Gue­rra, paz y el Nobel de Oba­ma por Noam Chomsky

Las espe­ran­zas y pers­pec­ti­vas para la paz no esta­ban bien fun­da­das ni de lejos. La tarea con­sis­te en afi­nar­las. Pre­su­mi­ble­men­te fue­ra ése el inten­to de la comi­sión del Pre­mio Nobel de la Paz al ele­gir al pre­si­den­te Barack Oba­ma. El pre­mio “pare­cía una suer­te de ple­ga­ria e impul­so de la comi­sión del Nobel a un lide­raz­go esta­dou­ni­den­se más con­sen­sua­do”, tal y como escri­bie­ron Ste­ven Erlan­ger y Cerril Gay Stol­berg en The New York Times. La natu­ra­le­za de la tran­si­ción Bush-Oba­ma radi­ca direc­ta­men­te en la pro­ba­bi­li­dad de que las ple­ga­rias y los áni­mos pue­dan impli­car algún progreso.

Las preo­cu­pa­cio­nes de la comi­sión del Nobel eran váli­das. Esco­gían la retó­ri­ca de Oba­ma en pun­to a la reduc­ción del arma­men­to nuclear. Pre­ci­sa­men­te aho­ra las pre­ten­sio­nes nuclea­res de Irán domi­nan los titu­la­res. Las adver­ten­cias son que Irán pue­de estar ocul­tan­do algo a la Agen­cia Inter­na­cio­nal de la Ener­gía Ató­mi­ca (IAEA) y vio­lan­do la Reso­lu­ción 1887 del Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU, apro­ba­da el mes pasa­do y jalea­da como una vic­to­ria de los esfuer­zos de Oba­ma por con­te­ner a Irán. Sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te, el deba­te sigue sobre si la recien­te deci­sión de Oba­ma de recon­fi­gu­rar los sis­te­mas de defen­sa de misi­les en Euro­pa es una capi­tu­la­ción ante los rusos o un prag­má­ti­co paso ade­lan­te en la defen­sa de Occi­den­te ante un ata­que nuclear iraní.

El silen­cio es a menu­do más elo­cuen­te que el más atro­na­dor de los cla­mo­res, de modo que aten­da­mos a aque­llo que per­ma­ne­ce implícito.

En pleno furor sobre la doblez ira­ní, la IAEA apro­bó una reso­lu­ción en que exhor­ta­ba a Israel a sus­cri­bir el Tra­ta­do de no pro­li­fe­ra­ción nuclear (NPT) y abrir sus ins­ta­la­cio­nes nuclea­res a su ins­pec­ción. Los Esta­dos Uni­dos y Euro­pa inten­ta­ron blo­quear la reso­lu­ción, pero ésta salió ade­lan­te de todos modos. Los medios de comu­ni­ca­ción obvia­ron en la prác­ti­ca el acon­te­ci­mien­to. Los Esta­dos Uni­dos ase­gu­ra­ron a Israel su apo­yo al recha­zo de la reso­lu­ción, reite­ran­do un acuer­do secre­to que ha per­mi­ti­do a Israel man­te­ner su arse­nal nuclear a res­guar­do de las ins­pec­cio­nes inter­na­cio­na­les, según fun­cio­na­rios habi­tua­dos a esos arre­glos. De nue­vo los medios de comu­ni­ca­ción per­ma­ne­cie­ron en silencio.

Los fun­cio­na­rios indios salu­da­ron la Reso­lu­ción 1887 de la ONU con el anun­cio de que la India “pue­de cons­truir aho­ra armas nuclea­res del mis­mo poder des­truc­ti­vo que los arse­na­les con mayor poder nuclear del mun­do”, según infor­mó Finan­cial Times. Tan­to la India como Pakis­tán están aumen­tan­do sus pro­gra­mas de arma­men­to nuclear. Han esta­do por dos veces cer­ca de la gue­rra nuclear, y los pro­ble­mas que a pun­to han esta­do de encen­der la catás­tro­fe per­ma­ne­cen vivos en gran medida.

