Diez años de Izquier­da Castellana

Comen­za­ba el siglo XXI y no era difí­cil per­ci­bir los gran­des cam­bios que esta­ban ocu­rrien­do en el mundo.

La URSS y en gene­ral los lla­ma­dos regí­me­nes del »Socia­lis­mo Real» en Euro­pa habían ido cayen­do, apa­ren­te­men­te como un cas­ti­llo de nai­pes, pare­cía, y así nos lo ven­dían, que ya nada se podía opo­ner a un mun­do uni­po­lar con el neo­li­be­ra­lis­mo, el neo­im­pe­ria­lis­mo y el pen­sa­mien­to úni­co como buques insig­nia , abso­lu­ta­men­te triunfantes.

Pero las cosas eran ya en aquel enton­ces mucho mas com­ple­jas, y como es his­tó­ri­ca­men­te cons­ta­ta­ble, la »inte­li­gen­cia» del capi­ta­lis­mo con­fun­de fre­cuen­te­men­te tam­bién sus deseos con la realidad.

Si bien era cier­to que la URSS y los regí­me­nes del socia­lis­mo real en Euro­pa no pudie­ron sopor­tar la ofen­si­va del neo­li­be­ra­lis­mo, no es menos cier­to que en Amé­ri­ca Lati­na esta­ba ya en mar­cha una bata­lla con­tra ese mode­lo capi­ta­lis­ta con cla­ras con­no­ta­cio­nes huma­ni­ci­das impues­to por el impe­ria­lis­mo a nivel inter­na­cio­nal, bata­lla en la que Cuba, ele­men­to de cone­xión esen­cial entre la lucha por el socia­lis­mo en el siglo XX y en el siglo XXI, juga­ba y jue­ga un papel fundamental.

El Foro de Sao Pau­lo fue tam­bién un ins­tru­men­to de gran impor­tan­cia en el final del siglo XX y en el ini­cia del siglo XXI como mar­co de agru­pa­ción de fuer­zas pro­gre­sis­tas y anti­im­pe­ria­lis­tas no sólo en Amé­ri­ca Lati­na sino a nivel global.

Si el neo­li­be­ra­lis­mo, había comen­za­do su bru­tal anda­du­ra a san­gre y fue­go en Amé­ri­ca Lati­na, a tra­vés del gol­pe de esta­do en Chi­le con­tra el Gobierno legí­ti­mo de la Uni­dad Popu­lar el 11 de sep­tiem­bre de 1973, tam­bién fue allí don­de esa varian­te del capi­ta­lis­mo más huma­ni­ci­da comen­zó a reci­bir las más sona­das derro­tas socia­les y políticas.

En el ini­cio del siglo XXI tam­bién era evi­den­te que Chi­na con su mode­lo político­ económico­social, espe­cí­fi­co y dife­ren­cia­do del neo­li­be­ra­lis­mo – neo­im­pe­ria­lis­mo, iba camino de con­ver­tir­se en una refe­ren­cia mun­dial, impo­si­ble de igno­rar, en todos los ámbi­tos. Curio­sa­men­te la caí­da de la URSS per­mi­tió a ese país dar un gran sal­to ade­lan­te en el terreno cien­tí­fi­co – téc­ni­co, al emi­grar hacia allí dece­nas de miles de pro­fe­sio­na­les alta­men­te cua­li­fi­ca­dos que se vie­ron abo­ca­dos el paro o a la inac­ti­vi­dad tras la caí­da del socia­lis­mo real en aque­llos territorios.

Hoy al ini­cio de la segun­da déca­da del siglo XXI, el pen­sa­mien­to úni­co es pura pesa­di­lla. El neo­li­be­ra­lis­mo – neo­im­pe­ria­lis­mo ha sufri­do impor­tan­tes derro­tas y ha teni­do que ves­tir­se de de colo­res para poder orga­ni­zar una con­tra­ofen­si­va. Actual­men­te ya nadie pone en duda que el mun­do no sólo no es ya uni­po­lar, sino que es cla­ra­men­te mul­ti­po­lar. Está tam­bién cada día más cla­ro que en este mun­do mul­ti­po­lar en el que vivi­mos cada vez con mayor ries­go para la super­vi­ven­cia del géne­ro humano, la alter­na­ti­va entre socia­lis­mo enten­di­da en su sen­ti­do más amplio y bar­ba­rie, en el sen­ti­do de auto­des­truc­ción, tam­bién en su acep­ción más amplio es cada vez más evidente.

