de cua­tro diligencias.

La pri­me­ra de ellas es «que se requie­ra al perió­di­co “Deia” a fin de que apor­te la car­ta sobre la que reali­zó la infor­ma­ción publi­ca­da en dicho diario».

Ade­más, la juez soli­ci­ta que se tome decla­ra­ción a Arnal­do Ote­gi «en cali­dad de perjudicado».

Tam­bién man­dó enviar sen­dos ofi­cios al Juz­ga­do Cen­tral de Ins­truc­ción núme­ro 5 de la Audien­cia Nacio­nal y al Juz­ga­do Cen­tral de Vigi­lan­cia Peni­ten­cia­ria para que cer­ti­fi­quen si Ote­gi «tenía inter­ve­ni­das las comu­ni­ca­cio­nes escri­tas por orden del juz­ga­do, y si así era, si el juz­ga­do auto­ri­zó su publi­ca­ción en los medios de comu­ni­ca­ción o su difu­sión pública».

Escla­re­cer los hechos

Tras las dili­gen­cias seña­la­das, la juez deci­di­rá si para escla­re­cer los hechos pide al perió­di­co denun­cia­do que iden­ti­fi­que al autor de la infor­ma­ción refe­ri­da o, en caso de no hacer­lo, si cita como impu­tado a su direc­tor, Iñi­go Camino.

Tam­bién podrían reque­rir­se los datos de los fun­cio­na­rios que rea­li­za­ron la inter­ven­ción de las comu­ni­ca­cio­nes, para que decla­ren como imputados.

El dia­rio «Deia» abrió su edi­ción del pasa­do 22 de diciem­bre anun­cian­do que «Ote­gi cri­ti­ca en una car­ta des­de la cár­cel a quie­nes se resis­ten a dejar la vio­len­cia», a lo que aña­día que «el refe­ren­te del ala posi­bi­lis­ta seña­la en la misi­va a un pre­so de Zue­ra que quien no está con Altsa­su no está en sus cables o “tra­ba­ja para el enemi­go”». Ade­más, en la infor­ma­ción que publi­ca­ron en pri­mi­cia «Deia» y el res­to de dia­rios del Gru­po Noti­cias, se reco­gían como escri­tas por el diri­gen­te inde­pen­den­tis­ta otra serie de alu­sio­nes al Colec­ti­vo de Presos.

A la siguien­te sema­na, Arnal­do Ote­gi pudo comu­ni­car tele­fó­ni­ca­men­te con su abo­ga­da y le negó que él hubie­ra escri­to lo que le atri­bu­ye­ron estos perió­di­cos. Según expli­có Jone Goi­ri­ze­laia, le comen­tó que «ha escri­to varias car­tas des­de la cár­cel, pero nin­gu­na de ellas con ese contenido».

Según la noti­cia, Ote­gi había remi­ti­do su car­ta a Zue­ra des­de la pri­sión de Soto del Real. Sin embar­go, en esa cár­cel ape­nas estu­vo pre­so unos días tras la deten­ción. Cuan­do se pro­du­jo la decla­ra­ción de Altsa­su, a la que según «Deia» hacía refe­ren­cia el escri­to, esta­ba en Estremera.

Decla­ra­ción

El Juz­ga­do de Ins­truc­ción núme­ro 3 de Bil­bo, que ha acep­ta­do a trá­mi­te la denun­cia pre­sen­ta­da, orde­na entre las dili­gen­cias a prac­ti­car que se tome decla­ra­ción a Arnal­do Ote­gi «en cali­dad de perjudicado».

auto­ri­za­ción

Pide a la Audien­cia Nacio­nal que acla­re si «tenía inter­ve­ni­das las comu­ni­ca­cio­nes escri­tas por orden del juz­ga­do, y si así era, si el juz­ga­do auto­ri­zó su publi­ca­ción en los medios de comu­ni­ca­ción o su difu­sión pública».

El dia­rio jel­tza­le se reafir­mó en el con­te­ni­do de su noticia

Al cono­cer la pre­sen­ta­ción de la denun­cia, «Deia» ‑como el res­to de perió­di­cos del Gru­po Noti­cias- anun­ció que «se rati­fi­ca en la infor­ma­ción publi­ca­da y en la vero­si­mi­li­tud del con­te­ni­do de la car­ta, así como en la cre­di­bi­li­dad de la fuen­te que tuvo acce­so a ella, que es aje­na al Minis­te­rio del Interior».

A con­ti­nua­ción, deja­ban ver que, en reali­dad, no tenían la men­cio­na­da car­ta, sino que se tra­ta­ba de «una misi­va a cuyo con­te­ni­do par­cial tuvie­ron acce­so los dia­rios del Gru­po Noticias».

Tan­to en esa oca­sión como en otras pos­te­rio­res tras la pre­sen­ta­ción de la denun­cia, los dia­rios insis­tie­ron en que la infor­ma­ción les había lle­ga­do «de fuen­tes fide­dig­nas aje­nas por com­ple­to al Minis­te­rio del Inte­rior». Tra­ta­ban de res­pon­der así a la acu­sa­ción de Arnal­do Ote­gi de que algún tipo de rela­ción tenía que haber habi­do entre el minis­te­rio y el Gru­po Noti­cias o los par­ti­dos cer­ca­nos a ese con­glo­me­ra­do editorial.

Aun­que es lógi­co que nin­gún medio des­cu­bra sus fuen­tes, e inclu­so que las ocul­te, en su pri­me­ra infor­ma­ción del 22 de diciem­bre, lla­mó expre­sa­men­te la aten­ción sobre el hecho de que Ote­gi hubie­ra envia­do la car­ta que le atri­buían «por el con­duc­to ofi­cial del cen­tro peni­ten­cia­rio». A su pare­cer, eso «deno­ta que el remi­ten­te asu­me que la direc­ción del cen­tro o Ins­ti­tu­cio­nes Peni­ten­cia­rias van a acce­der al con­te­ni­do de la mis­ma y, por tan­to, corre fun­da­dos ries­gos de poder ser airea­do y publi­ci­ta­do». Para abun­dar en ello, los dia­rios del Gru­po Noti­cias aña­dían que «ade­más, la car­ta está escri­ta en cas­te­llano, lo que refuer­za esta hipótesis».

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