Oba­ma salu­dó la Reso­lu­ción 1887 de modo dis­tin­to. El día antes de que se le con­ce­die­ra el pre­mio Nobel por su com­pro­mi­so con el estí­mu­lo de la paz, el Pen­tá­gono anun­cia­ba que esta­ba ace­le­ran­do la dis­tri­bu­ción de las más leta­les armas no nuclea­res en su arse­nal: 13 tone­la­das de bom­bas para bom­bar­de­ros sigi­lo­sos B‑2 y B‑52, dise­ña­das para des­truir bún­ke­res ocul­tos en pro­fun­di­da­des y pro­te­gi­dos por 10.000 libras de hor­mi­gón. No es nin­gún secre­to que esos caza­do­res de bún­ke­res podrían emplear­se con­tra Irán. Los pla­nes por tales “des­truc­to­res de arti­lle­ría masi­va” empe­za­ron en los años de Bush, pero lan­gui­de­cie­ron has­ta que Oba­ma hizo un lla­ma­mien­to a desa­rro­llar­los más rápi­da­men­te cuan­do lle­gó al poder.

Uná­ni­me­men­te apro­ba­da, la Reso­lu­ción 1887 exhor­ta a poner fin a las ame­na­zas de fuer­za y a la fir­ma por todos los paí­ses del NPT, como hicie­ra Irán hace años. Quie­nes no lo han fir­ma­do son la India, Israel y Pakis­tán y todos ellos han desa­rro­lla­do armas nuclea­res con la ayu­da de los EEUU, vio­lan­do el NPT. A dife­ren­cia de los Esta­dos Uni­dos, Israel y la India (que ocu­pa bru­tal­men­te Cache­mi­ra), Irán no ha inva­di­do a nin­gún otro país des­de hace cen­te­na­res de años. La ame­na­za de Irán es minús­cu­la. Si tuvie­ra armas nuclea­res y sis­te­mas de trans­por­te para uti­li­zar­los, el país sería desin­te­gra­do. El ana­lis­ta estra­té­gi­co Leo­nard Weiss apun­ta que creer que Irán vaya a uti­li­zar arma­men­to nuclear para ata­car a Israel o a cual­quier otro “es tan­to como asu­mir que los líde­res ira­níes están locos” y que están desean­do ser redu­ci­dos a “pol­vo radio­ac­ti­vo”, y aña­de que los sub­ma­ri­nos por­ta­mi­si­les de Israel son “prác­ti­ca­men­te impermea­bles a los ata­ques mili­ta­res pre­ven­ti­vos”, por no hablar del inmen­so arse­nal estadounidense.

En sus manio­bras nava­les de julio, Israel envió sus sub­ma­ri­nos Dolphin, capa­ces de trans­por­tar misi­les nuclea­res al mar rojo a tra­vés del Canal de Suez, a veces acom­pa­ña­dos de buques de gue­rra, a una posi­ción des­de don­de podrían ata­car a Irán, ya que tie­nen el “dere­cho de sobe­ra­nía” para hacer­lo, según el vice­pre­si­den­te de los EEUU, Joe Biden.

No es la pri­me­ra vez que se cubre con un velo de silen­cio lo que apa­re­ce­ría en titu­la­res de por­ta­da en socie­da­des que valo­ra­ran su liber­tad y se preo­cu­pa­ran por el des­tino del mun­do. El régi­men ira­ní es duro y repre­si­vo y per­so­na huma­na algu­na quie­re que Irán o cual­quier otro dis­pon­ga de arma­men­to nuclear. Pero un míni­mo de hones­ti­dad no haría daño al tra­tar estos pro­ble­mas. Al Pre­mio Nobel de la Paz, huel­ga decir­lo, no le intere­sa sólo la reduc­ción de la ame­na­za de una gue­rra nuclear ter­mi­nal, sino más bien la gue­rra en gene­ral y la pre­pa­ra­ción para ésta. En lo tocan­te a esto, la selec­ción de Oba­ma pro­du­ce sor­pre­sa, no menor en Irán, rodea­do de ejér­ci­tos de ocu­pa­ción estadounidenses.