En la cons­ti­tu­ción de la IzCa con­flu­ye­ron diver­sos colec­ti­vos del cas­te­lla­nis­mo polí­ti­ca­men­te orga­ni­za­dos entre ellos esta la UPC, de cuya fun­da­ción se cum­pli­rán 25 años en el pró­xi­mo verano, en el docu­men­to apro­ba­do en la últi­ma asam­blea de esta orga­ni­za­ción pre­via a la asam­blea cons­ti­tu­yen­te de IzCa, se hacía una refle­xión sobre la cri­sis civi­li­za­to­ria que ocu­rría en aque­llos momen­tos y sobre la vigen­cia de la nece­si­dad del socia­lis­mo en un sen­ti­do amplio.

La IzCa, se cons­ti­tu­ye como decía­mos el 2 de enero del año 2000, des­pués de un dila­ta­do perio­do de refle­xión, deba­tes y lucha, con un obje­ti­vo fun­da­men­tal dotar a las cla­ses tra­ba­ja­do­ras cas­te­lla­nas de un ins­tru­men­to polí­ti­co capaz de arti­cu­lar las res­pues­tas obje­ti­va­men­te nece­sa­rias, pri­me­ro para resis­tir a la impo­si­ción del mode­lo neoliberal­neoimperial en Cas­ti­lla; y segun­do arti­cu­lar las fuer­zas sufi­cien­tes para la con­se­cu­ción de una Cas­ti­lla anti­fas­cis­ta y soli­da­ria, es decir de una Cas­ti­lla Comu­ne­ra. Des­de dos años antes de la cons­ti­tu­ción for­mal de IzCa, 1998, las gen­tes que íba­mos a dar sus­ten­to humano y mili­tan­te a ese pro­yec­to, ini­cia­mos una cam­pa­ña con­tra el man­te­ni­mien­to de la sim­bo­lo­gía y nomen­cla­tu­ra fran­quis­ta en nues­tras calles y pla­zas, enmar­ca­da en una acti­vi­dad glo­bal ten­den­te a refor­zar el movi­mien­to y la con­cien­cia anti­fas­cis­ta en Castilla.

Debe­mos de recor­dar que esta­mos hablan­do de la épo­ca de los gobier­nos de Aznar, que muy espe­cial­men­te a par­tir del año 1998 lle­va­ron ade­lan­te una ofen­si­va en toda regla y sin com­ple­jos del fas­cis­mo espa­ñol puro y duro como ade­re­zo de la impo­si­ción del pro­yec­to neoliberal­neoimperial en el Esta­do Español.

Que ese pro­ce­so ocu­rrie­ra sin resis­ten­cia social y polí­ti­ca algu­na en Cas­ti­lla, era de vital impor­tan­cia para el blo­que domi­nan­te español.

Las gen­tes que está­ba­mos impli­ca­das en la cons­truc­ción de IzCa, por supues­to acom­pa­ña­das de otros mili­tan­tes anti­fas­cis­tas y anti­ca­pi­ta­lis­tas, fui­mos capa­ces de rom­per esa una­ni­mi­dad espa­ño­lis­ta en nues­tra tie­rra. Y las movi­li­za­cio­nes anti­fas­cis­tas en las ciu­da­des cas­te­lla­nas, con Madrid a la cabe­za así como las acti­vi­da­des para la reti­ra­da de la nomen­cla­tu­ra y sim­bo­lo­gía fran­quis­ta de nues­tras calles y pla­zas con la reti­ra­da mis­ma a gol­pe de mazo de éstas, fue una refe­ren­cia impor­tan­te en aque­llos años duros, ¿cuá­les no lo son?, para la lucha por la libertad.

Por supues­to esa lucha tuvo un cos­te repre­si­vo, deten­cio­nes, jui­cios, mul­tas,…, pero no hay lucha real que no ten­ga su cos­te en represión.

Los otros ejes cla­ves del tra­ba­jo de IzCa en estos años ini­cia­les fue­ron el avan­ce en la con­cien­cia comu­ne­ra de nues­tro pue­blo, la dina­mi­za­ción de diver­sas luchas socia­les y la soli­da­ri­dad internacionalista.

Den­tro de las luchas socia­les que­re­mos des­ta­car la lucha con­tra la vio­len­cia de gene­ro y la lucha con­tra la eco­no­mía cri­mi­nal, la corrup­ción y la especulación.

