Sobre la tác­ti­ca de la lucha con­tra el impe­ria­lis­mo japonés

Para terminar, conviene decir algunas palabras sobre las relaciones entre la revolución china y la revolución mundial.

Desde la aparición de este monstruo, el imperialismo, los asuntos del mundo han quedado tan estrechamente entrelazados que es imposible separarlos. Nuestra nación, la nación china, tiene coraje para combatir al enemigo hasta la última gota de sangre, determinación para recobrar con sus propias fuerzas todo cuanto ha perdido, y capacidad para levantarse sobre sus propios pies entre las demás naciones. Pero esto no significa que podamos prescindir de la ayuda internacional. No. En nuestros días, la ayuda internacional es necesaria para la lucha revolucionaria de cualquier país o nación. Los antiguos decían: «No hubo guerras justas en la Era de Primavera y Otoño».1 Hoy, aún con mayor motivo puede decirse lo mismo respecto del imperialismo; sólo las naciones y clases oprimidas pueden sostener guerras justas. Todas las guerras sostenidas en cualquier parte del mundo por el pueblo contra sus opresores, son guerras justas. La Revolución de Febrero y la Revolución de Octubre en Rusia fueron guerras justas. También lo fueron las revoluciones realizadas por los pueblos de diversos países europeos a raíz de la Primera Guerra Mundial. En China, la Guerra Anti-Opio2, la Guerra del Reino Celestial Taiping3, la Guerra del Yijetuan4, la Guerra Revolucionaria de 19115, la Expedición al Norte de 1926-1927, la Guerra Revolucionaria Agraria desde 1927 hasta la fecha y, en el presente, la resistencia armada contra el Japón y las acciones punitivas contra los vendepatrias, son todas guerras justas. Con el actual ascenso de la lucha contra el Japón en todo el país y de la lucha antifascista en el mundo entero, las guerras justas se extenderán por toda China y por la Tierra entera. Todas las guerras justas se apoyan entre sí, y todas las guerras injustas deben ser convertidas en guerras justas: ésta es la línea leninista6. En nuestra resistencia armada contra el Japón, necesitamos la ayuda de los pueblos del mundo y, sobre todo, la del pueblo soviético. Y de seguro nos ayudarán, porque ellos y nosotros estamos unidos por una causa común. Las fuerzas revolucionarias chinas fueron temporalmente separadas por Chiang Kai-shek de las fuerzas revolucionarias del resto del mundo, y en ese sentido estuvimos aislados. Ahora la situación ha cambiado a nuestro favor y, en adelante, continuará cambiando en tal dirección. Ya no volveremos a estar aislados. Esta es una condición indispensable para la victoria de nuestra resistencia armada contra el Japón y para la victoria de la revolución china.

Mao Zedong

27 de diciembre de 1935

  1. Frase del Mencio. Mencio hizo esta observación a propósito de que, en la Era de Primavera y Otoño (722-481 a.n.e.), los señores feudales chinos guerreaban continuamente entre sí disputándose el poder.
  2. Ante la oposición del pueblo chino a su tráfico de opio y con el pretexto de defender su comercio, Inglaterra envió, de 1840 a 1842, tropas a invadir China. Las tropas chinas al mando de Lin Tse-s¸ sostuvieron una guerra de resistencia. Al mismo tiempo, la población de Cantón organizó espontáneamente los «Cuerpos Antibritánicos», que también asestaron duros golpes a los invasores ingleses.
  3. Guerra revolucionaria campesina, que tuvo lugar a mediados del siglo XIX, en contra de la dominación feudal y la opresión nacional de la dinastía Ching. En enero de 1851, Jung Siu-chan, Yang Siu-ching y otros dirigentes de esta revolución organizaron un levantamiento en la aldea de Chintien, distrito de Kuiping, provincia de Kuangsí, y proclamaron el Reino Celestial Taiping. En 1852, el ejército campesino partió de Kuangsí y, en 1853, luego de atravesar Junán, Jupei, Chiangsí y Anjui, tomó Nankín. Una parte de sus fuerzas continuó hacia el norte y llegó hasta las inmediaciones de Tientsín. Sin embargo, el Ejército Taiping no estableció sólidas bases de apoyo en los territorios que ocupaba, y su grupo dirigente, después de haber hecho de Nankín su capital, cometió muchos errores políticos y militares. Por ese motivo, el Ejército Taiping no pudo resistir los ataques conjuntos de las tropas contrarrevolucionarias de la dinastía Ching y los agresores ingleses, norteamericanos y franceses, y fue derrotado en 1864.
  4. Fue un amplio movimiento espontáneo de los campesinos y artesanos del norte de China en 1900, quienes, organizados en sociedades secretas, sostuvieron una lucha armada contra el imperialismo. Ocho potencias imperialistas organizaron un ejército aliado, que se apoderó de Pekín y Tientsín y reprimió de la manera más salvaje este movimiento.
  5. Véase Informe sobre una investigación del movimiento campesino en Junán.
  6. Véanse V. I. Lenin, El programa militar de la revolución proletaria, y también Compendio de Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, capítulo VI, 3.

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