«Todas nuestras ilusiones las ha echado por tierra la gestión de Rosa Díez». Un ex militante de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), resume el sentir de un centenar de afiliados del partido, entre los que se encuentran al menos cuatro de sus fundadores, que ayer hicieron oficial su abandono de la formación liderada por Rosa Díez.
Desde el pasado verano, un sector de UPyD ha acusado a su única cabeza visible de manejar los hilos del partido «a capricho» y de no respetar los principios fundacionales de la organización. «Formamos UPyD con la esperanza de que fuera un partido diferente, pero Rosa Díez lo ha convertido en uno más a su antojo», confiesa otro ex afiliado. «Estamos cansados con el autoritarismo con el que Díez ha gestionado la dirección de UPyD», añade.
Al parecer, «la gota que colmó el vaso» fue el I Congreso que la organización celebró el pasado mes de noviembre. La lista del Consejo de Dirección liderada por Díez obtuvo entonces el 78% de los apoyos de los militantes. Pero la votación, que rozó una abstención del 40%, dejó de manifiesto la existencia de un importante sector crítico liderado por el madrileño Valia Merino, que criticó la «falta de democracia interna» de UPyD, auspiciada por la gestión de Díez.
«Un modelo de gestión de corte totalitario»
Ahora, unos cien militantes entre ellos los fundadores Gerardo Hernández Les, Rodolfo Laiz, Ramón Ibarrola y Juan Espino, dejan el partido, después de que el cónclave demostrara que «UPyD tiene un modelo de gestión interna de corte totalitario, sin controles efectivos, ni separación de poderes, ni sistema de incompatibilidades, totalmente opuesto a los estatutos fundacionales».
Los ya ex afiliados critican, asimismo, la deriva ideológica del equipo de Rosa Díez. «Hasta el congreso constituyente éramos trasversales pero ahora somos de izquierdas, antes eramos españoles, de una única nación, España, y ahora somos federalistas; antes estábamos a favor de las listas abiertas, y ahora se practican las listas cerradas y bloqueadas para elegir al ejecutivo y a la portavoz», denuncian.
No obstante, este grupo no se cierra en banda a la posible creación de un nuevo partido que «renueve el objetivo de regeneración democrática que marcaba el rumbo perdido por UPyD». Todo apunta a que en breve veremos otro grupo político de extrema derecha lerrouxista en el panorama político, esta crisis se suma a la que ya afecta a Ciudadans en Catalunya. El caciquismo en las filas españolistas es el fiel reflejo de la España que defienden.