Hoy pare­ce que esos obje­ti­vos seña­la­dos son ban­de­ras for­mal­men­te asu­mi­das por tod@s, pero hace diez o doce años, casi nadie se atre­vía a hablar seria­men­te de esas cues­tio­nes y mucho menos a luchar seria­men­te con­tra ellas. Dicho con toda humil­dad, pero tam­bién con toda la res­pon­sa­bi­li­dad, las per­so­nas que dimos y damos cuer­po a IzCa, fui­mos van­guar­dia polí­ti­ca en esas luchas, ahí están las heme­ro­te­cas para com­pro­bar­lo por si alguien tie­ne dudas.

La IzCa, no exis­te ni nació, para ser unas siglas más o para lle­nar un vacío melan­có­li­co o nar­ci­sis­ta. La IzCa nació para ser un ins­tru­men­to útil al movi­mien­to popu­lar cas­te­llano, para ser un »arma polí­ti­ca» al ser­vi­cio de los intere­ses obje­ti­vos del Pue­blo Tra­ba­ja­dor Cas­te­llano. Si dejá­ra­mos de ser eso, nues­tra super­vi­ven­cia no ten­dría nin­gún sen­ti­do. Des­de lue­go la con­cep­ción de l@s que tra­ba­ja­mos en el pro­yec­to de IzCa está total­men­te con­fron­ta­da con aque­llos que con­ci­ben la orga­ni­za­ción revo­lu­cio­na­ria con un fin en sí mis­mo. Para nosotr@s esta solo tie­ne sen­ti­do en la medi­da en que esté al ser­vi­cio y sea útil al movi­mien­to popu­lar, a nues­tras cla­ses trabajadoras.

Estos diez años de anda­du­ra, y sin entrar en un balan­ce por­me­no­ri­za­do, cree­mos que con todas las difi­cul­ta­des y limi­ta­cio­nes así ha sido.

Cree­mos que el Esta­do tam­bién tie­ne esa per­cep­ción sobre IzCa y no es casua­li­dad que haya­mos sido la orga­ni­za­ción polí­ti­ca mas cri­mi­na­li­za­da y repre­sa­lia­da en Cas­ti­lla en esta déca­da, aun­que por supues­to haya habi­do repre­sión para otros muchos movi­mien­tos socia­les y polí­ti­cos, espe­cial­men­te el movi­mien­to anti­fas­cis­ta al que expre­sa­mos nues­tra ple­na solidaridad.

Des­de las fies­tas popu­la­res, pasan­do por los Villa­la­res, la lucha con­tra la eco­no­mía cri­mi­nal, con­tra la vio­len­cia de gene­ro, la lucha anti­fas­cis­ta, la iden­ti­dad comu­ne­ra de nues­tro pue­blo, los dere­chos de los jóve­nes… en todo ello la IzCa ha teni­do un papel sin­gu­lar en estos diez años de existencia.

Hemos entra­do de lleno en la ulti­ma fase de un impor­tan­te ciclo his­tó­ri­co, carac­te­ri­za­do en el Esta­do Espa­ñol por la con­fluen­cia de una tri­ple cri­sis: la eco­nó­mi­ca, con unas impor­tan­tí­si­mas reper­cu­sio­nes socia­les que serán cada vez mas dra­má­ti­cas; la polí­ti­ca, el régi­men sali­do de la tran­si­ción está ago­ta­do estra­té­gi­ca­men­te hablan­do y solo le que­da prác­ti­ca­men­te la repre­sión como vía para su repro­duc­ción, lo cual no quie­re decir que no pue­da durar mucho tiem­po; y la ins­ti­tu­cio­nal, en rela­ción en bue­na medi­da con las dos pri­me­ras y que afec­ta muy espe­cial­men­te en estos momen­tos a la rela­ción de las ins­ti­tu­cio­nes cata­la­nas con el con­jun­to ins­ti­tu­cio­nal estatalespañol.

Esta tri­ple cri­sis no tie­ne sali­da en una pre­ten­di­da con­ti­nui­dad, los cam­bios son inevi­ta­bles, pero estos como siem­pre pue­den ser en dos direc­cio­nes, una mayor invo­lu­ción o fas­ci­ti­za­ción o un autén­ti­co cam­bio demo­crá­ti­co y por la jus­ti­cia social.