En las fron­te­ras de Afga­nis­tán y Pakis­tán, Oba­ma ha inten­si­fi­ca­do la gue­rra de Bush y es pro­ba­ble que pro­si­ga ese camino, qui­zás con dure­za. Oba­ma ha deja­do cla­ro que los Esta­dos Uni­dos pro­yec­tan a lar­go pla­zo un des­plie­gue mayor en la región. Lo indi­ca sufi­cien­te­men­te esa enor­me ciu­dad den­tro de la ciu­dad lla­ma­da la emba­ja­da de Bag­dad, dis­tin­ta de cual­quier otra emba­ja­da del mun­do. Oba­ma ha anun­cia­do la cons­truc­ción de macro­em­ba­ja­das en Isla­ma­bad y Kabul y con­su­la­dos enor­mes en Pesha­war y en todas partes.

Infor­mes inde­pen­dien­tes sobre pre­su­pues­tos y con­tro­les de segu­ri­dad para el eje­cu­ti­vo sos­tie­nen que la deman­da de la “admi­nis­tra­ción de 538.000 millo­nes de dóla­res para el Depar­ta­men­to de Defen­sa en el año fis­cal 2010 y su acre­di­ta­da inten­ción de man­te­ner un nivel alto de finan­cia­ción en los pró­xi­mos años colo­can al pre­si­den­te en el camino de gas­tar más en defen­sa, en dóla­res reales, que cual­quier otro pre­si­den­te en un solo man­da­to des­de la Segun­da Gue­rra Mun­dial”. “Y no se con­ta­bi­li­zan los 130.000 millo­nes adi­cio­na­les que la admi­nis­tra­ción ha soli­ci­ta­do para finan­ciar las gue­rras de Iraq y Afga­nis­tán duran­te el pró­xi­mo año, lo que supon­drá un gas­to mili­tar pre­vis­to para los pró­xi­mos años aun mayor.”

La comi­sión del Pre­mio Nobel de la Paz bien podría haber ele­gi­do opcio­nes ver­da­de­ra­men­te dig­nas, entre las que des­ta­ca la excep­cio­nal acti­vis­ta afga­na Mala­lai Joya. Esta valien­te mujer sobre­vi­vió a los rusos y des­pués a los isla­mis­tas radi­ca­les, cuya bru­ta­li­dad fue tan extre­ma que la pobla­ción dio la bien­ve­ni­da a los tali­ba­nes. Joya ha resis­ti­do tam­bién a los tali­ba­nes y aho­ra al retorno de los seño­res de la gue­rra bajo el gobierno de Kar­zai. Duran­te todo este tiem­po, Joya ha tra­ba­ja­do con­cien­zu­da­men­te por los dere­chos huma­nos, espe­cial­men­te por los de las muje­res; ha sido ele­gi­da al par­la­men­to y pos­te­rior­men­te expul­sa­da por seguir denun­cian­do las atro­ci­da­des de los seño­res de la gue­rra. Actual­men­te vive bajo gran pro­tec­ción, pero pro­si­gue el com­ba­te, de pala­bra y de hecho. Median­te accio­nes así, repe­ti­das en todas par­tes lo mejor que poda­mos, las expec­ta­ti­vas de paz se acer­can len­ta­men­te a las esperanzas.

Noam Chomsky, el inte­lec­tual vivo más cita­do y figu­ra emble­má­ti­ca de la resis­ten­cia anti­im­pe­ria­lis­ta mun­dial, es pro­fe­sor emé­ri­to de lin­güís­ti­ca en el Ins­ti­tu­to de Tec­no­lo­gía de Mas­sa­chus­sets en Cam­brid­ge y autor del libro Impe­rial Ambi­tions: Con­ver­sa­tions on the Post‑9/​11 World.


Tra­duc­ción para www​.sin​per​mi​so​.info: Daniel Escribano

Fuen­te: http://​www​.inthe​se​ti​mes​.com/​a​r​t​i​c​l​e​/​5​1​3​4​/​w​a​r​_​p​e​a​c​e​_​a​n​d​_​o​b​a​m​a​s​_​n​o​b​el/

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