Sal­van­do todas las dis­tan­cias esta­mos en una situa­ción con cier­tas simi­li­tu­des a la de los años vein­te del pasa­do siglo, simi­lar a la que acon­te­ció con el régi­men monár­qui­co sali­do de la pri­me­ra res­tau­ra­ción bor­bó­ni­ca en los años vein­te. Actual­men­te la segun­da res­tau­ra­ción bor­bó­ni­ca pode­mos afir­mar que estra­té­gi­ca­men­te está aca­ba­da. En nues­tras manos, está que las cosas vayan en una direc­ción u otra.

La IzCa pon­drá todo lo que este a su alcan­ce, apor­ta­rá todo lo posi­ble, para con­se­guir una autén­ti­ca rup­tu­ra demo­crá­ti­ca y por la jus­ti­cia social en Cas­ti­lla y en el Esta­do Español.

Pero es evi­den­te que sol@s no pode­mos con­se­guir­lo, nece­si­ta­mos con­fluir, con­ver­ger con todas aque­llas fuer­zas de las diver­sas nacio­nes bajo juris­dic­ción espa­ño­la e inclu­so con aque­llas fuer­zas de ámbi­to esta­tal que estén en simi­lar honda.

Ese es hoy el gran reto para el movi­mien­to popu­lar los pró­xi­mos años serán defi­ni­ti­vos para que las cosas mar­chen por uno u otro camino. Reite­ra­mos depen­de de nosotr@s que en la pró­xi­ma déca­da poda­mos asis­tir al alum­bra­mien­to de una Cas­ti­lla Comu­ne­ra o por el con­tra­rio a una nue­va vuel­ta de tuer­ca del espa­ño­lis­mo profascita.

A par­tir del año 2019 se cele­bra­rá el 500 ani­ver­sa­rio de la orga­ni­za­ción del movi­mien­to comu­ne­ro, es decir de la capa­ci­dad real y prác­ti­ca del Pue­blo Cas­te­llano para orga­ni­zar­se así mis­mo y en resis­ten­cia fron­tal con­tra el pri­mer pro­yec­to impe­rial capitalista­global, en lo que Marx carac­te­ri­zó como la »Pri­me­ra revo­lu­ción seria» en Euro­pa, y aun­que final­men­te el poder comu­ne­ro fue derro­ta­do en Villa­lar en 1521 y en Tole­do 1522,y, con ello fue tam­bién derro­ta­da momen­tá­nea­men­te Cas­ti­lla como pro­yec­to polí­ti­co, social y eco­nó­mi­co, en esta pró­xi­ma déca­da en la que hemos entra­do que cul­mi­na­rá como decía­mos con el qui­nien­tos ani­ver­sa­rio de la revo­lu­ción comu­ne­ra hemos de crear las con­di­cio­nes para que aque­llos obje­ti­vos que la lucha de nues­tro pue­blo no con­si­guió hace qui­nien­tos años, pero que han per­ma­ne­ci­do pre­sen­tes en las dife­ren­tes luchas desa­rro­lla­das a lo lar­go de todo este tiem­po muy espe­cial­men­te en los siglos XVIII, XIX y XX sean con­se­gui­dos definitivamente.

Que «La san­gre de los Padi­lla, Bra­vo y Mal­do­na­do que corren por nues­tras venas y el ardi­mien­to de que guar­dan memo­ria estos pue­blos de las comu­ni­da­des, garan­ti­zan el éxi­to de nues­tras aspi­ra­cio­nes y deseos.» tal como se decía en el tex­to del Pac­to Fede­ral Cas­te­llano fir­ma­do en Valla­do­lid el quin­ce de junio de 1965 por las die­ci­sie­te pro­vin­cias cas­te­lla­nas y que dina­mi­zó la caí­da de la monar­quía y la pro­cla­ma­ción de la I Repú­bli­ca. La IzCa va a lle­var ade­lan­te una ofen­si­va polí­ti­ca a par­tir de enero de 2010 con muy diver­sas acti­vi­da­des que ten­drán como ejes prin­ci­pa­les la lucha por la sobe­ra­nía y la jus­ti­cia social en nues­tro Pue­blo. Espe­ra­mos que sea el ini­cio de ese movi­mien­to popu­lar ascen­den­te que a lo lar­go de ésta déca­da nos con­duz­ca a la cons­truc­ción de una Cas­ti­lla Libre y Comunera.

Izquier­da Castellana
Cas­ti­lla a 11 de enero de 2010

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